Portada » Español » Poesía y Prosa del Siglo XV en España: Un Análisis Literario
La poesía culta del siglo XV recoge características de la poesía trovadoresca medieval. Son las siguientes:
En el siglo XV aparecen los cancioneros, colecciones poéticas que pueden llegar a ser muy extensas y compiladas. El cancionero más interesante es el Cancionero de Baena, de Alfonso de Baena. Es una amplia representación poética, incluyendo muestras de poesía gallego-portuguesa, poemas alegóricos de influencia dantesca, canciones amorosas y poesía moral, religiosa, política y social.
En el siglo XV surge un grupo importante de poetas, entre los que destacan Juan de Mena y el marqués de Santillana.
La poesía del marqués de Santillana refleja variadas influencias, dado su conocimiento de los clásicos y de la poesía italiana y provenzal. Trató de introducir en nuestra poesía el soneto, en sus Sonetos fechos al itálico modo. Los mayores logros de este autor los encontramos en la poesía alegórica, con influencias de la Divina Comedia de Dante y de autores como Petrarca y Boccaccio. Santillana también es el autor de las serranillas, composiciones que narran los encuentros amorosos con una serrana en zonas de la montaña. Estos poemas recogen dos tradiciones: la pastorela provenzal y la serrana.
La gran obra de Juan de Mena es el Laberinto de Fortuna, un extenso poema alegórico que se caracteriza por la latinización de su léxico y su sintaxis. En la obra, el rey Juan II intenta dotar al castellano de la dignidad del latín.
El poema que ha dado fama a Jorge Manrique son las Coplas a la muerte de su padre, en las que el poeta parte del hecho de la muerte de su padre y del género elegíaco para hacer una reflexión sobre el sentido de la vida, la muerte, el paso del tiempo y el consuelo de la vida eterna.
La elegía manriqueña está dividida en tres partes, con una estructura que va de lo general a lo particular. En la primera parte se hace una reflexión general sobre la vida, el paso del tiempo y la muerte. En la segunda se recurre a ejemplos contemporáneos del autor y se utiliza en algunas coplas el ubi sunt?. En la tercera parte, Manrique se centra en la figura de su padre. Primero elogia su trayectoria como caballero y después narra su encuentro con la muerte.
Cuarenta estrofas denominadas coplas de pie quebrado. Cada una de ellas consta de 12 versos, agrupados en dos sextillas que combinan octosílabos y tetrasílabos con rima consonante de la siguiente manera: 8a 8b 4c 8a 8b 4c y 8d 8e 4f 8d 8e 4f.
El rasgo más significativo de las Coplas es su capacidad de aunar la tradición medieval con algunos aspectos renacentistas.
Durante el siglo XV, la prosa se desarrolla notablemente y se enriquece con asuntos diversos. La influencia del humanismo italiano y el interés por las lenguas clásicas hacen que los escritos en prosa presenten rasgos latinizantes.
Los cambios políticos y sociales de este siglo se reflejan en las numerosas crónicas de los reinados de Juan II, Enrique IV y de los Reyes Católicos. A este género de la crónica se une uno nuevo, la biografía, marcado por el creciente interés por el individuo. La prosa didáctica incluye obras de muy diversa índole: de tema religioso, filosófico-moral, estudios filológicos… La figura más importante es Elio Antonio de Nebrija, autor de la primera gramática de una lengua romance, la Gramática de la lengua castellana. En la literatura de este siglo encontramos una serie de obras centradas en la mujer, como el Arcipreste de Talavera.
En esta época destacan dos tipos de géneros: los libros de caballerías y la narrativa sentimental.