Portada » Filosofía » Ontologia de nietzsche
La vida de Nietzsche (1844-1900) ocupa la II mitad del S.XIX que se caracterizó por profundas transformaciones que se iniciaron con la modernidad.En este siglo se extienden por Europa la revolución industrial y las revoluciones liberales-burguesas (Francia y Norteamércia) y como consecuencia la sociedad estamental es sustituida por la sociedad de clases representada por la burguesía capitalista y el proletariado que protagonizó el movimiento obrero, además, surgieron los nacionalismos que unificaron a Italia y Alemania.Los movimientos culturales destacados del S.XIX son el romanticismo durante la primera mitad del siglo, que es un movimiento anti-ilustrado que exaltaba lo pasional y sentimental y revaloraba la tradición cuyo precursor fue Goethe y tuvo seguidores como Victor Hugo, Lord Byron y Larra, y el positivismo durante la segunda mitad de siglo, que considera que la ciencia y la filosofía deben limitarse al análisis de los hechos de experiencia lo que implica una renuncia de conocer la realidad y una actitud anti-metafísica.Filosóficamente, proliferan diversas corrientes como el idealismo, el positivismo o el irracionalismo. Surgieron corrientes contra la Ilustración como el romanticismo o el idealismo absoluto de Hegel que defendía la supremacía de la razón y contra éstas surgió el positivismo inspirado en las ciencias empíricas y que se presentaba como la única respuesta adecuada para los tiempo, además, surgieron los antihegelianos como Schopenhauer y Marx aunque éste se inspiró en él.
b)Nietzsche parte de la idea de que la cultura occidental está viciada desde su origen y que es una cultura racional y dogmática que está en decadencia porque se opone a la vida debido al pensamiento de Platón y Sócrates.En su obraEl origen de la tragedia, Nietzsche critica la decadencia occidental a través de la cultura clásica griega donde se distingue lo apolíneo que representa la racionalidad y lo dionisíaco que representa la vitalidad.Ambos elementos contrarios son los constitutivos de la realidad donde lo originario es lo dionisíaco que significa que la vida es una pluralidad de fuerzas irracionales y que se debe afirmar y respetar.Para Nietzsche el problema es que desde Sócrates, la filosofía ha negado lo dionisíaco y ha valorado lo apolíneo y por ello considera a Sócrates el gran traidor al identificar lo apolíneo con razón y conocimiento y por inaugurar el desprecio contra el mundo corporal identificando lo dionisíaco con lo irracional.En su obra El crepúsculo de los ídolos, Nietzsche encuentra el segundo motivo de la decadencia occidental y es la metafísica de Platón quien afirmaba que existían dos mundos, uno sensible y otro inteligible, y que valoraba negativamente el mundo sensible considerando así que la realidad auténtica es lo ideal.Para Nietzsche, el error más grave es admitir un mundo aparente frente a un mundo real de devenir y apariencias que en lo que se basa el idealismo platónico que subordinaba lo real a lo ideal, esto Nietzsche lo interpreta como resentimiento pues solo se inventa otra vida cuando no se es capaz de enfrentarse al que se tiene.Nietzsche define la metafísica como una ciencia que trata de los errores fundamentales del hombre pero lo hace como si fueran las verdades fundamentales, y para él se ha llamado verdad a la mentira.Para Nietzsche, la concepción del ser de la metafísica tradicional se basa en los prejuicios de los filósofos contra algunas manifestaciones vitales como el horror a la muerte, a la vejez y al cambio, además, no acepta que se considere el »ser» como algo único e inmutable ya que para él no existen los conceptos estáticos sino el devenir.Nietzsche defiende que solo el devenir sensible (admiración por Heraclito) es lo verdadero y que el mundo inteligible platónico es una ilusión óptico moral, ilusión porque el mundo inteligible es irreal y solo accesible por la razón y moral porque dicha visión del mundo sensible se basa en una consideración peyorativa.Por todo esto, Nietzsche tacha a la filosofía de egipticismo que consiste en la concepción estática de la realidad, la negación del tiempo y el odio a la idea del devenir → »lo que es, no deviene; lo que deviene, no es», es decir, lo que posee realidad no cambia y lo que cambia no es auténticamente real.
c)Nietzsche considera que los conceptos metafísicos son errores dogmáticos ya que son el resultado de palabras que han quedado vacías de contenido después de tanta filosofía y expresan realidades permanentes sin cambios.Sin embargo, Nietzsche dice que necesitamos los conceptos de la razón porque gracias a ellos podemos simplificar y hacer manejable la realidad pero a través de ellos no captamos la realidad que es pluralidad de individuos en devenir constante.Nietzsche critica que la cultura occidental ha tomado como verdaderos los conceptos de la razón sin tener en cuenta que estos tienen como función servir a la necesidad que tiene el ser humano de sobrevivir en un mundo en devenir, este es el verdadero error, creer que la realidad es como la ordena y piensa la razón.En su obra El crepúsculo de los ídolos, Nietzsche añade que dicho error tiene su origen en el lenguaje y la gramática ya que ésta distingue siempre entre sujeto y predicado haciendo creer que existe una sustancia-yo permanente e independiente de las acciones que realiza.De este modo, el lenguaje hace que se considere realidad a entidades que solo son palabras otorgando así un poder y realidad al lenguaje que no tiene, esto se denomina fetichismo del lenguaje donde el lenguaje colabora al desdoblamiento entre realidad y apariencia.Para Nietzsche solo a través de la metáfora nos acercamos a la realidad ya que capta mejor la realidad que los conceptos ya que ésta implica desigualdad entre objetos y deja abierta la posibilidad de que el lector complete el significado a partir de su propia experiencia.
En conclusión, son dos los errores principales cometidos por lo que Nietzsche llama idiosincracia de los filósofos:
La minusvaloración del mundo sensible del devenir subordinado a un mundo inmutable ficticio, al contraponerse estos dos mundo se introduce un orden moral contranatural que ve en los sentidos una causa de perdición.
La confusión que se produce entre lo »último» y lo »primero», lo »último» que son los conceptos especulativos son tratados como lo primero y lo »primero» que es el devenir y se expresa a través de la metáfora.
La crítica de Nietzsche está ligada a la de la metafísica, la crítica moral se plasma en la moral cristiana occidental surgida del resentimiento y que se caracteriza por ser una »moral contranatural» ya que se opone a la vida e impone normas contra los instintos vitales.Nietzsche rechaza el cristianismo que es considerado un »platonismo para el pueblo», una forma vulgar de metafísica que transforma toda verdad en mentira y organiza un práctica existencial que tiene su razón de ser en el miedo y la debilidad humana convirtiéndose en el refugio del hombre débil.Esta concepción de la moral es síntoma de decadencia pues supone la pérdida de los instintos a través del concepto de pecado que Nietzsche considera la aniquilación de toda manifestación instintivo-vital.Nietzsche critica la creación de un orden moral externo del hombre lo conduce de acuerdo con valores no vitales y éste tiene sus normas y leyes de forma inmanente y que no proceden de alguien fuera del mundo.Para Nietzsche, los valores originarios son los valores que afirmaban la vida pero el resentimiento de los débiles invierte esos valores, es decir, lo originariamente bueno fue convertido en malo por los traidores de la vida.Nietzsche defiende que la vida debe ser el centro desde el que juzgar lo que sea realmente bueno o malo, lo »bueno» es todo lo que favorece, ama y desea la vida y lo »malo» es todo aquello que odie, niegue y la rechace.Según Nietzche se distinguen dos morales → La moral de los señores para lo bueno que es una moral de virtudes guerreras y del que no teme al dolor ni al sufrimiento centrándose en su fuerza interior, y la moral de los esclavos que se centra en la supervivencia debido a su debilidad vital.Para Nietzsche, la moral de los señores estaba destinada a dominar pero se produjo una inversión debido al resentimiento que es odio y deseo de venganza reprimidos que crea una mala conciencia a los débiles.
Nietzsche rechaza toda etiqueta conceptual, ya que para él el mundo es puro devenir y caos. Platón, sin embargo, considera, no soloque hay conceptos generales, sino que además para él tienen existencia independiente del sujeto que los piensa y están en el Mundo de las Ideas.Nietzsche cambia el lenguaje conceptual por el metafórico, ya que para él no existe la objetividad, y la verdad solo es una metáfora útil. Consecuencia de ello es su perspectivismo: cada uno ha de inventar las verdades que le hagan crecer, que se le parezcan. Platón, sin embargo, pretende definir los grandes conceptos, como haría su maestro, Sócrates
Respecto a la cuestión del conocimiento, mientras que para Nietzsche, como ya hemos dicho, es una cuestión de perspectiva,cada uno debe crear su verdad y sus valores, Platón piensa que es posible unconocimiento universal y verdadero.También difieren en cuanto a la fuente del conocimiento: mientras que para Nietzsche son los sentidos la única fuente de conocimiento, para Platón los sentidos son la fuente del error y de la opinión
Para Nietzsche se trata de un mundo material, sensible, caótico e imperfecto. Esta realidad es un continuo fluir, solo el devenir tieneauténtica realidad. Y no hay más mundo que este. Es una lucha de fuerzas que quieren expresar su poder.Sin embargo, Platón, se refiere a un mundo ideal, eterno, inteligible, inmutable y perfecto: el Mundo de las Ideas, organizado jerárquicamente, con la Idea de Bien en la cúspide. Este mundo es eterno y en él no hay devenir ni cambio.Además de este mundo existe el Mundo Sensible, que no es más que una copiaimperfecta del Mundo Inteligible.Lo particular y concreto es lo único que existe para Nietzsche; Platón, por elcontrario, piensa que una Idea, cuanto más general es, más verdadera es.Lo que para Platón es lo auténticamente real, las Ideas, ya que lo corpóreo tiene la realidad prestada, porque imita y participa de las Ideas, para Nietzsche no se trata más que de “fantasmas” creados por la razón.
Nietzsche dio una importancia extraordinaria al lenguaje, defendiendo la relación entre el lenguaje y el pensamiento, la conciencia de que el pensar no puede ser distinto del lenguaje. En la medida en que la expresión de la verdad se realiza mediante el lenguaje éste se convierte en algo fundamental a la hora de hablar de la verdad. Nietzsche verá en el lenguaje una supeditación a los conceptos que hacen de él un instrumento poco útil para reflejar la verdad de la vida, única e irrepetible. Frente al lenguaje de la razón, del concepto, propondrá el lenguaje de la imaginación, basado en la metáfora. Mientras que el lenguaje conceptual pretende ser un fiel reflejo de la realidad (quedando petrificada en él) el lenguaje metafórico respeta la pluriformidad y el movimiento de la realidad. El lenguaje conceptual es el de la lógica dogmática. El metafórico es el lenguaje del arte, de la vida, de la equivocidad, de la ambivalencia, de la belleza y, en definitiva, expresión de la libertad de la voluntad.
A partir de estos análisis de nuestro
filósofo el estudio del lenguaje y su capacidad para describir la realidad se convirtió en un aspecto primordial de la filosofía del siglo XX y XXI.
Tendencia a la permanencia estática, a la intemporalidad, a la petrificación. Hace referencia a lo que, según Nietzsche, ocurrió en el mundo egipcio, a partir de un momento determinado, cuando el gusto por las cosas fijas se hace dominante en esta cultura.
Llegar a ser; expresión que manifiesta la concepción heracliteana de la realidad como cambio continuo de todas las cosas, frente al principio de identidad parmenídeo y platónico. La vida es para Nietzsche devenir, lucha, contradicción, y no identidad , que es muerte.
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: representación atemporal de la realidad. Según Nietzsche es la perspectiva propia de la tradición filosófica, que nos proporciona un conocimiento verdadero de las cosas como son en sí, es decir, como necesarias; representaría el conocimiento de las esencias de las cosas, de lo permanente de lo real.
Nietzsche no considera real lo lógico, sino lo intuitivo, porque la auténtica realidad se escapa de todos los esquemas racionales. Lo aparente es lo real, lo que se muestra a los sentidos, lo que Platón llamaba Amundo sensible@; sin embargo, lo que denominaba Amundo inteligible@, de las Ideas, y que se consideraba como el auténticamente real, es lo ilusorio. Lo real, es para Nietzsche en último término, fuerza.
Según lo entiende la filosofía tradicional, es el resultado del proceso de abstracción, por el que el sujeto logra una representación mental del objeto de un modo general y abstracto; sirven, según esta tradición, para reconocer adecuadamente los objetos de la experiencia . Para N. con ellos pretendemos expresar una multiplicidad de cosas que en realidad nunca son idénticas, prescindiendo arbitrariamente de las diferencias individuales y sustantivando y reificando la realidad. Los conceptos son para N. vaciedades, naderías gramaticales que niegan la realidad, tal y como es, al unificar lo sensible
Facultad de percibir sensaciones, o de percibir mediante los sentidos. Para Nietzsche son los sentidos los que nos muestran la realidad tal y como es, como devenir, como cambio
Órganos o sistemas receptores de la sensibilidad Para Nietzsche son los sentidos los que nos muestran la realidad tal y como es, como devenir, como cambio, frente a la concepción parmenídea de lo real como lo permanente, lo eterno, que -para él- es lo muerto, lo esclerotizada, lo contrario de la vida.
Burla verbal en la que Nietzsche mezcal el monoteísmo -creencia en un solo dios-, característico del pensamiento occidental, con la monotonía, el gusto por la igualdad, por la falta de variedad en las cosas, por lo unitario.
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Razón: para la tradición es la esencia misma del ser humano, la facultad que nos define como tales; es considerada como la capacidad de penetrar en la esencia oculta de las cosas. Por eso, para N., es la gran engañadora.
Es definido en el texto como ente realísimo, ser supremo, poseedor y culmen de todas las perfecciones. Es considerado como origen de todo lo real y síntesis del fundamento suprasensible, para N. la tradición condensa en Él todos los valores supremos.
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Lenguaje: es, para N., el instrumento en el que se hace permanente y transmisible culturalmente el engaño y el fetichismo de la razón, que es el culto al ser parmenídeo, frente al devenir heracliteano.
Es para N. el principio de la realidad, la aceptación de la interpretación de Heráclito, frente al principio de identidad parmenídeo y platónico. La lógica de la identidad queda anulada; la vida no es identidad, que es muerte, sino lucha, contradicción, que es devenir.
Es la única realidad de la que brotan todas las cualidades y todos los valores que merecen la pena ser tenidos en cuenta. Lo vital es lo irrefrenable, lo torrencial, lo que no se somete a esquemas racionales. La vida es voluntad de poder, voluntad de crecimiento, de autosuperación, que ha de conducir al ser humano a engendrar nuevos valores , anulando los antiguos la vida expresa el carácter móvil, productivo, creador e interpretativo de la realidad. La vida que es activa, sin embargo puede devenir negativa, y con ello, reactiva.