Portada » Historia » O Batista sin la zafra o la zafra sin Batista
A fines de la década del 60 fue el fin de la ola democratizadora y reformista en América Latina. Los movimientos revolucionarios eran interrumpidos por golpes de Estado, excepto en Cuba.
El 8 de Enero de 1959 el Ejército Rebelde entraba en La Habana. Todo esto había iniciado seis días atrás en Santiago de Cuba con la rendición de las fuerzas militares de Batista.
Fidel Castro encabezaba la Caravana de la Libertad, quien optó por la lucha armada ante todo. La Revolución fue el ejemplo a seguir especialmente de los jóvenes, quienes apostaban terminar con la pobreza, las desigualdades sociales y la dependencia económica.
Cuba era liderada por Batista, quien en 1940 asumíó como presidente hasta 1952 donde después de un golpe militar se hizo cargo del poder. Suspendíó garantías constitucionales, derogó la Constitución y cerró el Congreso. Reprimíó cualquier fuerza opositora y reforzó vínculos con EE.UU.
Esto despertó a un grupo de estudiantes para la lucha armada y el derrocamiento de Batista.
En 1953, con Fidel Castro como su máximo representante, asaltaron el Cuartel Demoníaca donde se guardaban las armas y convocaron al pueblo a sumarse a su casa. Esto fracasó y terminó con el fusilamiento de algunos de ellos.
Durante su juicio, Fidel asumíó su propia defensa, y se colocó como el principal referente de la oposición. Ya en libertad se exiliaron en México y fundaron el Movimiento 26 de Julio (M26), bajo principios nacionalistas y antiimperialistas, y allí se entrenaron en la táctica de la guerra de guerrillas, sumando a muchos jóvenes, entre ellos, al “Che”. Fijaron el 30 de Noviembre de 1956 para volver a su país, pero su embarcación demoró y no pudieron realizar lo que tenían planeado. Batista, apoyado por los EE.UU aprovechó para atacarlos.
Un grupo de revolucionarios logró huir y se instalaron en la Sierra Maestra donde iniciaron una guerra de guerrillas. Desde 1957 y hasta fines de 1958 el Ejército Rebelde libró varios combates contra los oficiales, contando con el apoyo de estudiantes y militantes del M26, llevando adelante actos de sabotaje y movimientos de resistencia física.
EE.UU opta por dejar a Batista porque cree que era incapaz de manejar la situación, luego Batista se rinde ante el Ejército Rebelde, huye de la isla y Fidel Castro junto con los revolucionarios vuelven a La Habana aclamados por la población.
El pueblo exige al líder la depuración de todos los que habían participado de un pasado humillado, así, junto con la ley de confiscación de bienes “mal habidos”, se los enjuició y considerando a la mayoría culpables, los fusilaron.
Fidel designa a Urrutia Lleó como presidente, a Miró Cardona como primer ministro y él toma el cargo de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, pero en 1959 toma el cargo de Miró Cardona.
A Urrutia lo destituye cuando declara si intención de ir a elecciones, y designa a Dorticos Torrado en su reemplazo, quien ejerce hasta 1976.
Otros como Urrutia también dejaron la causa revolucionaria, por ejemplo Huber Maos, o Miró Cardona, quien además asumíó el liderazgo del exilio cubano en Estados Unidos.
La revolución había definido su rumbo y afianzaba su pertenencia socialista. En Septiembre de 1960 quedaron conformados los Comités de Defensa de la Revolución, que debían vigilar, detectar y denunciar posibles acciones contrarrevolucionarias. Junto a esta labor, desarrollaron actividades comunitarias y de solidaridad internacional.
Los cambios en la ida política culminaron en 1961 con la creación de un nuevo Partido Comunista, que fue en fin el Partido Comunista Cubano, creado en 1965, después de la fusión del M26, del Partido Viejo Comunista, el Partido Socialista Popular y el Directorio Revolucionario.
La tensión con EE.UU
crecíó en el transcurso del año 1960 cuando Cuba estrechaba lazos económicos y llevaba adelante acciones con la URSS. Por esto, EE.UU suspendíó la importación de azúcar cubana y prohibieron la mayoría de sus exportaciones a la isla. En Enero de 1961 rompieron relaciones, y a partir de entonces intentarían desestabilizar el gobierno cubano. Para ello contó con la colaboración de muchos emigrados cubanos.
Kennedy, después de asumir a la presidencia de Estados Unidos, no frenó la invasión, pero puso como condición que no participaran soldados de su país.
El plan de los exiliados fue entrar por la Bahía de Cochinos para derrocar a Castro, pero fueron derrotados por los revolucionarios.
A comienzos de 1962 la presencia soviética se manifestaba de diferentes maneras.
El pueblo exige al líder la depuración de todos los que habían participado de un pasado humillado, así, junto con la ley de confiscación de bienes “mal habidos”, se los enjuició y considerando a la mayoría culpables, los fusilaron.
Fidel designa a Urrutia Lleó como presidente, a Miró Cardona como primer ministro y él toma el cargo de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, pero en 1959 toma el cargo de Miró Cardona.
A Urrutia lo destituye cuando declara si intención de ir a elecciones, y designa a Dorticos Torrado en su reemplazo, quien ejerce hasta 1976.
Otros como Urrutia también dejaron la causa revolucionaria, por ejemplo Huber Maos, o Miró Cardona, quien además asumíó el liderazgo del exilio cubano en Estados Unidos.
La revolución había definido su rumbo y afianzaba su pertenencia socialista. En Septiembre de 1960 quedaron conformados los Comités de Defensa de la Revolución, que debían vigilar, detectar y denunciar posibles acciones contrarrevolucionarias. Junto a esta labor, desarrollaron actividades comunitarias y de solidaridad internacional.
Los cambios en la ida política culminaron en 1961 con la creación de un nuevo Partido Comunista, que fue en fin el Partido Comunista Cubano, creado en 1965, después de la fusión del M26, del Partido Viejo Comunista, el Partido Socialista Popular y el Directorio Revolucionario.
La tensión con EE.UU crecíó en el transcurso del año 1960 cuando Cuba estrechaba lazos económicos y llevaba adelante acciones con la URSS. Por esto, EE.UU suspendíó la importación de azúcar cubana y prohibieron la mayoría de sus exportaciones a la isla. En Enero de 1961 rompieron relaciones, y a partir de entonces intentarían desestabilizar el gobierno cubano. Para ello contó con la colaboración de muchos emigrados cubanos.
Kennedy, después de asumir a la presidencia de Estados Unidos, no frenó la invasión, pero puso como condición que no participaran soldados de su país.
El plan de los exiliados fue entrar por la Bahía de Cochinos para derrocar a Castro, pero fueron derrotados por los revolucionarios.
A comienzos de 1962 la presencia soviética se manifestaba de diferentes maneras.
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