Portada » Lengua y literatura » Poesía de los años 40
La poesía se encaminaba en los años 30 por nuevas sendas. La poesía pura estaba en retroceso y se iba extendiendo el concepto de rehumanización o vuelta al hombre. Se cultivó la poesía intensamente, porque sirvió de arma de propaganda y de combate; sin embargo, en cantidad y calidad la producción fue mayor en el bando republicano, permitía enfoques de mayor riqueza ideológica. Tras la Guerra Civil la situación es totalmente distinta, Unamuno muere, García Lorca es asesinado, Antonio Machado moría en el destierro, Miguel Hernández está en la cárcel y la mayor parte de los intelectuales están en el exilio. El conocimiento que se tiene de los poetas exiliados es pobre y tardío, en ellos se observa el amor a la patria, con dos tonos diferentes: uno apasionado y desgarrado y otro tono más nostálgico. Es una poesía más honda y reflexiva, aparecen nuevos temas y se recupera el espacio interior y personal del poeta.
Los poetas en el exilio, son poetas que apenas habían iniciado su obra antes de la guerra o que la compondrán toda en el exilio. Algunos rasgos comunes son el tema de la patria perdida que en un primer momento evoca la lucha, las ilusiones, la derrota; posteriormente estos rasgos ceden el terreno a la dolorida nostalgia, a los recuerdos y al ansia de volver. Se incrementará el cultivo de otros temas como son las preocupaciones del hombre. En el caso de Miguel Hernández , su vida fue truncada trágicamente por la guerra. Es un poeta que sabe conjugar la fuerza de la inspiración con el arte más riguroso, el arranque popular y las técnicas más sabias. En su breve trayectoria se observan varias etapas: en sus inicios con la necesidad de una rigurosa disciplina poética, coincide con la moda gongorina. Surge así Perito en lunas. La plenitud poética la alcanza con un libro donde se observan tres temas: la vida, el amor y la muerte, en el centro el amor. Un anhelo vitalista que se estrella contra las barreras que se alzan a su paso. Su obra es El rayo que no cesa. Escrito en sonetos en donde el desbordamiento emocional queda limitado por la concentración expresiva. Llega la guerra, es la etapa de la poesía comprometida, Vientos del pueblo, Aceitero o El hombre acecha. Finalmente en la cárcel escribe Cancionero y romancero de ausencias, dentro de la lírica popular nos habla del amor a la esposa y al hijo. Tras la Guerra Civil sólo tres poetas del 27 permanecen en España, Dámaso Alonso, Gerardo Diego y Vicente Aleixandre, Miguel Hernández y los llamados poetas de la generación del 36. En España se intenta crear una poesía artificiosamente heroica siguiendo el modelo de Luis Rosales, Felipe Vivanco. Son poetas unidos por la amistad y la poesía. Fundan la revista llamada “Escorial”. Vuelta al intimismo, temas como el amor, el paisaje, sentimientos firmes en lo religioso. El mundo con sentido, si hay dolor es un dolor mesurado. Formalismo clasicista, parte de la métrica tradicional y de las fórmulas del Siglo de Oro español. Estructuras de serenidad, armónicas. Lenguaje sencillo, cotidiano. En 1943 un grupo de escritores funda la denominada revista “ Garcilaso”, el título de la revista pretendía trazar un paralelismo histórico con el poeta del s.XVI. Visión castrense, imperial, caballeresca y amorosa de la vida, al mismo tiempo la poesía tomaba aires neoclásicos con el cultivo del endecasílabo y del soneto. Se trataba de crear una poesía oficial de acuerdo con los intereses del régimen. En 1944 se produce el inicio de la poesía de posguerra. Son poetas del 27 los que renovaron la poesía, hablamos de Dámaso Alonso y Vicente Aleixandre. El primero publica Hijos de la ira que fue el gran libro del decenio. El cambio de signo poético estaba en el ambiente, y fue este poeta el que logra dar cauce a todas estas inquietudes. Lejos de la serenidad y la evasión vertía su angustia en una poesía desarraigada. Son poetas que se sienten angustiosamente instalados en la España del momento, lejos de la armónía y serenidad. El impacto del libro fue decisivo. El versículo se opone al verso tradicional, el poema largo y libre frente a la simetría garcilasista. Vicente Aleixandre publica Sombras en el paraíso, donde se refleja el mito del paraíso perdido y no alcanzado. Revistas como Corcel o Espadaña encarnaron la reacción contra los garcilasistas. Los poetas que escriben en esta revista se caracterizan por enlazar con la generación del 27 y con la poesía de Cesar Vallejo y Pablo Neruda. Contribuyen al proceso de rehumanización de la lírica de posguerra a través de una poesía comprometida con la realidad existencial e histórica del hombre. Posteriormente evoluciona hacia una poesía social. Sirvió, además, de vínculo expresivo a la primera generación de posguerra. La corriente realista desembocó en la poesía social, tendencia predominante de la literatura española durante la década de los 50. Es considerado un arte de urgencia que se ve motivado por la situación sociopolítica del país, a cuya transformación quiere contribuir mediante la denuncia de la opresión y la injusticia. Concepción realista de la literatura que implica una visión histórica. El escritor como hombre debe comprometerse, tomar partido por problemas que vive en sociedad. El tema es España con el inevitable recuerdo de la Guerra Civil. La poesía se define como comunicación y se dirige a la “ inmensa mayoría”. Su fin es instituirse en testimonio crítico de su época, redimir a los humildes y transformar la sociedad en otra más justa. Tono narrativo y estilo sencillo, coloquial y directo que, en los casos extremos, puede caer en el prosaísmo, el verdadero poeta acabará por descubrir los valores poéticos de la lengua viva. Blas de Otero, es el autor más importante, su obra preside y resume las etapas cubiertas por la poesía española durante varias décadas. Trayectoria del yo al nosotros. Paso de lo existencial a lo social. Sus primeras obras son un ciclo dominado por angustiosos desarraigo que estalla desde el inicio. La promoción de los años 60, es un grupo de escritores nacidos entre 1925 y 1938, poetas como José Agustín Goytisolo, Carlos Barral, Gil de Biedma, Francisco Brines, Claudio Rodríguez, etc. La variedad es lo más destacable en este grupo.Voluntad de encontrar nuevos caminos, desapego de la poesía social desde punto de vista estético. Fuerte preocupación por el hombre, aunque huyen del tratamiento patético del tema. Retorno a la intimidad, el fluir del tiempo, evocación nostálgica de la infancia, amistad, experiencias eróticas. Creación y consolidación de la poesía de la experiencia personal. Es en el lenguaje donde se hacen las aportaciones más visibles, rechazan el patetismo de la poesía desarraigada y el prosaísmo de la poesía social. Rigor estilístico, afán por la obra bien hecha, exigente labor de depuración del lenguaje, nuevo y personal de cada poeta; lenguaje íntimo pero contenido por el pudor.