Portada » Historia » Nacionalismos en España: Catalán, Vasco, Gallego y Canario
Los movimientos nacionalistas surgieron como una fuerza de oposición frente al centralismo de La Restauración. El individuo no pertenece a una comunidad universal, sino a una comunidad natural de valores que es el pueblo. El criterio diferenciador de esos pueblos es el concepto de raza, que se ve potenciado a través de investigaciones antropológicas y etnológicas, la lengua y la cultura. El individuo así concebido debe rechazar lo ajeno y recuperar sus orígenes, que es lo que lo distingue de los demás. En lo político, implica recuperar la libertad y la soberanía. A cada comunidad debe corresponderle un estado soberano: Catalán, Vasco y Gallego.
El origen del regionalismo catalán está en la defensa de sus intereses económicos (Cataluña sufre un proceso de industrialización (textiles) y de urbanización mucho más rápido que el resto de España, que es fundamentalmente agrario y rural) y en salvaguardar su originalidad cultural y lingüística, donde juega un papel muy importante un movimiento denominado Renaixença (renacimiento). Pero fue a partir de 1880 cuando se manifiesta como un fenómeno político.
El fundador del movimiento fue Almirall, que crea en 1879 el «Diario Catalán», y en 1880 funda el Centro Catalán para luchar por la autonomía, que agrupa fundamentalmente a la burguesía agraria. Otros sectores burgueses forman la Lliga de Catalunya para defenderse del régimen político anterior a los decretos de Nueva Planta. La Unión del Centro Catalán y la Lliga da origen a la Unión Catalanista (1891), de ideología conservadora, que tiene su ideario en las Bases de Manresa redactadas por Prat de la Riba y que propugna un estado de tipo federal, reclama el mantenimiento de los privilegios financieros y judiciales, la existencia de un parlamento catalán con competencias en legislación penal y que controle las fuerzas del orden, proclama la oficialidad del catalán, etc.
En Cataluña, el impacto de la crisis del 98 fue decisivo para la maduración y expansión del catalanismo. Existe un rechazo amplio por la Ley de Jurisdicciones, por el cual quedaba bajo jurisdicción militar las ofensas a la unidad de la patria, el ejército y la bandera. Posibilitó la formación de un amplio movimiento, Solidaridad Catalana, que unió a carlistas, regionalistas y republicanos que ganan las siguientes legislaciones.
En 1914, y acogiéndose a la Ley de Mancomunidades, las Diputaciones Catalanas, bajo el control de la Lliga, impulsaron la creación de la Mancomunidad de Cataluña, que estuvo vigente hasta la dictadura de Primo de Rivera.
Surge de la obra de Sabino Arana. Se llama Vizcaya por su independencia, que permite crear la primera sociedad nacionalista del País Vasco (Euskadi), Euskaldun Batzokista, en principio con un fin recreativo. Para Arana, la existencia de unos fueros (leyes) y una lengua diferente era prueba de la existencia de la nacionalidad vasca. Defiende una sociedad patriarcal, atacando a la alta burguesía industrial vasca y prefiriendo a la sociedad rural como la mejor. En 1895 se funda el Partido Nacionalista Vasco (PNV), que atrajo a la pequeña y mediana burguesía rural y a algunos profesionales de Bilbao.
Además de penetrar en las instituciones vascas, se fue suavizando el discurso de Arana, renunciando a las tesis independentistas para convertirse en autonomistas. En 1913 cambió su nombre por el de Comunión Nacionalista Vasca con el fin de atraerse a la burguesía con una postura claramente moderada. Sin embargo, la crisis económica posterior a la Primera Guerra Mundial fomentó de nuevo el independentismo y provocó la ruptura dentro de Comunión Nacionalista, existiendo dos tendencias clave:
La actitud represiva del gobierno provocó la escisión en 1921. El sector radical o Aberriano refundó en nuevo PNV con la voluntad a la vieja doctrina sabiniana, y en 1930 ambos sectores volverán a unificarse.
El «Rexurdimento» se crea como respuesta al subdesarrollo económico y cultural del territorio y atrae a algunos intelectuales. Entre sus líderes están Murguía y Brañas. En 1907 se crea Solidaridad Gallega en un intento de unificar a los grupos galleguistas, pero no llegó a actuar como partido político, limitándose a concurrir a las municipales en algunas localidades. El gran paso del galleguismo cultural al político se da en 1916 con la creación de Irmandade dos Amigos da Fala, que se convirtió en el gran portavoz del nacionalismo. Más débiles fueron los movimientos regionalistas valenciano y andaluz.
Entre los personajes más influyentes en la creación y difusión del primer movimiento nacionalista canario está Secundino Delgado, que destacó por la defensa de los intereses de Canarias y Cuba, en una época donde los abusos coloniales estaban a la orden del día. A pesar de la represión de la que fue objeto, contó con algunas figuras importantes que le alentaron en su lucha, como Adolfo del Castillo y Nicolás Estévanez. Delgado, además de destacar como periodista y escritor, será uno de los promotores de la creación del primer partido netamente canario. En Caracas funda en 1897 la revista “El Guanche”, a través de cuyas páginas desarrolla una gran campaña de denuncias sobre la situación del archipiélago y preconiza la independencia del mismo.