Portada » Historia » Partidos Políticos en España: Financiación, Afiliación y Evolución en Cataluña
La creación de los partidos políticos es un derecho de los ciudadanos, pero está sujeta a una serie de requisitos legales. Los partidos son creados por personas físicas, mayores de edad y que no hayan sido condenadas por asociación ilícita. El procedimiento para su constitución incluye la firma de un acta fundacional y de los estatutos, y la posterior inscripción en el Registro de Partidos Políticos.
Los tribunales pueden determinar la ilicitud de un partido político y proceder a su suspensión o disolución. Esto puede ocurrir por causas como la violación de los principios democráticos, la vulneración de derechos fundamentales, la promoción o legitimación de la violencia, la justificación del terrorismo, la utilización de simbología compartida con grupos terroristas o la realización de homenajes a terroristas.
El sistema de financiación de los partidos políticos en España es mixto, es decir, combina la financiación pública y la privada. Este modelo es habitual en muchos países democráticos, aunque la proporción entre ambas fuentes de financiación puede variar.
La financiación de los partidos políticos se justifica como un mecanismo para garantizar el correcto funcionamiento de la democracia.
La afiliación a un partido político es un acto voluntario. Nadie puede ser obligado a afiliarse o a permanecer en un partido en contra de su voluntad.
La organización y el funcionamiento de los partidos políticos deben ser democráticos. Los cargos del partido deben ser elegidos por sufragio libre y secreto. La Asamblea General, formada por el conjunto de los afiliados, es el órgano superior de gobierno del partido.
En las Comunidades Autónomas (CCAA) existe un sistema de partidos propio, ya que tienen elecciones parlamentarias autonómicas. En algunas CCAA, además de la competencia entre partidos de izquierda y derecha, existe una competencia entre partidos de ámbito nacional y regional o nacionalista. Estas dinámicas propias se generan a partir de sus propias elecciones.
Los grupos de interés son asociaciones voluntarias que tienen como objetivo influir y presionar al poder político en la toma de decisiones. Defienden intereses concretos de su sector, suelen tener una organización formal y utilizan medios convencionales para relacionarse y comunicarse con el poder político.
La cultura política es una estructura de creencias que modela el sistema político y que tiende a ser estable en el tiempo. Es la particular distribución de las pautas de orientación hacia objetos políticos.
La cultura política tiene una dimensión individual, ya que cada persona tiene su propio universo político, y también una dimensión colectiva, ya que se vive en comunidad.
La cultura política se transmite mediante mecanismos y procesos de socialización política. Puede ser una transmisión que sigue herencias recibidas o puede ser una cultura política fruto de un cambio, a partir de la experiencia.
Los agentes de socialización política más importantes son la familia, el colegio y los medios de comunicación. Estos agentes nos informan, nos dicen qué es relevante y pueden influir en nuestra forma de pensar y actuar en el ámbito político.