Portada » Latín » Organización Social y Política de la Antigua Roma
En los inicios, la sociedad romana se dividía en patricios y plebeyos. Posteriormente, la división se estableció entre personas libres o ciudadanos (patricios y plebeyos) y no libres (no ciudadanos).
A partir del año 149 a. C., se consideraba ciudadano a todo hombre libre que viviese en Italia. Se distinguía entre:
Sin derecho ciudadano y no libres se encontraban los libertos, cuya situación progresó con el tiempo, y los esclavos, que eran numerosos y no desaparecieron. Se era esclavo por nacimiento, por prisionero de guerra o por sentencia judicial. El trato variaba según el amo. Cuando el esclavo ahorraba dinero, compraba su libertad y se convertía en liberto. Su libertad era limitada y carecía del derecho de ciudadanía. Un esclavo adquiría la condición de liberto mediante testamento de su amo o por decisión judicial. El liberto quedaba ligado a su antiguo dueño.
Los magistrados eran los máximos exponentes del poder ejecutivo, que en Roma también era religioso. La carrera política duraba aproximadamente 10 años, entre los 28 y 38 años al principio, y después entre los 31 y 43 años, en plena madurez del individuo. Constaba de cuatro peldaños: cuestor, edil, pretor y cónsul.
Fue el órgano institucional más importante de Roma, aunque perdió sus funciones e influencia durante el Imperio. Los senadores gozaban de prestigio social y llevaban la toga praetexta.
Formaban parte del Senado los antiguos magistrados: 600 miembros al comienzo, 900 en tiempos de Julio César y de nuevo 600. Los censores confeccionaban la lista de senadores.
Las sesiones eran privadas. Los senadores hacían uso de la palabra sin interrupciones. Tras escuchar las distintas opiniones, se debatía, se votaba y se levantaba acta de lo debatido.
Hubo al menos tres clases de asambleas:
Se cree que Hera creó la Vía Láctea. Zeus se unió a Alcmena, prolongando la noche para estar con ella. Alcmena y Anfitrión tuvieron un hijo llamado Ificles, mientras que el hijo de Zeus se llamó Heracles. Hera, celosa, no soportaba el cariño de Zeus por el hijo de otra mujer. Existen dos versiones de la historia. La primera relata que Hermes llevó al niño a Hera mientras dormía y lo puso en su seno para que mamara la leche divina. Al despertar, Hera retiró a Heracles bruscamente, y la leche que manó formó la Vía Láctea.