Portada » Geografía » Planificación Regional: El Uso del Suelo en Áreas Urbanas
Las actividades se clasifican según el comportamiento de los individuos, las familias, las instituciones o las empresas, que se manifiestan en formas espaciales y tienen un significado para el planeamiento del uso del suelo.
Existe una tipología general simplificada, ya que las actividades se amplían e interconectan a medida que los estudios son más detallados.
AGENTES |
TIPO DE ACTIVIDAD |
SISTEMAS DE ACTIVIDAD |
Empresas |
Actividades productivas |
Actividades productivas de bienes y servicios a otras empresas, instituciones, familias o individuos. |
Instituciones |
Actividades para el bienestar común. |
Servicios básicos: policía, bomberos, agua, cloacas, electricidad. Desarrollo humano: educación, culto, salud, recreación. |
Familias o individuos |
Actividades residenciales. |
Trabajo, recreación, Abastecimiento, actividades sociales, actividades familiares y comunitarias. |
El estudio de las empresas o instituciones, tratándose de un número menor y localizado de entidades, que desarrollan un tipo de actividades más o menos institucionalizadas, plantea situaciones cuyo estudio puede encararse a partir de sistemas formales ya preestablecidos, o procedimientos definidos.
Para las familias, el estudio de las actividades es más complejo, ya que el sistema social, con sus características culturales variadas, tiene formas de conducta caprichosas y discontinuas, afectando su localización en el espacio.
Los requerimientos de espacios para la localización de las actividades surgen de las interacciones entre las necesidades básicas de familias, instituciones y empresas, dentro del área urbana y fuera de ella. Y están relacionados con la seguridad, salud, conveniencias, situaciones económicas, sociales y amenidades generales de la vida urbana.
Habiéndose establecido los requerimientos de localizaciones, se estiman las cantidades de suelo necesarias para cada uso.
El suelo es un recurso natural, que cuando es soporte de actividades primarias se llama “suelo rural” y
cuando es soporte de actividades secundarias y terciarias da lugar al “suelo urbano”. Así el suelo puede considerarse como insumo, cuando es empleado para la producción de otros bienes (actividades agropecuarias, forestales, mineras) y también como sustento de equipamientos e infraestructuras. En el primer caso es empleado productivamente para el desarrollo de actividades primarias. En el segundo caso, sólo como sustento de actividades secundarias y terciarias, cuya localización es predominantemente urbana, en tanto, las otras se desarrollan en áreas rurales.
Asimismo, el suelo en sí, posee ciertos atributos, entre los cuales podemos mencionar:
Existen tres áreas funcionales en el complejo urbano: trabajo, vivienda y recreación.
Las principales zonas de trabajo son las partes de la ciudad dedicadas a manufacturas, comercio, servicios; las áreas de vivienda son las comunidades residenciales y sus servicios auxiliares (supermercados, áreas de juego, parques locales, escuelas elementales), las zonas de recreo, incluyen los usos culturales, educacionales y de recreo más importantes (museos, salas de concierto, complejos culturales superiores, bibliotecas, grandes parques, deportes).
Las necesidades de espacio urbano y la estimación de las superficies necesarias para el desarrollo de las distintas actividades, se realizan tomando en cuenta los siguientes puntos, para cada grupo de las mismas:
El caso de las áreas industriales planificadas (parques), plantean una situación específica que requiere una estimación derivada del diseño particular que se haga de las mismas.Negocios (comercio minorista).Es el problema más difícil y complejo, en especial, por la congestión del tránsito y la falta de espacio para estacionamiento en las principales áreas urbanas.La secuencia del análisis para las necesidades son:
Servicios.Tienen características diversas: Centro Cívico, correos, oficinas públicas, bancos; requieren accesibilidad por parte del público y, generalmente, se encuentran agrupados en las áreas centrales o en los subcentros.De igual modo, las instalaciones portuarias, bomberos, estaciones de servicios, basuras, cementerios, aeropuertos, usinas, requieren de estudios de superficies especiales.Los Centros Cívicos, son generalmente, marginales respecto a las zonas de comercio y unidos a buenas vías con el resto de la trama urbana. Los edificios estatales, museos, auditorios, teatros, forman parte del conjunto.Los subcentros se apoyan en radios menores y están en ellos las sucursales sanitarias, bancarias, policiales, bibliotecas, escuelas, etc.Áreas de recreo.Los usos para recreación son dos, divergentes en cuanto a su localización:
Los sistemas de espacio libre dentro de la ciudad dependen del carácter del terreno y de los suelos considerados antieconómicos para otros usos.
De todas las funciones o actividades urbanas, la de habitar adquiere una primacía evidente, ocupando las residencias lo esencial del espacio urbano. Por ser una función básica de la población, tiene un alto significado en el uso del suelo urbano. Son las mayores consumidoras del espacio urbano (alrededor del 35 al 40%).
Las relaciones entre la función habitar y las otras que se cumplen en la ciudad, se traducen en desplazamientos entre:
Estos flujos presentan dos características:
Resultan de ello fenómenos de saturación y pérdidas de tiempo para el usuario urbano. Estos desplazamientos juegan como dos tensiones de intensidad variable y se plantean a aquel en términos de ACCESIBILIDAD:
A su vez, existen otras relaciones de la función habitar que originan problemas que se plantean en términos de accesibilidad, como por ejemplo, la accesibilidad al centro (varía con el modo de vida y el ingreso del grupo familiar) y la accesibilidad a los establecimientos universitarios o especializados.
En resumen, la accesibilidad es un factor muy complejo de la localización residencial, existiendo, además otros factores como: el precio de los terrenos, la configuración del suelo, el asoleamiento, la exposición a los vientos dominantes; los niveles de ingresos, los gustos y, finalmente, la política oficial en materia de vivienda.
El análisis de las demandas de suelo no puede separarse de los requerimientos de localización y espacio para otros usos (comerciales, educativos, recreativos locales). Va acompañado de los conceptos de densidad (habitantes por hectárea), localización y características de las zonas residenciales propiamente dichas. Una situación particular la configuran los grandes conjuntos de viviendas, individuales, colectivos y mixtos (Planes FONAVI, p. ej.)
La secuencia del análisis es la siguiente:
La unidad clave es la familia (estadísticamente el Hogar Censal); el total de ellas que requieren vivienda se convierte en equivalente de superficie.
Entre los aspectos a analizar y determinar, que adquieren relevancia podemos citar:
Formulación de políticas, objetivos y estrategias.
Se fijan, finalmente, las prioridades de acción en función de los recursos disponibles y las características y tendencias de la población, en el marco del – necesario – Plan de Ordenamiento General del asentamiento urbano.
1 Edafología: ciencia que trata de la naturaleza y condiciones del suelo, en su relación con los seres vivos, especialmente con los microorganismos y con las plantas.