Portada » Historia » Movimiento obrero y nacionalismos en España
En España, el movimiento obrero tuvo mayor fuerza que en otros países debido a la enorme miseria en la que vivían tanto los obreros en la ciudad como campesinos en el campo. La lucha obrera fue dramática en ocasiones.
El PSOE (1879) y la UGT (1888) estuvieron ligados a la II Internacional. El PSOE fue fundado en la clandestinidad en Madrid, a cuya cabeza estaba Pablo Iglesias Posse. Su fuerza radicaba en Madrid, Asturias, Sevilla, Vizcaya y Cataluña, principalmente.
Se concibió como un sindicato global que se organizaría en secciones de profesiones en cada población. Sus reivindicaciones más importantes se centraron en el reconocimiento legal del derecho de huelga y en la negociación colectiva entre los patronos y los obreros.
Las ideas anarquistas de abolición de la propiedad individual, desconexión absoluta de los partidos políticos, de triunfo de la federación libre de las asociaciones obreras y de deseo de una revolución social total eran atractivas para una población que se encontraba en una situación límite de miseria.
El régimen de la Restauración se consolidó porque buena parte de la burguesía de los negocios y de los grandes propietarios de tierras, cansados de la experiencia revolucionaria del Sexenio, apostaron por una fórmula que garantizara la estabilidad frente a las convulsiones sociales y políticas anteriores.
La Constitución de 1876 fue un texto flexible y no partidista, concebida como un equilibrio entre las constituciones de 1845 y 1869. Su carácter liberal doctrinario permitirá que el sistema ideado por Cánovas fuera factible durante un periodo de tiempo bastante extenso (1876-1923), convirtiéndose, por ello, en uno de los elementos básicos de sostén del sistema.
Los nacionalismos vasco y catalán surgieron durante el siglo XIX en un contexto de reivindicación de las propias peculiaridades y de autogobierno. Estos movimientos tuvieron diferente fuerza y cariz según los territorios.
Enric Prat de la Riba es el ideólogo de un nacionalismo catalán autonomista, conservador, católico y burgués con dos objetivos principales: autonomía política para Cataluña dentro de España y defensa de los intereses económicos de los industriales catalanes.
Sabino Arana es el fundador del PNV (Partido Nacionalista Vasco) que se caracteriza inicialmente por su independentismo, radicalismo antiespañol, integrismo ultracatólico, defensa a ultranza del mundo rural y tradicional vasco, promoción de la euskaldización de la sociedad vasca y rechazo radical de todo lo español.