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TEMA 7. EL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN.
1. INTRODUCCIÓN.
A finales del siglo XIX, la reforma liberal se encontraba con un obstáculo insalvable. La Restauración es el intento de conciliar los dos extremos. Es una recomposición del sistema político español. La pieza clave era la vuelta de los borbones al trono de España y el fortalecimiento de la monarquía.
2. BASES SOCIALES DE LA RESTAURACIÓN.
El sistema ideado por Cánovas del Castillo se correspondía en las líneas marcadas durante las etapas moderadas del periodo isabelino; por tanto, es el conservadurismo lo que mejor define las primeras etapas de la Restauración. Y era lógico que fuera así. Fueron estos los mandos militares, la burguesía terrateniente y los hombres de negocios. A estos grupos se sumaron después del Sexenio los sectores industriales, los profesionales urbanos, los altos mandos de la administración, los mandos militares y las altas jerarquías eclesiásticas. También la Iglesia y el ejército acabarían apoyando el nuevo régimen.
3. BASES POLÍTICAS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN.
3.1. EL PARTIDO CONSERVADOR Y LIBERAL.
Los partidos políticos dinásticos fueron uno de los principales pilares del régimen. Los principales fueron dos: el Partido Conservador y el Partido Liberal.
El Partido Conservador fue uno de los del turno establecido por Cánovas. Tras su asesinato le sucedió Francisco Silvela. En diciembre de 1875, alcanzó el poder Cánovas. Defendía el sufragio censitario, el exclusivismo de la religión católica, restricciones en la libertad de cátedra y de prensa con la introducción de la censura y el proteccionismo económico.
El Partido Liberal era el otro partido del turno pactado en el sistema de la Restauración. Su núcleo principal era el antiguo Partido Constitucional. Este partido luchó por la introducción del sufragio universal masculino, la libertad de cultos, la libertad de cátedra
y prensa y el librecambio. Sus líderes más destacados fueron Sagasta y Segismundo Moret.
Los partidos al margen del sistema era los carlistas, los republicanos, los federalistas, los nacionalistas. La tendencia republicana se subdividía en otras tres. La posibilista de Castelar, dispuestos a aceptar al régimen, mientras garantizase los derechos y libertades. Los federalistas de Pi y Margall y los catalanistas de Valentí Almirall.
3.2. LA CONSTITUCIÓN DE 1876.
La Constitución de 1876 fue la de mayor duración. Sus características principales son:
– El eclecticismo y flexibilidad del texto afectaba a todo el articulado, en esencia, se asemejaba a la Constitución de 1845.
– El texto constitucional recogía el esquema ideado por Cánovas.
La Constitución de 1874 es heredera de la moderada de 1845.
3.3. ALFONSO XII (1875-1885).
La llegada de Alfonso XII vino dada por una combinación de tres factores.
El Manifiesto de Sandhurst fue la pieza clave para lograr que la opinión pública aceptara la monarquía de Alfonso XII. El pronunciamiento de Martínez Campos en Sagunto a favor del Príncipe Alfonso daría por finalizado el régimen de transición del General Serrano.
4. EL FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA.
La Constitución debía garantizar la alternancia política de los dos grandes partidos dinásticos, mediante el ejercicio de un sufragio que alejase de la política los pronunciamientos militares. Se intentaba copiar el sistema británico. El sistema de turno de la Restauración se tradujo en la alternancia pactada entre las oligarquías caciquiles de las provincias. El encasillado consistía en la planificación de los resultados electorales por parte de las altas cúpulas y
el control o manipulación del proceso electoral para conseguir lo acordado. El turno o farsa canovista se ejecutaba a través de las elecciones amañadas de la siguiente manera. El Rey disolvía las cámaras, según la Constitución. Tras la destitución del gobierno y una vez nombrado el siguiente, un proceso con varias fases:
– Una vez nombrado un nuevo gobierno por parte del monarca se convocaban las elecciones para procurarle una mayoría que le permitiera gobernar.
– Convocadas las elecciones, el Ministro de Gobernación organizaba la farsa con los Gobernadores Civiles y los caciques comarcales. El primero recibía las directrices desde Madrid, que transmitía a los alcaldes locales y los caciques comarcales; y estos, organizaban las votaciones. En caso de que faltasen votos para que saliese el candidato designado de antemano por el ministro de gobernación, entonces se recurría al pucherazo.
4.1 EL GOBIERNO DE CÁNOVAS.
El gobierno de Cánovas llenó la segunda mitad de la década de los 70. La acción del gobierno se centró en reforzar el control del Estado.
Dejando de lado la Constitución de 1876, destaca el proceso de pacificación desarrollado durante esta etapa. En 1876 finalizaba el conflicto carlista que tuvo como consecuencia la reforma del régimen foral vasco. Los fueros vascos fueron modificados o abolidos. Esta medida que consolidaba el centralismo del estado. Serrano había reducido los últimos focos cantonalistas. El fin de la Guerra Carlista permitió enviar más hombres a la isla que se consiguió pacificar con la Paz de Zanjón de 1878.
Las reformas administrativas y políticas trataban de reforzar el control del Estado, entre las medidas tomadas destacan:
– La Ley de Imprenta de 1879, que consideraba delito cualquier crítica a la monarquía o al sistema político de la Restauración.
– La Ley Electoral de 1876 restablecía el sufragio
censitario. – La Ley de Ayuntamientos de 1876 permitió controlar dichos órganos.
– Los sindicatos y asociaciones obreras continuaban en la clandestinidad.
4.2. EL GOBIERNO DE SAGASTA.
La alternancia se inició en 1881, con la llegada de los liberales al poder. Las tensiones provocadas por la política restrictiva de Cánovas llevaron al poder al Partido Liberal. Ante la crisis Sagasta permitió que las asociaciones obreras y republicanas se reunieran con libertad. Tres hechos precipitaron la caída de su gobierno y dieron paso a un periodo conservador:
– En Andalucía fueron magnificados.
– La huelga de tipógrafos de Madridincapacitó al gobierno para frenar la crisis económica de 1882.
– El intento de pronunciamiento republicano de 1883.
Tras este intento el Rey decidió cesar y encargó un nuevo gobierno a Cánovas en Enero de 1884. En 1885 fallecía Alfonso XII de tuberculosis.
5. LA REGENCIA DE MARÍA CRISTINA.
Tras el fallecimiento de Alfonso XII asumió la regencia su segunda esposa, María Cristina de Habsburgo. El rey dejaba dos hijas menores de edad y un hijo en camino, el futuro Alfonso XIII. El peligro de descomposición del sistema se conjuró gracias al acuerdo entre Cánovas y Sagasta para apoyar a la regente y facilitar el turno cuando cualquiera de los dos partidos perdiese prestigio. Estos acuerdos se llamaron el Pacto del Pardo.
5.1 EL PARLAMENTO LARGO (1885-1890).
Se denominó así por el largo gobierno presidido por Sagasta. Tras el fallecimiento de Alfonso XII, Cánovas cedió el gobierno a su adversario, el cual, inició una gran labor reformista que se concretó en las siguientes medidas:
– La reforma militar.
– La Ley de Asociaciones de 1887 que hizo posible que las organizaciones obreras fueran legalizadas.
– La Ley de Sufragio Universal de 1890 fue la más importante del periodo y puso de manifiesto la verdadera realidad del caciquismo.
– El Código Civil de 1889 que se convertiría en una pieza clave del Estado Liberal.
5.2 ESPAÑA HASTA 1898.
En los últimos años de la Regencia se alteró muchísimo la estabilidad del Gobierno Largo. Cánovas murió asesinado por un anarquista italiano. A Cánovas le sustituirían Francisco Silvela y Antonio Maura. El Partido Liberal de Sagasta tuvo que sufrir la humillación de la derrota de 1898 frente a Estados Unidos. En 1903 moría Sagasta. El régimen sufrió un duro golpe con la pérdida de ambos personajes.
6. EL FIN DEL SISTEMA.
El 1 de Enero de 1899 se arriaba en Cuba por última vez la bandera española. Se había producido el desastre colonial. Se iniciaba a partir de entonces un periodo de reflexión paralelo al comienzo de la disolución del sistema de la Restauración que naufragaría definitivamente en 1923 con el golpe de estado del General Primo de Rivera.
El sistema permitió una cierta estabilidad política y a la larga contribuyó a la madurez democrática de los españoles. Un elevado índice de analfabetismo y una población rural dependiente de los caciques. Y no hay que ignorar que dicha práctica también se ejerció en los países de nuestro entorno. Esto explica por qué no resulta fácil emitir un juicio de valor definitivo. Una práctica que quizás tendría un valor positivo durante el siglo XIX, pero que se prolongará negativamente durante el primer cuarto del siglo XX.