Portada » Geografía » Principales fuentes de energia en españa apuntes geografia selectividad
En la actualidad la mayoría de la energía que utilizamos procede del petróleo y el gas natural. Esto quiere decir que nuestra sociedad tiene una gran dependencia de las fuentes de energía convencionales. España un gran desequilibrio energético altener orientado su consumo hacia los combustibles fósiles. Por eso, nuestro país es muy sensible a la subida de los precios del petróleo./La situación de la energía enEspaña se ha traducido en diversas políticas energéticas:
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En 1975, durante la crisis, el PlanEnergético Nacional (PEN) potenció la energía nuclear./-El Plan de 1982 quiso reducir la dependencia del petróleo, contener el impulso de la energía nuclear y potenciar el uso de los carbones para dar una solución a la crisis de la minería./-El Plan de 1991, vigente hasta el año 2.000, propuso una diversificación de fuentes, la potenciación de recursos propios y la defensa medioambiental. Eso suponía mayores costes finales de la energía y la mayoría de las propuestas se han paralizado. En definitiva, la política energética en España no se ha traducido en un cambio de orientación hacia nuevas fuentes de energía. Si en los años setenta el petróleo suponía el 68% del consumo, en el año 2000 se ha reducido al 51%.
El subsuelo español tiene escasos recursos energéticos. Los másimportantes son: El carbón mineral, que fue el combustible fósil empleado para la industrialización, ha sido el recurso energético más utilizado hasta la segunda mitad del siglo XX; desde entonces se ha ido sustituyendo progresivamente por el petróleo. En la actualidad se utiliza, sobre todo, para la producción de electricidad en las centrales térmicas.
Según su pureza y antigüedad existen varios tipos de carbón. El de mayor capacidad calorífica es la antracita, porque se formó en un período geológico más antiguo, seguido de la hulla y el lignito. En España la producción no satisface la demanda interna. Su baja calidad y los costes de explotación hacen que resulta mucho más barato importarlo que trabajar los yacimientos existentes. Las principales cuencas mineras se encuentran en Asturias, León y Palencia.
El petróleo es un recurso prácticamente inexistente en España. Hay una mínima producción el los pozos de Lora, en Burgos, y en las plataformas de la costa de Tarragona. La mayoría de lo que se consume se importa de México, Oriente Medio y las antiguas repúblicas soviéticas. Sin embargo, a lo largo del siglo XX si se ha desarrollado el tratamiento del crudo importado en refinerías. Se obtienen así diversos productos: asfaltos, plásticos, etc., algunos de los cuales se venden al exterior. Aún así, el destino final del 86% del petróleo que llega a España es el consumo final en combustibles (transporte e industria).
El gas natural está considerado como el combustible más limpio y, en los últimos años, ha aumentado la demanda. En España ha tenido una utilización tardía; pero se está potenciando mucho su consumo a nivel industrial y doméstico. Se están construyendo numerosos gasoductos con el fin de hacer extensivo su uso a todo el territorio. Existen algunos yacimientos en el mar de la costa vizcaína y en Huelva, pero la mayor parte del gas se importa de Libia y Argelia./Fuentes de energía alternativas
La alternativa más utilizada en España es la energía eólica. España es uno de los países que más ha desarrollado su uso. Hay instalados diversos parques eólicos en zonas de mucho viento como Estaca de Bares, Tarifa, Canarias, Albacete, etc. Últimamente en algunas comunidades, como Navarra, Aragón y Castilla y León, se ha potenciado mucho su instalación./ El resto de energías alternativas apenas se utiliza en nuestro país. Así ocurre con la energía solar, pues sólo existen algunos paneles distribuidos por edificios y fábricas a lo largo de todo el territorio, pero su aportación es mínima. Tampoco resulta significatica la producción a través de la energía geotérmica, la combustión de biomasa y la de plantas incineradoras, como las instaladas en Madrid y Mallorca.
Dentro de los procesos de transformación de la energía, el de la producción de electricidad es uno de los más importantes. La utilización de electricidad es imprescindible en las ciudades (alumbrado y sistemas de refrigeración y de calor), en las telecomunicaciones y en el transporte. En la actualidad, el consumo de electricidad en España supone el 18% de la energía final.
Las centrales termoeléctricas producen electricidad mediante la combustión de carbón, gas y combustibles líquidos, cuyos vapores mueven unas turbinas. En España, su gran desarrollo vino a partir del año 1965. Desde entonces su aportación ha ido en aumento, hasta ocupar en torno al 47% del total nacional. Su producción ha tenido algunas oscilaciones, que han dependido de los precios de oso combustibles y de las diferentes políticas energéticas./La importancia de las centrales termoeléctricas estriba en que pueden mantener la regularidad de su producción y que consumen recursos autóctonos como el carbón. A cambio, presentan graves inconvenientes medioambientales, pues emiten azufre (SO2), que causa la lluvia ácida.
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En España hay instaladas numerosas centrales. Algunas se alimentan con el carbón extraido en las cuencas mineras próximas: es el caso de Asturias (Narcea), León (Anllares, Compostilla y La Robla), Teruel y La Coruña (As Pontes). Otras están en las proximidades de las refinerías (Puertollano y Escombreras), porque se alimentan con combustibles líquidos.
Los reactores nucleares transforman en electricidad la energía desprendida por la fisión (partición) de átomos de uranio. Este sistema de producción de energía tuvo un gran auge en los años setenta como alternativa al petróleo. Hoy en día, las centrales nucleares más importantes son las de Trillo, Vandellós, Almaraz y Cofrentes.
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En el caso de España, las centrales nucleares producen, según los años, en torno al 40% de electricidad, por lo que ahora mismo son fundamentales para mantener la producción. Sus ventajas son la gran potencia que permiten instalar en cada planta y la autonomía y regularidad en la producción.
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Pero presentan graves problemas: suponen costes muy altos en el montaje inicial y en las revisiones que necesitan las instalaciones para ajustarse a las medidas de seguridad; la destrucción de los residuos radiactivos es difícil; su vida útil es corta; tienen gran dependencia tecnológica del exterior en la fabricación de piezas para los reactores y en el tratamiento del uranio; y son objeto de un fuerte rechazo social, que llevó al gobierno a paralizar la apertura y el funcionamiento de algunas plantas en lo que se ha llamado la moratoria nuclear.
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El futuro de la energía termoeléctrica nuclear aparece incierto a la espera de nuevas tecnologías de fusión que sean más eficientes y provoquen menos problemas ambientales. En todo caso, técnicamente las centrales españolas actuales tienen que estar cerradas entre el año 2.010 y el 2.020.
En las centrales hidroeléctricas, la electricidad se produce por la fuerza de las corrientes de agua sobre unas turbinas. La producción depende tanto de la cantidad de agua como de la presión que ésta pueda ejercer. En consecuencia, la energía hidroeléctrica está supeditada al clima, el relieve y el caudal de los ríos.
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La energía hidroeléctrica comenzó a explotarse en la segunda mitad del siglo XIX y fue durante años la principal fuente de electricidad. Pero, a partir de 1950, ha sido sustituida progresivamente por la energía termoeléctrica clásica y la nuclear. Éstas, aunque resultaban más caras, eran capaces de mantener un flujo regular de electricidad. En cambio, la producción en las centrales hidroeléctricas tiene desventajas: el flujo es irregular, ya que depende del agua disponible; y limita la localización de las industrias a zonas próximas, porque la electricidad tiene un alto grado de pérdida al trasladarse. A esto hay que añadir que las centrales hidráulicas causan un gran impacto ambiental en los valles de los ríos, social en las zonas desalojadas y suponen una gran inversión inicial difícil de acometer.
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Entre los aspectos positivos de esta energía destaca que es limpia, renovable y se produce de manera instantánea. Además, hoy en día, se ha mejorado la tecnología y se han realizado sistemas de presas seguidas con bombeo de agua desde la más baja a la más alta, lo que permite reutilizar la corriente, evitando las variaciones de caudal. Es lo que se hace en el complejo de Aldeadávila en el río Duero.
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En España, la energía hidroeléctrica está bastante desarrollada, aunque como en el resto de países ha perdido influencia hasta colocarse en torno al 15 o 20% de la producción. Aún así, actualmente hay más de 1.000 instalaciones, la mayoría de ellas de pequeño tamaño o minihidráulicas, que han hecho que la producción hay ido en aumento. Las grandes centrales se localizan en los embalses de los ríos caudalosos como el Sil, el Duero, el Tajo y el Ebro.