Portada » Español » Oraciones subordinadas, acentuación y palabras homófonas y parónimas
La proposición subordinada sustantiva realiza las funciones propias de un sustantivo o sintagma nominal: sujeto, CI y CD. Las oraciones subordinadas se reconocen porque se pueden sustituir por un sustantivo o un pronombre o por cualquier grupo de palabras que tenga función sustantiva. Las subordinadas en función de sujeto pueden estar introducidas por los pronombres que o quién. Cuando cumple la función de CD, la preposición pasa a ser de dos tipos:
La proposición subordinada sustantiva también puede funcionar como sustantivo o complemento de un adjetivo.
La proposición subordinada adjetiva se comporta como un adjetivo y puede ser reemplazada, en muchos casos, por un adjetivo sin que pierda su sentido. Las proposiciones subordinadas adjetivas también se llaman oraciones de relativo. Los pronombres con los que se forman las oraciones subordinadas adjetivas son: que, el cual, cuanto, cuyo, donde.
Las proposiciones subordinadas adjetivas pueden ser especificativas o explicativas. Para diferenciarlas, se debe tener en cuenta elementos de la estructura de la oración, de la puntuación, de la entonación y del sentido del enunciado.
El acento prosódico es el aumento de intensidad al pronunciar una determinada sílaba, que genera un contraste entre ella y el resto de las que forman la palabra. Esta sílaba que sobresale del resto durante la pronunciación se llama sílaba tónica; las otras son sílabas átonas. La tilde o el acento ortográfico es la representación gráfica del acento prosódico.
Algunas palabras se diferencian mediante el empleo de la tilde. En esos casos, se llama tilde diacrítica o acento diacrítico.
En el campo de la filología tradicional, los parónimos son términos con un significante escrito parecido, pero no igual. La lingüística, en cambio, privilegia el registro hablado. Desde ese punto de vista, algunos parónimos son homófonos.
Asimismo, se consideran parónimas algunas expresiones o frases formadas por más de una palabra. También es importante distinguirlas, sobre todo al redactar o trabajar por escrito.
En el campo de la lingüística, son homófonas las palabras compuestas por los mismos sonidos, pero de significado distinto. Si el hablante se atiene solo a la pronunciación, es imposible distinguirlas. Algunas palabras homófonas difieren en su significante escrito. Otras, en cambio, tienen la misma escritura: son homógrafas. Los homófonos que también son homógrafos son llamados «homónimos» en el campo de la filología tradicional.