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La dictadura de Primo de Rivera
Introducción:
El 13 de septiembre de 1923, el capitán general de Cataluña, dio un golpe de Estado y suspendió las garantías constitucionales. Los motivos que se utilizaron para justificar dicho golpe fueron: la violencia social, la radicalización del catalanismo, el descredito de un sistema parlamentario, la inexistencia de una oposición política eficaz, etc. El desastre de Annual empeoró la situación, responsabilizando así al propio monarca. El golpe fue aprobado por el rey Alfonso XIII y la burguesía industrial, así pues, el ejército instauro una dictadura militar. Algunos de los ideólogos del nuevo régimen destacaron el fascismo italiano de Mussolini, pero dicha dictadura no fue un régimen fascista. Primo de Rivera no accedió al poder con un partido de masas con un credo doctrinal y programas concretos, si no que estableció una dictadura militar autoritaria, condicionada por su personalidad de dictador.
Desarrollo:
En principio, Primo de Rivera asumió todos los poderes al frente de un directorio militar que dejó en suspenso la Constitución, disolvió las Cortes, prohibió los partidos políticos y censuro la prensa. Disolvió las diputaciones mientras que los gobiernos civiles provinciales fueron cedidos a los militares y los alcaldes eran nombrados por el gobierno. Para restablecer el orden social se abolieron las libertades y se intensificaron las acciones de represión contra los grupos radicales del movimiento obrero, así como contra los nacionalismos periféricos como anticatalanistas. Se prohibió el uso público del catalán. El problema marroquí se resolvió favorablemente gracias a la ofensiva conjunta hispano-francesa. Esto significó la rendición de Abd-el-Krim, lo que potenció la influencia del sector africanista dentro del ejército.
La victoria en Marruecos afianzó el poder personal de Primo de Rivera, quien consiguió a su vez una cierta popularidad por instaurar la paz social. Intentó sustituir el directorio militar por uno civil con el fin de institucionalizarlo. Este se constituyó en 1925, integrado principalmente por militares y miembros de la Unión Patriótica. Inició una política social y económica intervencionista, que logró un aparente éxito. Esta coyuntura económica mantuvo el régimen hasta 1930.
El Estado orientó su política económica a fomentar las obras públicas y la creación de grandes monopolios. Practicó el proteccionismo arancelario para favorecer a los empresarios españoles. El aumento de las obras públicas (mejoría de carreteras, ferrocarril, electrificación y regadío) favoreció a algunos sectores industriales, que en caso de que no fueran rentables, eran financiados con capital público. Los monopolios se beneficiaron con la política proteccionista.
Cabe destacar la cesión del monopolio
telefónico a una empresa norteamericana que creó la Compañía Telefónica Nacional de España en 1924, y la creación de la Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleos en 1927. Esta política fue espectacular a corto plazo, per a lo largo supuso un enorme gasto público lo que desequilibro la Hacienda del Estado. La ausencia de reformas en la agricultura mantuvo al sector español en un atraso secular. Esta situación dificulto la expansión industrial.
La política social se caracterizó por la represión de los sindicatos y por un cierto reformismo social que introdujo algunas mejoras en la situación de los trabajadores: seguro de enfermedad, descanso dominical, viviendas protegidas… El Estado creó la Organización Corporativa Nacional que integraba a obreros y patronos en comités paritarios. Su objetivo era principalmente evitar la conflictividad social regulando las condiciones laborales y controlando el movimiento social.
Conclusión:
Con la ilegalización de los partidos, las primeras voces que se alzaron contra la dictadura provinieron de los intelectuales, de los cuales la mayoría se habían exiliado o habían sido desterrados. L universidad también se unió a esta oposición con organizaciones como la Federación Universitaria Escolar, con tendencias republicanistas. La oposición alcanzó todos los sectores políticos en 1925:
* Socialismo: osciló entre los partidarios que estaban a favor de la tolerancia que el régimen les ofrecía y los que se oponían radicalmente. La UGT participó en los comités paritarios para conseguir mejoras laborales y mayor influencia en las empresas
* Anarquismo: con la CNT prácticamente desarticulada sufrió la escisión de su sector más radical, que creó la Federación Anarquista Ibérica, grupo partidario de la insurrección y la violencia.
* Catalanismo: se radicalizó y se decantó hacia la izquierda como respuesta a la represión. Protagonizó algunas acciones de gran impacto internacional.
* Republicanos: aunque seguían divididos, fundaron la Alianza Republicana (1926) y junto con el socialismo se perfilaron como única opción verdaderamente renovadora, ya que aglutinaron el movimiento opositor.
A partir de 1928, se intensificaron las críticas a la dictadura a causa de la crisis económica que afectaba a todos los sectores de la sociedad, agitación social, acciones de protesta de la universidad, retirada de confianza de militares hacia el dictador. Este clima de malestar y oposición al régimen, el rey Alfonso XIII, retiró su apoyo a Primo de Rivera, quien finalmente dimitió el 28 de enero de 1930. Fue sustituido por el gobierno de Dámaso Berenguer. Con ese gobierno el rey pretendía volver al sistema de la Restauración, restituyendo la Constitución de 1876 y convocando elecciones. El
cambio de sistema político era ya inevitable. El 16 de abril de 1931 se crearía la II República.