Portada » Español » Principales oradores de la Edad Media
En 1927 se celebró en Sevilla un acto para conmemorar el tercer centenario de la muerte de Góngora. Esta celebración tuvo doble significado:
· Supuso la toma de conciencia de lo que debe ser un poeta (cuyo modelo es Góngora) y la poesía
· Se hizo manifiesto el rechazo a la tradición académica y estética del S. XIX y del Modernismo
Rafael Alberti, Federico García Lorca, Jorge Guullén, Dámaso Alonso, José Benjamín, G
erardo Diego, Pedro Salinas, Vicente Aleixandre, Luis Cernuda, José María Hinojosa, Emilio Prados y Manuel Altolaguirre.
Es una generación que no se levantó contra nada, es acumulativa: resume aportaciones anteriores , hunde sus raíces en el Siglo de Oro (16) y se interesa por el Romancero; ello se debe a que muchos de ellos eran profesores de literatura.
Carácterísticas:
– Temas de amor, universo, destino, muerte, etc…
– Combina lo universal y lo español
– Se mueven entre lo intelectual y lo sentimental
– Equilibrio entre la concepción clásica y ROMántica en sus obras
– Al principio se preocupan más de la forma de su poesía ( ansia de belleza…) pero las exigencias estéticas dieron paso a la autenticidad humana
– Beben de las nuevas formas de experimentación y de la tradición desde Ramón Jiménez, Garcilaso pasando por Bécquer y sobre todo Góngora.
– Temas y metros tradicionales (Romance) verso libre, verso blanco y versícula.
Redefinir el concepto de España
España, hasta entonces tan aislada de toda Europa, abre las puertas a los grandes acontecimientos mundiales y nuevos pensamientos filosóficos, tratando de buscar un espíritu, un tono y una dignidad distintos contribuyendo a la solución de sus problemas inminentes: la educación, la pobreza, etc.
Descubrir el alma de España
«Españolizar a España» fue la consigna y buscan el alma de su patria en su tradición, en su lengua, en el fondo del pueblo, en sus grandes creaciones literarias, en el ambiente de las viejas ciudades, en el paisaje. Pero a diferencia de los ROMánticos, que se quedaron sólo en lo pintoresco y externo, los noventayochistas van buscando su propio espíritu. Caminos a seguir:
Paisaje: Eligen como símbolo de su disposición anímica vital plena de nostálgica fatiga, no la estepa del mar, sino el paisaje de Castilla, la meseta árida, sin árboles y quemada por el sol.
Historia: Se alejaron de los sucesos espectaculares de tipo bélico, para centrar la atención en los menudos hechos de la vida cotidiana, lo que Unamuno llamó «INTRAHISTORIA».
Literatura: Se rescata a autores primitivos medievales: Berceo, Hita, Manrique; autores olvidados: Góngora, Gracián o a aquellos que amaron hondamente a España: Larra.
En el campo de la literatura, el Modernismo que ya había aparecido en 1888 con Azul de Rubén Darío logra influenciar en medios noventayochistas como Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez y otros. Por otro lado, Unamuno y Maeztu siguieron el camino de la tendencia filosófica.
Representantes de la Generación del 98
· La vuelta a la Edad Media con la revitalización de la poesía caballeresca y feudal.
· Anticlasicismo.
· Exaltación de la fantasía, el exotismo, los países lejanos e incluso lugares imaginarios.
· El idealismo y los sentimientos apasionados.
· Huida del normativismo neoclásico.
· Temas principalmente amorosos, religiosos y sobre la vida y la muerte.
El tema de la muerte esta presente como una constante, aunque en esta obra el muerto ni resucita ni se vuelve fantasma ni tampoco animado, la gente del pueblo lo revive en la memoria.
• El asesinato se plantea desde múltiples puntos de vista, múltiples personajes y recuerdos de lo ocurrido ya hace más de veinte años.
• El manejo del tiempo pareciera intracendente: empieza en un presente. En un día después de tantos años ya pasados. Se devuelve en el tiempo y se estaciona en un domingo de guayabo, un día marcado en la historia de un pueblo. El presente, el pasado y la simultaneidad de hechos hacen que esas casi veinticuatro horas de letargo recobran vida, olor, sudor y tacto. Y poco a poco nos va acercando nuevamente al presente através de esas cartas sin abrir, en silencio y a la enervante espera de cabos que quedaron sin resolver.
• Sus descripciones son absolutamente detalladas, casi hasta el punto de sentir la irregularidad de los adoquines de la plaza, el frio de las rejas, el clarooscuro del zaguán dónde casi con nuestros propios ojos vimos caer a causa de una herida mortal a Santiago Nazar. Nos hace sentir el olor de rio y de vapor, el aliento de la noche anterior escondido detrás del pachuli, nos hace sentir el recorrido de miradas incrédulas, espectantes, impávidas y atónitas. Nos convertimos en cómplices, culpables o inocentes, no importa, pero nos involucra apesar de desconocer las causas y las razones.
• Los hechos son aparentemente reales, posibles y creíbles. Sinembargo se muestran exagerados y sin medida casi desgarrantes y amarillistas. De inclinación surrealista. Las escenas y los escenarios podrían ser sin lugar a duda un cuadro de Magritte ó de Chirico.
• Extrae sin lugar a dudas escencias y rasgos de un pueblo casi olvidado a las orillas de un rio. Nos habla del mestizaje de una cultura, de la diversidad de razas, de diferencias de clase, de estereotipos sociales.
Esa forma de vivir la pareja, conciliando fidelidad y promiscuidad, intimidad y distancia, amor y deseo (porque nunca vivieron juntos).