Portada » Ciencias sociales » Políticas contra el desempleo
Descentralización de la responsabilidad en la propia seguridad socioeconómica El estado decide unilateralmente que servicios se prestan con que carácterísticas sin la participación de los ciudadanos. Los distintos entes han ido desresponsabilizándose de los servicios públicos esenciales: salud sanidad educación vivienda y servicio sociales, prevalece la seguridad. Cada comunidad autónoma presta un servicio de educación distinto a otras comunidades autónomas, dependiendo de sus recursos y sus prioridades políticas
El estado traslada algunos servicios a las entidades locales, los ayuntamientos, los cuales no tienen recursos económicos y sociales para atender a todas las necesidades de los ciudadanos. Los ayuntamientos terminan cargando en el propio individuo su propia protección socioeconómica, dogma del neoliberalismo. (Puro individualismo).
Todo ello además en un contexto que las necesidades de la protección del estado se han agravado por:
1. El fenómeno del envejecimiento de la población : aumento de la esperanza de vida, estas personas dejan de ser activas y pasan a formar parte del sistema de pensiones y su salud recurren a cuidados médicos y farmacéuticos que son caros y además quieren tener una vida social plena
2. Cambios en las estructuras familiares: cada vez más aparecen estructuras familiares nuevas: ya no hay dos salarios para mantener a la familia sino, una madre con sus hijos, cada vez son más las parejas que no se casan. También existe una disminución de la natalidad lo que implica cambios en el estado de bienestar para proteger a esas nuevas familias que implica más gastos.
Las políticas activas de empleo surgen ante la necesidad de enfrentarse al problema del desempleo. Estas políticas son contrarias a las políticas pasivas de empleo que intentaban asegurar un nivel de ingresos, garantizar una renta… Por su parte, las activas se centran en la búsqueda de empleo por parte del propio individuo, que se movilicen para encontrar un empleo. Su principal objetivo es la reinserción al mercado laboral de los parados. De esta forma se atribuye al individuo la responsabilidad de encontrar un empleo, por lo tanto ya no se considera responsable de la creación de empleo al Estado, quien tiene que crear empleo es el mercado mediante la actividad económica privada. En este marco, el papel del Estado es crear condiciones regulatorias adecuadas para que la empresa genere empleo.
Se distinguen dos tipos de políticas activas de empleo:
Las orientadas a la demanda de trabajo (a las empresas): implican incentivos a la contratación de trabajadores, colectivos con dificultades especiales… En este caso las políticas activas de empleo están encaminadas a cambiar el marco legal de las relaciones de trabajo, conseguir más margen de facilidad para la empresa, menos protección al trabajador…
Las orientadas a la oferta de trabajo (a los trabajadores): persiguen estimular la inserción en el mercado de trabajo, por un lado bajando sus garantías de ingresos (eliminando ayudas por desempleo, etc) y que acepten cualquier empleo, y por otro lado formando a la fuerza de trabajo para que estén más cualificados y además consigan mejorar la actitud frente al trabajo (capacidad para aprender, flexibilidad de adaptación…
Por tanto, el Estado busca proporcionar a los trabajadores las competencias que el mercado de trabajo pueda demandar como aptitudes y actitudes.
Conocimiento, habilidades profesionales, cualificación, el estado lo que tiene que hacer es tratar de proporcionar a los trabajadores esas cualidades proporcionando cada vez más formación. (Formación continuada) provocando el fenómeno de la sobre educación, es decir, de jóvenes con unas aptitudes y actitudes muy por encima de las necesidades del mercado de trabajo. Y Actitudes:
rasgos de carácter que interesan a las empresas, disponibilidad y entrega a emplearse en cualquier cosas, lugar, flexible al trabajo, las expectativas personales quedan subordinadas al trabajo, disciplina, sacrifico y polivalencia.
La formación y las actitudes que tienen que tener los individuos frente al empleo pueden ser:
Tener flexibilidad personal, para cualquier empleo que se les presente.
Entendida como la capacidad para adoptar una actitud positiva frente a los golpes de la vida, la adversidad, la responsabilidad… No se trata de cambiar la adversidad sino a la propia persona, lo que hace que disminuya la capacidad de protesta y de lucha por cambiar la situación actual.
Es aquí donde aparece el termino empleabilidad. No se trata de que el Estado cree o resuelva los problemas de empleo sino de que los individuos sean empleables mejorando su capacidad individual de inserción en el mercado de trabajo y sus competencias.
Por tanto, podemos decir que el Estado ha pasado de ser el que garantizaba el empleo o al menos unos ingresos mínimos para los desempleados a centrarse en la empleabilidad de la fuerza de trabajo.