Portada » Historia » Porque Maquiavelo independizo la política de la moral
La muerte de Fernando VII provocó el estallido de una Guerra Civil que se llevó a cabo durante el reinado de Isabel II y el sexenio democrático, entre los defensores de Don Carlos que representaba el Antiguo Régimen y los partidarios de las reformas de la mano de la regente Mª Cristina en nombre de Isabel II, lo que comenzó siendo un conflicto dinástico terminó por ser un enfrentamiento ideológico entre los absolutistas y los liberales. El fin de esta contienda además de la victoria definitiva de los liberales acarreó graves consecuencias para los vascos pues en 1876 se promulgó la ley de abolición foral.
Desde el reinado de Felipe V en España estaba en vigor la Ley Sálica, que no permitía que las mujeres ocuparan el trono, sin embargo Fernando VIl en 1.831 promulgó la pragmática sanción concedíéndole el trono a su hija Isabel II. Esto desembocó en una guerra de sucesión entre carlistas e Isabelinos.
La defensa de los fueros del absolutismo monárquico, de la propiedad tradicional de la tierra y de la profunda religiosidad constituían los fundamentos del carlismo que atrajo a la nobleza, a los campesinos, a los artesanos y al clero conservador. Por otro lado los intelectuales, burgueses y el proletariado defendían el liberalismo con el fin de lograr un Estado constitucional basado en: la igualdad jurídica, en la propiedad privada, en la libertad económica y en una sociedad no dirigida por la iglesia.
La llamada Primera Guerra Carlista (1.833-1840) tuvo como escenario el País Vasco y Navarra. Fue una lucha de guerrillas dirigidas por el carismático caudillo militar Zumalacárregui. A la muerte de ésta, la moral del ejército carlista decayó y se vio obligado a pactar con los liberales. El fin de este conflicto culminó con el convenio de Vergara (31 de Agosto de 1839) pactado entre los militares Espartero y Maroto en el que se insta a los liberales a respetar el .
régimen foral a cambio del reconocimiento de Isabel II.
La Ley del 25 de Octubre de 1839 confirmaba los fueros vasco–
Navarros, no obstante comienza a estar en peligro ya que podían ser modificados si se creían perjudiciales para la unidad constitucional de la monarquía.
Tras un segundo enfrentamiento (1846-1849) sin demasiado respaldo en el País Vasco, llegó la Tercera Guerra Carlista (1872-1876} y con ella la derrota definitiva para el carlismo dando paso a la Implantación de un nuevo sistemas
Al igual que la primera, esta última tuvo como foco el País Vasco y en ella el carlismo fue ganando adeptos y los fueros se convirtieron en la mayor reivindicación; el llamado neocarlismo.
Tras el pronunciamiento de Sagunto que establecíó a Alfonso XII en el trono,hijo de Isabel II, Don Carlos VII perdíó los apoyos católicos y conservadores y así los carlistas fueron derrotados definitivamente. La victoria Alfonsina supuso la promulgación de la Ley del 21 de Julio de 1876, elaborada por Cánovas del Castillo en la que se procedía a I abolir los fueros vascos.
Esta ley no los suprimíó en su totalidad pero si aumentaba la intervención política y administrativa del estado del País Vasco, Cánovas para evitar la Inestabilidad política, redactó el Real Decreto del 28 de Febrero de 1878 (primer convenio económico) que concedía a las diputaciones vascas mantener la capacidad de fijar, recaudar y administrar a los impuestos (cupo).
La gran Inestabilidad de la época debido a los varios intentos de los defensores del Antiguo Régimen de retornar a su antigua hegemonía se vio reflejada en estas guerras donde el liberalismo los derrotó definitivamente. La instauración del nuevo régimen originó unos efectos cuanto menos calamitosos para los vascos pues perdieron los privilegios que tenían desde la Edad Media. A raíz de este suceso nacíó el nacionalismo vasco impulsado por Sabino Arana, una de cuyas mayores reivindicaciones sería luchar por la recuperación íntegra de las fueros.
«Para liquidar las culpas de este orden contraídas por quienes contribuyeron con actos u omisiones graves a forjar la subversión roja…» el gobierno considera oportuno promulgar esta ley.
En plena República y tras las elecciones de Noviembre de 1933, el gobierno había dado un giro a la derecha, que desembocó en una huelga general revolucionaria que iba a tener como símbolo la Cuenca minera asturiana, único Lugar donde los trabajadores estaban unidos y preparados para la lucha armada. La Revolución de 1934 abría una gran brecha entre la derecha y la izquierda y cerraba el camino del entendimiento. Franco, entonces un gran desconocido, fue uno de los protagonistas de la represión feroz de este movimiento y sería apodado como «el carnicero de Asturias».
Durante el Gobierno del Frente Popular, la Falange (extrema derecha fascista), los carlistas y los generales José Sanjurjo, Emilio Mola y Francisco Franco prepararon un Golpe de Estado que llevó a que el 17 de Julio de 1936 se produjera una sublevación militar apoyada por algunos civiles. Ante el fracaso del levantamiento en las principales ciudades españolas, el enfrentamiento entre las fuerzas sublevadas y las fuerzas leales al gobierno derivó en una guerra civil.
De esta manera los partidarios de la república quedan fuera de la ley (art, 2) y además «sufrirán la pérdida absoluta» de derechos y bienes (art. 3)
Se habilitaron cárceles especiales y los presos fueron juzgados por tribunales que se instalaron en toda la geografía española, y estaban compuestos por representantes del Ejército, de la Magistratura y de la Falange Española Tradicionalista y de las J. O. N. S.
El procedimiento constaba de waft() informer; uno de carácter político, emitido por la Falange; otro, moral, Y firmado por el *row; un tercero, patrimonial, expedido por el alcalde; y otro sobre comportamiento y antecedentes penales, que elaboraba la Guardia Civil. No existía la figura del abogado defensor.
Los Tribunales de Responsabilidades Políticas del franquismo impondrán con esta Ley tres tipos de sanciones a las personas que colaboraron con la República: inhabilitación profesional, restricciones a la libertad de residencia (especialmente destierros) y multas económicas que than desde la pérdida total de los bienes, incautación de bienes, pago de multas, etc.
Como fórmula para solucionar ese ingente quebranto se impone adherirse, como mal menor, al Movimiento. Indus() en los casos en los que el expedientado había sido fusilado o había fallecido, 1a pena alcanzaba a la herencia de los mismos. Muchos profesores, intelectuales, funcionarios, etc., fueron depurados, apartados de sus trabajos y, a veces, fusilados.
De forma arbitraria unos fueron condenados y otros ejecutados. La rehabilitation de los sospechosos fue difícil, pues tenían que demostrar su inocencia a travel de testigos cualificados, esto es, adeptos del Régimen. En definitiva, caer bajo el peso de esta Ley significaba, en realidad, la muerte civil».
A la Ley de Responsabilidades Políticas siguió en 1940 la Ley de la RepresiÓn de la Masonería y el Comunismo que centraba su acción en estos dos colectivos, identificados por Franco como los principales enemigos de España y en 1941 la Ley de Seguridad del Estado.
Con esta base jurídico-represiva, el régimen contaba con arenas suficientes para controlar la situation. Su objetivo era dar una dimensión de legalidad a las acciones represivas contra el ámbito republicano.,«depurar y purificar» el nuevo Estado. Y lo hizo a través de una amplia represión que obligó a muchos republicanos a exiliarse. De ellos regresaron bastantes, pues al empezar la Segunda Guerra Mundial el gobierno decretó un indulto muy limitado. Pero otros muchos quedaron fuera de España y sufrieron suertes diversas.
La legitimidad del régimen es inexistente, por lo que se hace necesario conseguir justificar su existencia. Parte de esa legitimidad radica en la eliminación y deputation del adversario, evitando así tener voces discordantes en su seno y la publication de esta ley contribuye a el régimen era un Estado policial que perseguía sin cuartel cualquier forma de disidencia, sobre todo a aquellos que apoyaron la legitimidad de la Segunda República.
La represión, la marginación social de los vencidos..Fue un elemento consustancial a la dictadura franquista y consiguió evitar que el descontento these lugar al surgimiento de una oposición fuerte y organizada. Los medios de comunicación, la Falange y la Iglesia Católica desempeñaron también una importante función de manipulaciÓn y silenciamiento, para conseguir la sumisión de la población Esa despolitización forzosa contribuyó a la pervivencia del régimen.