Portada » Filosofía » Política Marxista: Claves y Fundamentos del Marxismo
Introducción
Frederick Engels describió una clara imagen de la política marxista y la razón suprema para la revolución: «el Estado es sólo una máquina para la opresión de una clase por otra.»1
En el marxismo, la lucha para controlar las fuerzas de producción es la fuerza dinámica detrás del desarrollo humano. El sistema económico determina otras características de una sociedad, incluyendo su estructura política. Para Carlos Marx, la «estructura económica de la sociedad [es] la verdadera base en donde se apoya la moral, las superestructuras legales y políticas y con la cual se corresponden formas definidas de consciencia social.»2
Por esto, para un marxista, sistemas políticos particulares están basados, y surgen, de sistemas económicos particulares. Una economía socialista, por lo tanto, coloca la base para una verdadera democracia (aunque una forma «impura» de democracia sí existe en naciones capitalistas). Verdadera democracia no es el objetivo de la política marxista, y de hecho, los marxistas ven la democracia como poco más que un mal necesario. V.I. Lenin explica: «La democracia es un estado que reconoce la subordinación de la minoría por la mayoría, es decir, una organización para el uso sistemático de la fuerza por una clase contra la otra, por una sección de la población contra la otra.»3 Esta definición de la democracia es consecuente con el énfasis marxista sobre la lucha de clases.
Cuando se trata de política marxista, los marxistas ven el mundo como una lucha entre la burguesía (dueños de la propiedad privada y de los medios de producción) y el proletariado (trabajadores), con la economía como la base en la que el resto de la sociedad es construida. Los marxistas creen que el Estado es una arena en la que los ricos y los pobres luchan. Por esto, los marxistas ven como indeseable a un Estado o república democrática, especialmente en un sistema económico capitalista. Según Engels: «El Estado moderno, sin importar su forma, es esencialmente una máquina capitalista.»4 Esta «máquina» es un Estado inaceptable, ya que se enfoca tan claramente en explotar a sus ciudadanos.
En una sociedad socialista, el modo de producción no explota a sus ciudadanos hasta el punto que lo hace el capitalismo, y por esto, favorece un sistema político menos explotador. Los gobiernos socialistas tienden a desalentar el antagonismo de clases ya que ellos están basados en sistemas económicos que están cerca de abolir las diferencias de clases. Esta naturaleza menos explotadora de gobierno hace a la democracia más genuina, y al socialismo más atractivo que el capitalismo. Sin embargo, el socialismo todavía carece de varios factores del Estado ideal del comunismo.
El Estado ideal para el marxista es ningún Estado, ya que cualquier gobierno (ya sea una democracia o una dictadura) es un vehículo para mantener el antagonismo de las clases. Marx dice: «El poder político es simplemente el poder organizado de una clase para oprimir a la otra.»5 El Estado existe, por lo tanto, porque el antagonismo de clases existe. Una vez que el antagonismo de clases es erradicado, el Estado ya no será necesario. Lenin dice: «Según Marx, el Estado no podría surgir ni mantenerse si una reconciliación de clases fuera posible.»6
En la percepción marxista del desarrollo social humano, el Estado evolucionó en un punto en la historia cuando fue necesario, y dejará de existir cuando ya no sea necesario para la sociedad. Es un mero fenómeno transitorio. Engels dice: «El Estado es. . . simplemente un producto de la sociedad en cierta etapa de la evolución.»7
Los marxistas creen que «sólo el comunismo hace al Estado absolutamente innecesario, porque no hay nadie a suprimir. . .»10 El comunismo debe ser establecido en todo el mundo para que los marxistas consideren haber alcanzado sus fines políticos, y en ese momento en la historia, el Estado se desvanecerá completamente. Si el Estado existe en alguna parte del mundo, entonces las clases todavía existen como una amenaza a una sociedad completamente sin clases.11
La política marxista termina con el establecimiento del comunismo mundial como un nuevo orden mundial y la disolución del Estado – éstos son pasos evolutivos inevitables. En el mismo sentido en que los humanos, las sociedades, las economías, y la política evolucionan, así también el nuevo orden mundial es un avance evolutivo sobre pasadas naciones, estados, tribus, y otras distinciones de raza o de clases.