Portada » Lengua y literatura » Panorama de la Narrativa Española Postguerra
Tras la Guerra Civil, la narrativa española experimenta un retorno a los modelos del realismo, con autores como Galdós o Baroja como referentes. Sin embargo, este resurgir se ve condicionado por la constante presencia de la censura.
Los años 40 marcan una ruptura con la continuidad literaria anterior. Coexisten diversas tendencias:
Carmen Laforet, con su obra Nada (Premio Nadal), ofrece una visión pesimista de la realidad en la Barcelona de posguerra.
Los autores exiliados continúan con el realismo tradicional y exploran el vanguardismo, abordando temas de contenido social. Destacan Ramón J. Sender (Réquiem por un campesino español), Max Aub (serie Campos) y Rosa Chacel (Barrio de maravillas).
A pesar de la censura, los autores muestran un compromiso ético con la realidad. Se tiende al protagonismo colectivo. Autores destacados: López Salinas (La mina), Caballero Bonald (Dos días de septiembre), Grosso (La zanja), Juan García Hortelano (Tormenta de verano), López Pacheco (Central eléctrica), Juan Goytisolo (Duelo en el Paraíso) y Luis Goytisolo (Las afueras).
Se centra en las vivencias personales. Autores destacados: Ignacio Aldecoa (El fulgor y la sangre), Carmen Martín Gaite (Entre visillos), Ana María Matute (Pequeño teatro) y Rafael Sánchez Ferlosio (El Jarama, Premio Nadal).
Se introducen novedades en el discurso narrativo: pérdida de relieve de la historia, poca importancia del argumento, perspectivismo, ruptura de la linealidad temporal, monólogo interior directo, riqueza lingüística y visualidad. Obras destacadas: Tiempo de silencio de Luis Martín Santos y Cinco horas con Mario de Miguel Delibes.
Otros autores relevantes: Gonzalo Torrente Ballester (Don Juan, La saga fuga de J.B.), Fernández Santos (Libro de la memoria de las cosas) y Luis Goytisolo (Antagonía).
Juan Goytisolo continúa su producción con obras como Reivindicación del conde don Julián.
Predomina el experimentalismo. Destaca Juan Benet (Volverás a Región). Coexisten diversas tendencias con un renovado interés por la historia y la variedad de temas.
Combina la narración de una intriga con la crítica social. Eduardo Mendoza inicia el género en España con La verdad sobre el caso Savolta. Manuel Vázquez Montalbán es otro referente con la serie de Pepe Carvalho.
Recreación de hechos históricos. Ejemplos: El nombre de la rosa de Umberto Eco, Mansura de Félix de Azúa, En busca del unicornio de Juan Eslava Galán, Urraca de Lourdes Ortiz, Las crónicas mestizas de José María Merino, El hereje de Miguel Delibes y la serie Capitán Alatriste de Arturo Pérez-Reverte.
Javier Marías destaca con su estilo introspectivo y el uso del narrador en primera persona (Todas las almas, Corazón tan blanco).
Antonio Muñoz Molina utiliza la intriga como eje estructurador (Beatus Ille, El jinete polaco, El invierno en Lisboa, Beltenebros, La intriga del plenilunio).