Portada » Lengua y literatura » Posbarroco siglo xviii
El siglo XVIII, asiste a la desaparición progresiva del Barroco y a la aparición de nuevos estilos. Se trata de un periodo poco uniforme en el que se desarrollan estéticas diferentes.Los estilos propios de esta época y sus características básicas son:El posbarroco, que es el estilo cultivado durante la primera mitad del siglo XVIII y que enlaza formal y temáticamente, con el estilo propio de la centuria anterior. Vemos que ha desaparecido el pesimismo anterior y se observa una visión del mundo mas optimista. Podemos comprobarlo, en la novela de tipo picaresco de Diego Torres, vida, que nos plantea la historia de un Burgués que consigue ascender socialmente gracias a su mérito, lo que en realidad se trata de una novela de estilo antipicaresco.También encontramos otro estilo como el Rococó, con el aludimos a un arte juguetón y superficial que aboga por el buen gusto, la coquetería, la gracia y el ingenio. Lo que en realidad se trata de la cara intima de la Ilustración.Hablamos también del Neoclasicismo, este es el estilo oficial del despotismo Ilustrado y es considerado como el mas dicieochesco, sus rasgos definitorios son:
El didactismo, el utilitarismo, y la búsqueda de un arte reflexivo sustentado en la razón.
Frente a la fantasía y a la originalidad, este defiende un arte austero y la adopción de unas nuevas normas estéticas predefinidas.Las preceptivas literarias se pusieron de moda en un deseo de volver a la literatura clásica, esto fue notable en el teatro. El mas claro exponente de este estilo es Leandro, Fernandez de Moratín, hijo de Nicolas.Por último hablamos de el prerromanticismo, que presenta una serie de elementos, que se escapan del dominio de la razón, y que anuncian la llegada del estilo romántico. En ciertas obras observamos una especial atención a lo melancólico, los paisajes nocturnos, el culto a las fuerzas de la naturaleza y los temas fúnebres etc. En ocasiones aparecían notas de crítica social y política.
Es el género prosístico mas importante del siglo XVIII en España, este género trajo con sigo un nuevo estilo de prosa, caracterizado por ser llano, directo, natural y preciso, sin artificios ni ambigüedades.La prosa ensayista busca la reflexión.
El ensayo dieciochesco impulsó el español como lengua de la ciencia y de la filosofía frente al latín, que siguió siendo la lengua oficial universitaria hasta 1813.Su padre Benito Jerónimo Feijoo fue el iniciador de este género, que pronto halló en la prensa periódica su canal idóneo de divulgación. Destacan publicaciones como el Diario de los literarios de España, el pensador o el censor.Otro de los principales prosistas fue Gaspar Melchor de Jovellanos.
Algunos de sus escritos políticos han sido reconocidos por su elevada calidad literaria, entre ellos destaca, informe sobre la ley agraria.Pero el principal prosista es José de Cadalso, que cultivo diversos géneros literarios, pero es en la prosa donde alcanza sus mas altas cotas expresivas.En 1772 pública Los iruditos de Violeta, que se trata de una gran sátira contra los falsos intelectuales, en 1793 se editaron sus cartas marruecas, colección en las que vierte sus pensamientos sobre la sociedad y la cultura Española. Las cartas marruecas se apoya en una leve ficción, el libro está formado por cartas que tres personajes se escriben entre si .José de Cadalso, era hijo de un rico comerciante, estudió con los jesuitas en Cádiz y realizó viajes por Europa para completar su formación. Fue militar y alcanzó el grado de coronel poco antes de su muerte en el sitio de Gibraltar. Fue amigo de importantes intelectuales de la época.Cadalso está considerado como uno de los introductores del espíritu romántico en España por su obra noches lúgubres.
Los teatros siguieron ofreciendo piezas que continuaban con poca innovación. Las novedades comenzaran a producirse en la primera mitad del siglo, en donde los cambios no serán bien recibidos, salvo por la minoría ilustrada. Desde 1750 se escribieron algunas tragedias, respetando las reglas de las tres unidades.El género dramático en este siglo se vio envuelto en varias polémicas. En primer lugar se discutió sobre la conveniencia o no del teatro. Los disparates que se veían en escena provocaban que algunos pidieran la supresión de las representaciones.Los esfuerzos de los ilustrados iban destinados a conseguir un nuevo teatro que siguiera la regla de tres unidades. Las nuevas obras debían buscar la verosimilitud, y presentar personajes y conflictos universales de los que le pudiera extraer una enseñanza útil.Este tipo de teatro no tuvo el favor del público. Autores destacables fueron Tomás de Iriarte (el señorito mimado y la señorita malcriada), Jovellanos (el delincuente honrado) y Leandro Fernandez de Moratín (el sí de las niñas).De cada uno de estos autores destacamos una serie de cosas, como en el caso de Jovellanos, el autor está relacionado con una de las novedades teatrales del siglo que son las llamadas comedias sentimentales, que se tratan de obras en las que se unen un contenido de tintes desgraciados con un desenlaze feliz. Estas son consideradas el antecedente inmediato de los dramas románticos.De Leandro Fernandez de Moratín, podemos decir que es el creador de la comedia neoclásica y un buen creador de personajes.Obras suyas como el viejo y la niña (1786), el barón (1787) y el sí de las niñas (1801).Uno de los rasgos mas importantes de la comedia motariniana es la visión de los jóvenes enamorados. Moratín creía que la severidad con que eran educados les llevaban a reprimir sus verdaderos pensamientos y sentimientos.El sí de las niñas está considerado hoy día como una de las obras mas representativas de la literatura española diciochesca, tanto por sus características como por su contenido.Los temas tratados en la obra tienen relación con la acción política de la época, mas concretamente con la celebración de los matrimonios. Además del derecho al casamiento por amor.