Portada » Lengua y literatura » Poesía y Teatro del Siglo de Oro Español: Góngora, Quevedo y Lope
Durante el siglo XVII, los poetas reflejan la contradicción y una nueva realidad pesimista que impregnan la época barroca.
La lírica barroca hereda los temas de la lírica renacentista, pero introduce modificaciones como consecuencia del cambio de visión:
Se utilizan tanto las formas cultas heredadas del Renacimiento como otras de carácter popular:
Luis de Góngora y Argote presta su nombre al movimiento, conocido también como gongorismo. Sus poemas extreman los recursos del culteranismo hasta la condición de “poesía-límite”.
Luis de Góngora y Argote nació y murió en Córdoba. Recibió las órdenes menores y, cuando se estableció en la corte, fue nombrado capellán honorario de Felipe III. Su vida estuvo marcada por la literatura y por sus grandes amistades y enemistades literarias.
Suele distinguirse en su obra dos facetas o maneras: una en la que se muestra como un poeta relativamente sencillo (el llamado Príncipe de la luz) y otra en la que se presenta como un poeta oscuro y casi incomprensible (El príncipe de las tinieblas). No obstante, ambos aspectos, el de carácter culto y el de tipo popular, se dan a lo largo de toda su producción.
Francisco de Quevedo y Villegas fue un gran lector y hombre de vasta cultura; hablaba portugués, italiano y francés, y conocía el griego, el latín y el hebreo. Su carácter sarcástico e irónico esconde un profundo sentimiento de desengaño ante la realidad de su tiempo.
Nació en Madrid en el seno de una familia cercana a la corte. Su vida transcurrió en gran medida en este ambiente; realizó misiones políticas y diplomáticas en Italia. Su implicación en las intrigas políticas y su pluma crítica le causaron problemas, pasando los últimos cuatro años de su vida encarcelado en San Marcos (León), acusado de escribir versos ofensivos contra el valido del rey. Murió poco después de ser liberado en Villanueva de los Infantes.
Su obra poética es muy variada y en ella funde elementos opuestos: lo noble con lo plebeyo, lo moral con lo burlesco.
Quevedo también destacó como prosista en diversos temas:
Félix Lope de Vega Carpio nació en Madrid en 1562. Su vida fue una sucesión de aventuras, intensos amores, trabajos literarios y apuros económicos. De carácter apasionado, intervino activamente en la vida literaria de su época; destacan las polémicas que mantuvo con otros ingenios como Cervantes y Góngora.
Su vida amorosa fue tan intensa y tumultuosa que le acarreó problemas con la justicia en más de una ocasión.
Su profunda religiosidad, especialmente en la madurez, le hizo ordenarse sacerdote, y gran parte de su obra poética de esta etapa se centra en un profundo sentimiento religioso.
Tuvo amigos muy influyentes en la nobleza que actuaron como mecenas. Falleció en Madrid en 1635, gozando de una enorme fama.
Lope escribió infatigablemente, abordando todos los temas posibles. En su obra, vida y literatura a menudo se confunden, como expresó en su famoso soneto “Un soneto me manda hacer Violante”, o en los versos dedicados a Elena Osorio, una de sus amantes (“Filis”).
El amor es uno de los temas recurrentes en su poesía y teatro. Composiciones como el soneto “Ir y quedarse y con quedar partirse” reflejan la vivencia apasionada y a veces contradictoria del sentimiento amoroso.
Góngora le dedicó uno de sus versos más conocidos en una sátira: “Potro es gallardo, pero va sin freno”. Sin embargo, a pesar de las polémicas, Lope también demostró tener respeto y admiración literaria por sus contemporáneos.
Al duque de Sessa (no Alba como indica el texto original, Sessa fue su principal mecenas y confidente), le dedicó numerosos versos y cartas donde se refleja su relación.
En sus Rimas Sacras, Lope expresa su arrepentimiento y devoción, como en el célebre soneto “¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?”, donde dialoga con un Jesús que espera pacientemente su respuesta.
Lope cultivó casi todos los géneros literarios de su tiempo: escribió poesía lírica, épica, satírica, narrativa en prosa y en verso, y sobre todo, teatro, género en el que es más conocido y figura cumbre.
Las Rimas (1602) y las Rimas Sacras (1614) son obras recopilatorias clave. Las Rimas Humanas incluyen textos poéticos de muy variadas formas: sonetos, églogas, epístolas e incluso su tratado sobre dramaturgia, el Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo. Trató temas amorosos, mitológicos, bíblicos y artísticos. Destacan especialmente sus sonetos por su naturalidad y musicalidad.
En narrativa, destaca la novela pastoril La Arcadia y la novela tipo bizantino El peregrino en su patria.
Las comedias son lo más representativo y voluminoso de su obra teatral. Creó un modelo teatral, la “Comedia Nueva”, que rompió con las normas clasicistas y conectó con los gustos del público español. Este género surgió de la unión de la tradición teatral española anterior, la influencia de la Commedia dell’arte italiana y el teatro del Renacimiento español. Lope añadió su genio y su extraordinaria sensibilidad para captar los gustos del público. Dramaturgos posteriores como Tirso de Molina o Calderón de la Barca siguieron el camino marcado por Lope.
Las obras teatrales de Lope y sus seguidores se caracterizan por los siguientes rasgos:
Los personajes de la Comedia Nueva constituyen una muestra de los valores, creencias y actitudes más comunes de la sociedad española del siglo XVII. A menudo funcionan como arquetipos. Los personajes más destacados son: