Portada » Economía » Políticas Económicas y Desarrollo de Infraestructura Portuaria y Aeroportuaria en Chile
El Banco Central de Chile (BCCh) desempeña un papel crucial en la estabilidad económica del país. Sus principales políticas son la monetaria, cambiaria y financiera, las cuales se interrelacionan con la balanza de pagos y las cuentas nacionales.
El objetivo principal del BCCh es proteger el valor de la moneda nacional. Para ello, busca mantener la inflación baja y estable, lo que contribuye a la estabilidad de precios. A medida que la inflación aumenta, el poder adquisitivo disminuye. El BCCh adopta un régimen monetario de meta de inflación, que actualmente es del 3%. Si la inflación se desvía de este valor, el BCCh aplica una política monetaria expansiva (PME) o contractiva (PMC) según sea necesario.
La política cambiaria se centra en que el tipo de cambio (TC) de la economía se equilibre según la oferta y demanda de divisas, sin intervención directa del BCCh. La misión del BCCh en este ámbito es mantener la inflación en la meta. Sin embargo, en situaciones excepcionales, cuando el valor de la moneda se aleja significativamente de su valor de equilibrio, el BCCh puede intervenir.
Para que la economía sea estable y crezca, es necesario un sector bancario sólido y seguro, que pueda asignar recursos con una combinación eficiente de riesgo y retorno, asegurando el funcionamiento del sistema de pagos. El BCCh actúa como prestamista de última instancia y provee liquidez a las instituciones que enfrentan problemas temporales de caja. También tiene facultades regulatorias en los pagos de intereses sobre cuentas corrientes y razones de crédito. La madurez de la economía chilena y la adopción del régimen de flotación cambiaria permiten que el país cuente con plena movilidad de capitales.
Cuando el BCCh decide aplicar una política monetaria, los resultados no son inmediatos. Para que el cambio sea efectivo, debe pasar por varios canales antes de afectar la economía, lo que toma un tiempo relativamente largo. Por ejemplo, en el caso de una PMC, desde que se cambia la tasa de política hasta que la inflación reacciona sustancialmente, pueden transcurrir entre 4 y 8 trimestres. Por esta razón, las acciones de política monetaria se basan en la evolución esperada de la inflación para un plazo en torno a 2 años.
El BCCh no es un ente aislado de la sociedad y tiene una responsabilidad política y social. Debe informar periódicamente sobre sus labores al Presidente de la República y al Senado. La información se publica mayoritariamente en el Diario Oficial. Debido a la importancia de los contenidos que publica, el BCCh debe actuar con la mayor transparencia posible. Para ello, se realizan dos tipos de informes:
La meta operacional de mediano plazo se define en términos de la variación del IPC. Sin embargo, debido a la alta volatilidad de este indicador, el BCCh también considera las mediciones de inflación subyacente, que excluyen frutas, verduras y combustibles. El BCCh implementa su política monetaria mediante la definición de un nivel objetivo para la tasa de interés interbancaria nominal, conocida como la tasa de política monetaria (TPM). Para lograr el nivel deseado, el BCCh regula la liquidez del sistema financiero a través de instrumentos como las Operaciones de Mercado Abierto (OMAs), compra y venta de pagarés de corto plazo, líneas de crédito y depósitos de liquidez.
Se realizan principalmente a través de licitaciones periódicas de pagarés emitidos por el BCCh, en las que participan bancos e instituciones financieras, administradoras de fondos de pensiones, compañías de seguros y fondos mutuos. Las licitaciones se efectúan bajo la modalidad de precio único por licitación, lo que significa que la tasa de corte se hace extensiva a todos los participantes adjudicados. Si se producen desviaciones de la tasa promedio con relación a la tasa de política, se inyecta o retira liquidez para hacerla converger a la TPM. La inyección de liquidez se hace generalmente mediante OMA de compra de pagarés con pacto de retroventa (repo). En la situación inversa, se retira el exceso de dinero mediante la venta de pagarés por parte del BCCh.
Otras herramientas a disposición del BCCh son la línea de crédito de liquidez y la cuenta de depósito de liquidez. A través de la primera, el BCCh otorga a las instituciones financieras préstamos a un día, sin colateral, en montos limitados y por tramos de tasas de interés. El depósito de liquidez permite a las instituciones financieras depositar, por un día, excedentes transitorios de liquidez en el BCCh y obtener un retorno mínimo.
Un ejemplo claro y potente de la influencia del BCCh son las exportaciones de cobre, que generan una gran volatilidad en el tipo de cambio debido a la entrada de divisas, provocando cambios significativos en la moneda local. El BCCh ha desempeñado un buen funcionamiento, generando en nuestro país equilibrio, desarrollo, crecimiento y bienestar de la población. Como consecuencia, Chile ha logrado ser una de las naciones más solventes y seguras dentro de Latinoamérica.
La Empresa Portuaria de Chile (EMPORCHI) fue la primera entidad estatal encargada de la propiedad, administración, mantención y explotación de los puertos. En 1998, fue disuelta y se crearon empresas sucesoras en cada uno de los puertos que administraba.
Chile ha experimentado la privatización de aeropuertos como parte de políticas económicas que buscan mejorar la calidad de los servicios y obtener autofinanciamiento en el área comercial.
Debido a la falta de recursos para realizar las inversiones necesarias en infraestructura aeronáutica, se invitó al sector privado a participar en los procesos de inversión, mantenimiento y explotación de grandes obras viales. La función del sistema de concesiones se centra en aumentar la eficiencia de la producción y gestión de la infraestructura pública, creando servicios que los usuarios están dispuestos a pagar. Su meta principal es responder al gran flujo de pasajeros y cargas, mejorar la infraestructura en los 15 aeropuertos nacionales y destinar recursos del Estado a aeropuertos y pequeños aeródromos.
En Chile, el sector aeroportuario está fuertemente dominado por empresas extranjeras, ya que no ha surgido la necesidad de crear una industria local debido a que la demanda no es suficientemente fuerte. Las dos instituciones básicas a considerar en el sector aeroportuario chileno son el Ministerio de Obras Públicas y la Dirección General de Aeronáutica Civil.
Se encarga de la infraestructura civil y de controlar los estudios y construcciones de aeropuertos. La Dirección de Aeropuertos regula, norma y supervisa la construcción, conservación y mantenimiento de los aeropuertos.
Depende del Ministerio de Defensa y tiene como objetivo principal la seguridad aérea relacionada con el espacio aéreo. También controla los permisos de mantenimiento y reparación de aeronaves.
Pocas empresas chilenas se interesan en el rubro portuario, por lo que este mercado está cubierto por la oferta extranjera. Las empresas europeas y norteamericanas están más consolidadas y poseen mayor experiencia, lo que dificulta la competencia en precio y calidad por parte de las empresas chilenas. Se pretende fomentar las inversiones extranjeras en Chile para que los servicios en los aeropuertos sean de la mejor calidad y tecnología.
En los últimos años, Chile ha incrementado significativamente el tráfico aeroportuario de pasajeros y carga, tanto a nivel internacional como doméstico. Esto se debe a la apertura económica del país y al desarrollo expansivo de los últimos años. El sistema de concesiones incentiva la inversión privada para mantener y fortalecer la eficiencia de los servicios. Mediante eventos como los “encuentros empresariales” y la FIDAE (Feria Internacional del Aire y del Espacio), se busca incentivar las inversiones extranjeras y promocionar a las pequeñas empresas chilenas que ofrecen servicios de calidad.