Portada » Español » Palabras extrañas de un texto expositivo
Corresponde a sus textos juveniles, escritos bajo la influencia de Alberto Lista. La obra más destacada de este periodo es El Pelayo, intento inacabado de poema épico. En estos primeros poemas los temas son los propios de la poesía neoclásica: amores pastoriles en una delicada naturaleza, anhelo de fraternidad universal, defensa de la libertad, etc.
La impronta neoclásica sigue siendo importante, pero a ella se suman las nuevas influencias que anuncian su evolución hacia la sensibilidad ROMántica. El más significativo de estos influjos es el del ossianismo1. Textos esproncedianos de este tipo son el Himno al sol o el poema narrativo Óscar y Malvina.
Escrita desde su regreso a España, aborda al principio los temas convencionales del Romanticismo histórico (caballeros medievales, cruzados, motivos exóticos, etc.), pero produce sus frutos más logrados cuando evoluciona hacia un Romanticismo liberal en el que abundan los tonos sociales. Dentro de esta última orientación escribe tanto poemas líricos (Canción del pirata, El verdugo, El mendigo, El reo de muerte, El canto del cosaco, A Jarifa en un orgía) como narrativos (El estudiante de Salamanca, El diablo mundo)
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En los poemas líricos es donde se encuentra ya el Espronceda más genuino: defensa de los seres marginales, identificación con los proscritos, desprecio de las normas y las leyes, así como de las riquezas materiales, anhelo de libertad, sentimentalismo. Todos parecen añorar una inocencia perdida cuando todo lo nuevo se miraba con ilusión, pero lamentan que el contacto con la realidad produzca siempre desengaño. Ello es especialmente evidente en el caso de la mujer y el amor. La mujer es la pureza y la belleza supremas, pero en cuanto el hombre la toca, el encanto se desvanece. No hay, por tanto, plenitud amorosa en Espronceda. Todo lleva en sí el principio de la destrucción, la señal de la muerte.
Sus dos grandes poemas, El estudiante de Salamanca y El diablo mundo, si bien básicamente narrativos, son ejemplo de la mezcla de géneros propia del Romanticismo, pues no faltan en ellos ni los pasajes líricos ni narrativos.
El estudiante de Salamanca (1840)
Es quizá el mejor poema narrativo del Romanticismo español. Cuenta la historia de don Félix de Montemar, cínico donjuán en la Salamanca del Siglo XVII, quien, tras seducir y abandonar a Elvira, que muere de dolor, mata en duelo al hermano de la fallecida. Finalmente, persigue una tétrica noche a una fantasmal dama, que resulta ser el esqueleto de Elvira ⎯la muerte misma⎯, con quien contrae un matrimonio macabro y acaba bailando una danza horripilante, rodeado de espectros.
1Se conoce con este nombre un tipo de literatura que parte de los escritos de Ossian, un falso poeta gaélico de la Antigüedad inventado por el escritor escocés del Siglo XVIII James Macpherson. El ossianismo, que tuvo gran eco en Europa, cambia la mitología grecolatina del Neoclasicismo por una mitología y un marco poético nuevos (antiguos héroes célticos, la luna y el sol convertidos en temas literarios, naturaleza agreste: cataratas, ríos, tormentas, mares, nieblas…) La mayor parte de los motivos que utiliza Espronceda en la obra procede de la tradición literaria: el tema del donjuán burlador, el del personaje que presencia su propio entierro, la mujer transformada en esqueleto, la danza de la muerte final. El poeta logra fundir todos estos elementos dispares para conseguir la creación de un ambiente intensamente ROMántico y de un personaje, el de don Félix, que encarna la rebeldía, el cinismo y el satanismo del Romanticismo más genuino.
Otros rasgos del poema son: la variedad métrica, la alternancia de fragmentos descriptivos, narrativos y dramáticos, así como la indeterminación de las referencias temporales y espaciales, la vaguedad en la presentación de las cosas y en las apreciaciones de hechos, personajes y situaciones. Estas últimas carácterísticas explican la frecuente presencia de palabras como acaso, quizá, tal vez, parece, a veces, allá, antiguo, confuso, eco, noche… Se consigue con ello un efecto de diferenciación entre la realidad cotidiana y la que expresa el texto poético.
El diablo mundo
Publicado por entregas de 1840 a 1841, es un extenso poema simbólico, compuesto por más de seis mil versos. Su protagonista es un viejo desengañado que se transforma en Adán, símbolo del ser humano puro. El texto se compone de elementos muy variados. En el canto segundo, Espronceda intercala el “Canto a Teresa”, elegía (canto fúnebre) a la muerte de su amada, escrito en octavas reales.
El estilo de Espronceda es netamente ROMántico. Prefiere las sensaciones extremas, de ahí su gusto por las sonoridades retumbantes, los efectos rítmicos sorprendentes, las rimas agudas, los cambios métricos repentinos, los contrastes violentos, las exclamaciones, las interrogaciones retóricas… Le interesa siempre la reacción sentimental, el efecto que los versos puedan producir en sus receptores y, por eso, abusa a veces de los recursos melodramáticos, de la tendencia a lo misterioso, de las situaciones emotivas.
En la lengua de Espronceda conviven el estilo elevado y el lenguaje llano. Es muy llamativa la abundancia de adjetivos, preferentemente antepuestos, que suelen subrayar el tono lúgubre, dramático o sentimental de las escenas. Son asimismo frecuentes las simetrías, oposiciones, enumeraciones, encabalgamientos, hipérbatos, etcétera.
También es significativa en su poesía la propensión a lo fragmentario, a lo inconcluso, a lo vago e impreciso. Ello produce una cierta sensación de caos que se aviene bien con la idea de un mundo diverso e inacabable.