Portada » Deporte y Educación Física » Procesamiento Sensorial en el Desarrollo Infantil: Una Guía Completa
Integración Sensorial (IS): se refiere a la capacidad del cerebro para integrar e interpretar la información proveniente de los diferentes sentidos (vista, oído, tacto, gusto, olfato, propiocepción, intercepción y vestibular) para generar una respuesta adaptativa al entorno. La estimulación sensorial, por otro lado, se centra en un estímulo específico, como un tablero sensorial de texturas.
Procesamiento Sensorial: es el proceso mediante el cual el cerebro organiza e interpreta la información sensorial. Implica la recepción de señales neuronales del ambiente y la generación de una respuesta adecuada. Los sentidos son la base del procesamiento sensorial.
La propiocepción es el sentido que nos informa sobre la posición y el movimiento de nuestro cuerpo en el espacio. Sus receptores se encuentran en los músculos, articulaciones y tendones. La propiocepción se desarrolla desde el nacimiento y es fundamental para la coordinación motriz. Ejemplos de actividades que involucran la propiocepción son subir/bajar escaleras, encontrar objetos sin mirar, atar botones y subir cierres.
El sistema vestibular, ubicado en el oído interno, nos proporciona información sobre el movimiento y la orientación de la cabeza en el espacio. Sus receptores son el utrículo (aceleración horizontal), el sáculo (movimientos verticales) y los conductos semicirculares (rotación). Este sistema trabaja en conjunto con la vista y la propiocepción.
El sistema táctil nos permite percibir el tacto, la presión, la temperatura y el dolor a través de la piel. Los receptores táctiles incluyen los corpúsculos de Meissner (tacto ligero), los discos de Merkel (texturas), los corpúsculos de Pacini (tacto profundo) y los termorreceptores (Ruffini para calor y Krause para frío).
La intercepcepción nos permite percibir las sensaciones internas del cuerpo, como el hambre, la sed, la necesidad de ir al baño, el dolor visceral y las emociones. Su receptor principal es la ínsula, un área del cerebro que procesa esta información.
El sistema somatosensorial integra la información táctil y propioceptiva. Se compone de tres subsistemas: 1. Propiocepción (articulaciones, tendones y piel), 2. Exterocepción (tacto, temperatura y dolor) y 3. Interocepción (órganos internos). Las somatosensaciones son la base de la conciencia corporal en relación con la gravedad.
El procesamiento sensorial implica tres procesos principales:
La modulación sensorial es la capacidad de regular las respuestas a los estímulos sensoriales. La autorregulación es la capacidad de controlar las emociones y el comportamiento en respuesta a las demandas del entorno. Ambos procesos están interrelacionados y son esenciales para el desarrollo infantil.
La discriminación sensorial es la capacidad de detectar y reconocer las diferencias entre los estímulos sensoriales. Implica la detección (distinguir entre un estímulo y la ausencia de estímulo) y el reconocimiento (distinguir entre diferentes estímulos). La discriminación sensorial está relacionada con la atención, la cognición y la memoria.
La praxis es la capacidad de planificar y ejecutar movimientos nuevos y coordinados. Implica la ideación (conceptualizar la acción) y la planificación motora (organizar la secuencia de movimientos). La praxis contribuye a la organización del comportamiento en el espacio y el tiempo.
El esquema corporal es la representación mental del cuerpo y sus partes. Es fundamental para la planificación motora y la interacción con el entorno. Las dificultades en el esquema corporal pueden afectar la discriminación sensorial y la praxis.
La hiperreactividad sensorial se produce cuando el sistema nervioso responde de forma exagerada a los estímulos sensoriales. Puede manifestarse en diferentes sentidos, como el auditivo, el táctil y el vestibular.
La inseguridad gravitacional es un tipo de hiperreactividad vestibular que se caracteriza por una ansiedad excesiva ante los movimientos de la cabeza y el cuerpo en el espacio, especialmente en el plano vertical.
La intolerancia al movimiento es una reacción adversa a la aceleración, especialmente la rotacional, que puede provocar náuseas, vómitos y mareos.
La hiporreactividad sensorial se produce cuando el sistema nervioso responde de forma débil a los estímulos sensoriales. Puede manifestarse como una búsqueda de sensaciones, como la búsqueda propioceptiva (choques, saltos, presión profunda) o la búsqueda vestibular (giros, columpios, movimientos rápidos).
El déficit de integración bilateral vestibular se caracteriza por una hipoactividad del sistema vestibular central, que puede afectar el control postural, la coordinación ojo-mano y la estabilidad visual.
La apraxia es una alteración en la programación de movimientos intencionales, que dificulta la realización de movimientos coordinados. La dispraxia es una dificultad en la planificación motora, que afecta la capacidad de realizar movimientos nuevos y complejos. Las personas con dispraxia pueden parecer torpes, tener dificultades para aprender nuevas habilidades motoras y preferir actividades sedentarias.
Existen diferentes tipos de dispraxia, como la somatodispraxia (dificultad en la praxis relacionada con el tacto y la propiocepción) y la visodispraxia (dificultad en la praxis relacionada con la visión).