Portada » Tecnología » Motores y Cilindros Neumáticos: Tipos, Características y Funcionamiento
La representación gráfica de la función del aire en un circuito neumático se realiza mediante diferentes tipos de línea:
Un motor neumático, también conocido como motor de aire comprimido, es un dispositivo que convierte la energía del aire comprimido en trabajo mecánico. Este trabajo se manifiesta principalmente en forma de movimiento rotativo, aunque también puede ser lineal.
Estos motores poseen un rotor montado excéntricamente dentro de un cilindro. El rotor cuenta con paletas longitudinales alojadas en ranuras. El par se genera cuando el aire a presión actúa sobre estas paletas. Generalmente, se utilizan entre 4 y 8 paletas, aunque 4 o 5 suelen ser suficientes. Un mayor número de paletas mejora la fiabilidad y el par de arranque, facilitando el control a bajas velocidades. Operan en un rango de 3.000 a 25.000 RPM en vacío.
Compuesto por dos engranajes: uno conectado al eje del motor y otro que transmite el movimiento. Aunque su rendimiento energético es menor (consume más energía de la que transmite), puede alcanzar hasta 60 CV de potencia. Destaca por su robustez, mínimo mantenimiento (dependiendo de la calidad del aire y la lubricación), ausencia de vibraciones, tamaño compacto y ligereza.
Estos motores contienen de 4 a 6 cilindros. La potencia se genera por la presión del aire encerrada en cada cilindro. Operan a revoluciones más bajas que los motores de paletas, pero ofrecen un alto par de arranque y un buen control de velocidad. Son ideales para trabajos a baja velocidad con cargas elevadas, sin superar las 4.000 RPM en vacío. Los pistones pueden estar dispuestos axial o radialmente.
Estos cilindros aprovechan la energía neumática tanto para el avance como para el retroceso, realizando trabajo en ambos sentidos. Requieren estanqueidad en ambas cámaras.
Diferencias con los cilindros de simple efecto:
El final del recorrido del vástago suele estar limitado por el tope físico del émbolo contra la culata. En situaciones de alta velocidad o con masas móviles importantes, estos impactos repetidos pueden deteriorar el equipo. Para mitigar este problema, se implementan sistemas de amortiguación.
Tipos de amortiguación:
El vástago se extiende a ambos lados del émbolo, permitiendo que el cilindro trabaje en ambas direcciones. La fuerza es igual en ambos sentidos y ambas culatas son idénticas. Sus aplicaciones son específicas y su principal desventaja es el espacio que requieren (más del triple de su recorrido).
Proporcionan el giro de un eje, útil para transmitir movimientos de giro limitados (normalmente menores de 360°). Los sistemas que permiten el giro son:
Realizan trabajo en un solo sentido, ya sea durante el avance o el retroceso del vástago. El aire a presión impulsa el émbolo, que transmite el movimiento al vástago. La recuperación (movimiento en sentido contrario) se logra generalmente mediante un muelle interno.
Utilizados para transmitir grandes fuerzas en desplazamientos cortos. Pueden alcanzar fuerzas de hasta 100 toneladas con un solo cilindro, gracias a su gran superficie eficaz (más de 15.000 cm²). Están construidos con un cuerpo de goma con fuelles, limitado por tapas de acero, sin piezas mecánicas móviles. La ausencia de rozamiento aumenta su rendimiento y vida útil. Son resistentes al polvo y la suciedad.
Poseen una membrana de gran superficie, capaz de transmitir una fuerza considerable incluso con baja presión (Fuerza = Presión x Área). Se utilizan comúnmente para controlar la apertura de válvulas de caudal, donde el desplazamiento depende de una presión de control baja.
Se utilizan cuando se requiere una fuerza mayor que la que puede proporcionar un cilindro convencional, pero un cilindro de mayor diámetro presenta problemas de espacio. Consisten en un cilindro con doble pistón, sumando la fuerza ejercida por el aire en cada uno. La fuerza transmitida es casi el doble de la de un cilindro estándar. La alimentación se conecta a dos cámaras para el avance y a otras dos para el retroceso (aunque se puede prescindir de una cámara si el esfuerzo en un sentido es menor).
Permiten realizar paradas a lo largo del recorrido del cilindro. Están formados por dos cilindros unidos por la culata posterior. Eligiendo adecuadamente los recorridos, se pueden obtener cuatro posiciones exactas, controlando la retracción o extensión independiente de los vástagos. Su control es equivalente al de dos cilindros independientes.
Alcanzan velocidades de desplazamiento muy elevadas (hasta 10 m/s), aprovechando la energía cinética para producir trabajo. Disponen de un depósito-reserva en la culata posterior.
El paso del aire se abre o interrumpe mediante un elemento (esférico o plano) que actúa como tapón. Se mantienen abiertas o cerradas mediante resortes.
La apertura y cierre de las vías se realiza mediante una corredera de émbolos (un eje con discos que dividen el interior de la válvula en compartimentos estancos).
Permiten el paso del aire en un solo sentido o lo interrumpen completamente.
Actúan sobre la cantidad de fluido que circula por la tubería, influyendo en la velocidad del fluido y de los elementos de trabajo.