Portada » Lengua y literatura » Panorama de la Literatura Española Tras la Guerra Civil: Narrativa, Teatro y Poesía
Tras la Guerra Civil, España experimentó un periodo dominado por un fuerte control ideológico ejercido por la unión del Estado y la Iglesia, lo que afectó la producción cultural oficial. Sin embargo, paulatinamente, España se reincorporó a las corrientes culturales europeas, y los autores comenzaron a forjar una nueva tradición literaria que, en muchos casos, buscaba romper con el vanguardismo anterior.
En esta década inicial, predominó una narrativa de corte más tradicional, centrada en reflejar la realidad de la época, a menudo desde una perspectiva conservadora o testimonial.
Los autores exiliados continuaron su labor fuera de España, a menudo con la Guerra Civil y sus consecuencias como tema central.
Se produce un auge del realismo crítico, enfocado en reflejar objetivamente la realidad social española de la época.
A partir de los años sesenta, la narrativa española recibe la influencia del «Boom» de la novela hispanoamericana y de nuevas técnicas europeas, lo que lleva a una renovación formal.
El teatro de posguerra buscaba principalmente entretener al público burgués y, en ocasiones, transmitir la ideología dominante. El Estado y la Iglesia ejercieron una fuerte censura sobre las nuevas obras.
Los dramaturgos exiliados continuaron su producción con mayor libertad temática y formal.
Surge una corriente teatral que busca reflejar los problemas y conflictos de la sociedad española.
Hacia finales del periodo, surgen autores que rompen con el realismo.
Aunque ligado a la Generación del 36, su obra se desarrolla plenamente durante y después de la guerra.
Temas principales: La pena, la convicción del destino trágico, el amor, el odio entre hombres, la injusticia. Estilo: Vocabulario generalmente sencillo pero cargado de fuerza expresiva, uso de símbolos (toro, rayo, luna), metáforas e imágenes impactantes.
Los poetas exiliados a menudo centraron su obra en la nostalgia de España y la reflexión sobre la experiencia del destierro.
Se caracteriza por la preocupación por la realidad española, la denuncia de las injusticias y el deseo de llegar a un público amplio («la inmensa mayoría»).
Superando la poesía social directa, estos poetas se centran más en la experiencia personal, la reflexión sobre el tiempo y el propio lenguaje poético.