Portada » Religión » Nueva Era vs. Cristianismo: Diferencias Doctrinales y Cosmovisiones
La Nueva Era (New Age) es un movimiento filosófico-religioso caracterizado por ser un sincretismo, es decir, una fusión o mezcla de doctrinas provenientes de diferentes ámbitos. Entre las influencias más notables se encuentran:
La Nueva Era se refiere a una amplia corriente cultural cuyo origen se sitúa en la costa oeste de los Estados Unidos en la década de 1960. Recoge elementos diversos de culturas muy primitivas, los cuales procura sintetizar en una presentación inarmónica de teología oriental, concepción mágica del universo, sabiduría de las culturas más dispares, junto con medicina holística y psicología transpersonal. Todo esto, con un aditivo de mesianismo milenarista en clave OVNI.
Es un juicio práctico de la razón por el que la persona reconoce si un acto es bueno o malo. Es la brújula de nuestro accionar.
Principio de orden puesto por Dios en la naturaleza humana, dirigido al bien personal y al bien común. Debe ser justa, buscando el verdadero bien. Existen leyes civiles, etc.
Reglas o normas por las que se rige la conducta libre del hombre. Todos los actos libres del hombre son objeto de la moral.
Asamblea, reunión, convocación de todos los bautizados (laicos, consagrados, orden sagrado). Comunidad.
En el pueblo de Dios todos, sean laicos, religiosos o pastores, tienen la misma dignidad e igualdad esencial y todos comparten la misma vocación a la santidad y a la participación en la misión salvífica de la Iglesia. La Iglesia la forman todos los bautizados. Es el pueblo de Dios en marcha. Este pueblo tiene por origen a Dios Padre, por cabeza a Jesucristo, por condición la dignidad y la libertad de los hijos de Dios, por ley el mandamiento nuevo del amor, por misión la de ser sal de la tierra y luz del mundo, por destino el reino de Dios.
Cristo no tiene sucesor alguno, ya que Él mismo sigue viviendo y actuando en su Iglesia por medio del Espíritu Santo.
La Iglesia es llamada templo del Espíritu Santo porque el Espíritu vive en el cuerpo que es la Iglesia: en su cabeza y en sus miembros. Él, además, edifica la Iglesia en la caridad con la palabra de Dios, los sacramentos, las virtudes y los carismas.
Cristo resucitado tiene un solo cuerpo místico (Iglesia). Cristo quiere unir a toda la humanidad en un solo pueblo. Esta familia de Dios es animada por el único Espíritu Santo. La unidad se hace evidente en la profesión de la misma fe y en el ministerio de los legítimos pastores, establecidos por Cristo mismo. La Iglesia es una porque tiene como origen y modelo la unidad de un solo Dios en la unidad de las personas que restablece la unidad de todos los pueblos en un solo cuerpo; los une en comunión en Cristo. Tiene una sola fe, una sola vida sacramental, una única sucesión apostólica, una común esperanza y la misma caridad.
Santa es la Iglesia por su cabeza, Cristo; por su alma, el Espíritu Santo; y por su misión, continuar la salvación de los hombres. La Iglesia es santa porque Dios santísimo es su autor; Cristo se ha entregado a sí mismo por ella para santificarla y hacerla santificante; el Espíritu Santo la vivifica con la caridad. En la Iglesia se encuentra la plenitud de los medios de salvación. Su santidad es la fuente de la santificación de sus hijos, los cuales se reconocen pecadores, necesitados de conversión y purificación.
Quiere decir universal (expansión sobre toda la tierra y hasta el fin del mundo). Cada parte de la Iglesia debe estar en comunión con la Iglesia entera y aportar sus valores para el bien de la Iglesia mundial. Catolicidad quiere decir “la verdad de Cristo debe ser conservada íntegra”. La Iglesia anuncia la totalidad de la fe; lleva en sí y administra los medios de salvación; es enviada en misión a todos los pueblos.
Porque se basa en el testimonio de los apóstoles y continúa la misión que ellos habían recibido de Cristo. Jesús delegó su poder a Pedro. El sucesor de San Pedro es el Papa; los sucesores de los demás apóstoles son los obispos, quienes junto con el Papa son responsables de la Iglesia entera. La Iglesia es apostólica por su origen (construida sobre el fundamento de los apóstoles); por su enseñanza (la misma de los apóstoles) y por su estructura (es instruida, santificada y gobernada por los apóstoles, gracias a sus sucesores, los obispos).
La Iglesia es misionera porque, guiada por el Espíritu Santo, continúa a lo largo de los siglos la misión de Cristo. Por tanto, los cristianos deben anunciar a todos la buena noticia traída por Jesucristo, siguiendo su camino y dispuestos incluso al sacrificio de sí mismos hasta el martirio.
La Iglesia nació del designio de Dios. Con el término “Iglesia” se designa al pueblo que Dios reúne para constituir la asamblea de todos los hijos de Dios. En la Sagrada Escritura encontramos imágenes que ponen de relieve aspectos del misterio de la Iglesia. El Antiguo Testamento prefiere imágenes ligadas al pueblo de Dios; el Nuevo Testamento, aquellas vinculadas a Cristo y las imágenes sacadas de la vida pastoral (redil, grey, ovejas), agrícola (campo, olivo, viña), familiar (madre, familia) y de la construcción (morada, piedra, templo). La Iglesia fue preparada en la antigua alianza con la elección de Israel. Fundada por las palabras y las acciones de Jesucristo. Fue realizada mediante su muerte redentora y su resurrección. Se manifestó como misterio de salvación mediante la efusión del Espíritu Santo en Pentecostés. Al final de los tiempos, alcanzará su consumación como asamblea celestial de todos los redimidos.
La misión de la Iglesia es la de anunciar e instaurar entre todos los pueblos el reino de Dios inaugurado por Jesucristo. La Iglesia es el inicio sobre la tierra de este Reino de Salvación. La misión de la Iglesia es continuar la misión salvífica de Cristo, ser signo (mostrar la salvación) e instrumento (realizar la salvación) de salvación para todo el mundo. Los tres modos de realización son: anuncio de la buena noticia, celebración de los sacramentos y servicio de caridad. La Iglesia es sacramento (signo eficaz y visible de gracia) de salvación: todos los que llegan a la salvación eterna son salvados por medio de la Iglesia. La Iglesia es el signo y el instrumento para el encuentro más íntimo con Dios, como también para la unión de toda la humanidad. Ella continúa la obra de salvación de Jesucristo. La Iglesia es el sacramento de Jesucristo: Cristo resucitado está realmente presente a través de la Iglesia, que es su cuerpo. La Iglesia sigue haciendo presente a Jesús en medio de nosotros por medio de los sacramentos. La Iglesia continúa la misión de Jesús: anunciar y llevar a todos los hombres el amor que Dios nos tiene.
Siglo I (33 d.C.): Primer Papa. Ascensión de Jesús, 40 días después de su muerte. Pentecostés, 50 días después de Pascua. Asunción de los apóstoles. 44 d.C.: Conversión de Saulo. Herodes condena a Pedro. Asunción de María. 60 d.C.: Muerte de Pedro. 52 d.C.: Concilio Apostólico de Jerusalén. Trabajo de evangelización de Pablo. Creación de la primera Iglesia. Persecución. Suicidio de Judas. Antes del año 51: Diáconos (Esteban, uno de los más conocidos). En el 51: Concilio de Jerusalén. Pedro, cartas, evangelios, martirios y Pablo (en el Circo Romano = Vaticano). Del año 67 hasta cerca del siglo IV hubo persecuciones: César, Nerón, Domiciano, Diocleciano, Constantino. Constantino: Edicto de Milán, religión oficial del Imperio Romano (quedó ligada al poder político). Año 325: Concilio de Nicea. 381: Constantinopla. 431: Éfeso. 451: Calcedonia. 553: Constantinopla II. 680: Constantinopla III. 787: Nicea II. Del siglo II al siglo IV: Herejías (= doctrinas falsas). Siglo V: Primera Iglesia en Rávena. 431: Éfeso. 451: Calcedonia.