Portada » Historia » Movimientos de independencia en las colonias españolas
Las causas de la independencia de las colonias españolas en América podríamos resumirlas en cinco:
1. Económicamente, predominó el monopolio comercial durante gran parte del periodo colonial, las colonias solo podían comerciar con España. Lo cual creaba un gran descontento, ya que los criollos deseaban buscar nuevas fuentes de riqueza. Además, criticaban el aumento de los impuestos, que eran utilizados para financiar los gastos de la corona española. 2. A nivel político, los criollos no estaban de acuerdo con el centralismo de la metrópoli española, ya que España era la que tomaba las decisiones y elegía las principales autoridades de América. 3. La revolución americana y la revolución francesa (1789) influyeron en las colonias americanas pues fueron ejemplos en la lucha por las libertades y derechos humanos. 4. El apoyo del Reino Unido, el cual prefería países independientes en América, con los que poder comerciar libremente. 5. La ocupación francesa de la España peninsular dificultó las comunicaciones con las colonias y ocupó a las tropas españolas en la lucha por expulsar a Napoleón. Aunque los criollos formaron juntas que mantuvieron las relaciones con Cádiz, ni las reformas impulsadas por las Cortes ni la Constitución de 1812 alcanzaron a las colonias americanas. Entonces, las juntas de América se enfrentaron con las autoridades coloniales y emergieron como nuevos poderes. Desarrollo del proceso.Poco a poco, se fueron forjando tres focos independentistas: 1. El de Buenos Aires en el que José de San Martín proclamó una primera independencia de la República Argentina. 2. El virreinato de Nueva Granada y Venezuela en l que Simón Bolívar afianzo su liderazgo. 3. En México: El cura Hidalgo encabeza un movimiento campesino con contenido social.
En este proceso hubieron cuatro grandes fases:
a.- El periodo de Regencia (1810-1813),coincide con la Guerra de Independencia en la Península. En América se crea un vacío legal parecido al de la España peninsular. Las autoridades americanas no respetaron la monarquía de José I Bonaparte y crearon juntas que se desvincularon de la Junta Suprema Central. Las juntas de Buenos Aires, Caracas y Quito no reconocen la legitimidad de las autoridades españolas. En esta fase se independizan Paraguay y parte de Argentina.
b.- El restablecimiento del absolutismo en España (1814-1820) significó una política de intransigencia hacia las colonias, que se deriva en un envío de soldados para acabar con las revueltas, lo que generó una expansión del movimiento libertador en América y unos costes económicos muy grandes. A partir de 1816 el movimiento emancipador se generaliza independizándose Chile y parte de la Gran Colombia.
c. En el Trienio Liberal (1820-1823) vemos el pronunciamiento de Riego en Cádiz (1820) que impidió que las tropas españolas fueran a América, y las que estaban en las colonias quedaron aisladas. Los criollos realistas de Nueva Granada y México, asustados por la llegada al poder en Madrid de los liberales, se pasaron al bando independentista. El poder militar español se debilito de inmediato. Se independizaron México, las Provincias Unidas de Centroamérica, la parte venezolana de la Gran Colombia bajo Simón Bolívar, y el Perú.
d. Durante la Década Ominosa (1823-1833), la victoria de Bolívar en Ayacucho (1824) hizo definitiva la independencia de las repúblicas americanas. Vemos que se independizan Bolivia y la República Oriental del Uruguay. España pierde sus últimas colonias,Cuba y Puerto Rico en 1898.
Por la relación entre Canarias y América desde el momento que se conquistaron,el aporte de Canarias al proceso independentista no es nada desdeñable. Muchos descendientes de canarios participaron en el proceso: Francisco de Miranda, la esposa de Bolívar, y más tarde José Martí.
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–> A los nacionalismos vasco y catalán.
Durante el Siglo XIX, el siglo del nacionalismo en toda Europa. En España, la industrialización se concentra especialmente en Cataluña y País Vasco, hecho que atrae a mucha población de otras comunidades, provocando una reacción defensiva de autoafirmación en ciertos sectores de las sociedades receptoras de inmigración. El centralismo liberal de la Restauración y la crisis del 98 con la pérdida de las últimas colonias, revive en algunos territorios una reivindicación de las propias peculiaridades y de autogobierno. Estos movimientos tuvieron diferente fuerza y cariz según los territorios. Los partidos dinásticos de la Restauración no fueron capaces de construir un nacionalismo que abarcara a todos los territorios de España. Por el contrario, el nacionalismo centralista español que forjaron se formó en contra de otros nacionalismos periféricos. Esta dinámica y sus consecuencias perviven aún hoy. Sólo en el breve periodo de la II República y tras la muerte del dictador Franco, estas reivindicaciones han sido atendidas con la aprobación de estatutos de autonomía. Pero aun así el encaje no resulta sencillo.
A fines del Siglo XIX, nacen en Cataluña y el País Vasco movimientos que cuestionan la existencia de una única nacíón en España. Si analizamos ambos textos, vemos con claridad que el inicio de sus argumentos nacionalistas consiste en afirmar que Cataluña y el País Vasco son naciones con personalidad propia y que, por ello, tienen derecho al autogobierno. Esta afirmación la basan en la existencia de unas realidades diferenciales: como la lengua, los derechos históricos, la cultura y costumbres propias. Enric Prat de la Riba es el ideólogo de un nacionalismo catalán autonomista, conservador, católico y burgués con dos objetivos principales: Autonomía política y defensa de los intereses económicos de los industriales catalanes y de una política comercial proteccionista. Prat de la Riba comienza su andadura política desde el regionalismo fundando el partido Uníó Catalanista y luego la Lliga Regionalista. También, participa en la elaboración de las Bases de Manresa, documento en el que se sientan las bases del nacionalismo autonomista catalán. El nacionalismo catalán se extendíó sobre todo entre la burguésía y el campesinado.La defensa de los fueros vascos quedó ligada a la causa carlista durante el Siglo XIX. Las sucesivas derrotas de los callistas llevaron a la abolición de los fueros. La burguésía vizcaína, enriquecida por la revolución industrial, fue el terreno social donde nacíó el nacionalismo vasco. Sabino Arana es el fundador del PNV que se caracteriza inicialmente por su independentismo, radicalismo antiespañol, integrísimo ultracatólico, defensa a ultranza del mundo rural y tradicional vasco, promoción de la euskaldización de la sociedad vasca y rechazo radical de todo lo español. La influencia social y geográfica fue desigual. Se extendíó sobre todo entre la pequeña y media burguésía, y en el mundo rural. La gran burguésía industrial y financiera se distanció del nacionalismo. Se extendíó en Vizcaya y Guipúzcoa. Su influencia en Álava y Navarra fue mucho menor. El PNV fue evolucionando hacia posiciones más moderadas y modernas y a lo largo del Siglo XX tuvo varias escisiones, por lo general más radicales (ANV, ETA, EA, …).