La Representación Voluntaria

Con carácter general, es la realización y ejecución de actos jurídicos en nombre de otro. Para que una persona pueda actuar en nombre de otra, es necesario la concesión previa de un poder. Ejemplos: Procuradores, representantes de futbolistas, etc. En la representación siempre nos vamos a encontrar con dos sujetos: el representante, que es el que actúa en nombre de otro, y el representado, que es en cuyo nombre se actúa.

Dependiendo del origen de la representación, esta va a ser legal (impuesta por ley, padres, tutores) o voluntaria (libertad, será elegida libremente). Esta representación se podría dividir en dos fases:

1. La fase de otorgamiento del poder. Es la fase en la que el representado atribuye al representante ese poder para que actúe en su nombre.
2. La fase de ejecución. Por parte del representante que ejecuta las facultades otorgadas de representación.

Efectos de la Representación

El efecto de la representación consiste en que el acto realizado por el representante produce efectos jurídicos en la esfera patrimonial y jurídica del representado. Por tanto, el tercero con quien el representante trata no se relaciona con él, sino con el representado. Las actuaciones del representante tienen influencia y afectan a la esfera jurídica del representado. Las relaciones reales se dan entre el tercero y el representado, pero no con el representante. Por tanto, las actuaciones del representante producirán consecuencias jurídicas en la esfera del representado, de tal manera que las relaciones se van a dar no entre el representante y el tercero, sino que el representante se relacionará directamente con el tercero.

El poder necesario para que el representante pueda actuar puede ser de dos categorías:

1. Poder general: Atribuciones amplias de actuación.
2. Poder especial: Solo para la realización de determinadas competencias.

También podemos distinguir entre lo que se denomina representación directa y representación indirecta:

• Directa: En la representación directa, el representante actúa en nombre y en interés de su representado.
• Indirecta: En la representación indirecta, el representante actúa en nombre propio pero en interés ajeno. Ejemplo: Padre con un hijo. También podría ser en un caso en que el representante no pusiera de manifiesto su condición de representante.

La Cesión de Créditos y la Subrogación

(Es lo mismo). Es el cambio en la persona del acreedor, ya que se permite en nuestro ordenamiento que el acreedor ceda su derecho de crédito a otra persona. ¿Por qué podría cederse este derecho de crédito, cuál es la justificación? Pues porque es un derecho subjetivo de carácter patrimonial y puede cederse a terceras personas que no tienen por qué tener ninguna vinculación con ella. ¿Por qué es posible la cesión de créditos? Porque al deudor no le cambia para nada su situación jurídica. El deudor tiene que hacer la misma prestación. Tan solo tendrá que estar informado para poder pagar al acreedor real y no al acreedor aparente.

La cesión de créditos es un negocio jurídico celebrado entre el acreedor, que recibe el nombre de cedente, con un tercero que se denomina cesionario. En virtud de este negocio jurídico, le trasmite la titularidad del crédito el cedente al cesionario. Te cedo mi título de crédito. Por tanto, los sujetos de esta cesión de créditos son el cedente y el cesionario, pero no el deudor, pues no necesitamos para nada el consentimiento del deudor. No obstante, es conveniente informar al deudor que se ha producido una cesión del crédito, a los efectos de que el deudor tenga conocimiento de a quién tiene que realizar el pago.

Efectos de la Cesión de Créditos

Los efectos son las nuevas relaciones jurídicas que ahora se crean entre los distintos sujetos:

1. La que se da entre el cedente y el cesionario. El que cede el crédito (el acreedor antiguo), está obligado a realizar todos los actos que sean necesarios para proporcionarle al cesionario la plena efectividad del crédito. ¿Qué actos serían estos? Entregarle todo tipo de documentos en poder del cedente relativos a esa cesión de créditos, para garantizar la plena eficacia de esa cesión del crédito. Ejemplo: talón al portador. El cedente tiene como obligación garantizar la existencia del crédito y la solvencia del deudor cedido. Este crédito es verdadero y existe, ya que si el crédito fuera inexistente, el cedente tendrá que rembolsar el precio de la cesión. Que son los mismos efectos en caso de que el deudor fuera insolvente.
2. La relación que desaparece entre el cedente (antiguo acreedor) y el deudor. Una vez que se ha hecho efectiva la cesión del crédito, es una relación que se extingue. Ahora bien, si el deudor no tiene conocimiento de la cesión y este pague al cedente (que para él es el acreedor), el deudor queda totalmente liberado de su obligación.
3. Tercera relación, la que se da ahora entre el deudor y el cesionario, o nuevo acreedor. Esta relación será una relación normal entre un deudor y un acreedor, ya que el cesionario se ha convertido en definitiva en un acreedor y el deudor sigue estando obligado a la prestación a que se había comprometido.

Cambios en la Persona del Deudor: La Asunción de Deuda

Nuestro ordenamiento jurídico autoriza/concede validez al cambio en la persona del deudor, pero para que este cambio sea válido, pone como requisito el consentimiento del acreedor. Cuando se habla de cambio en la persona del deudor, hablamos de la figura de la asunción de la deuda.

¿Qué es la Asunción de la Deuda?

Es un negocio jurídico en virtud del cual un deudor trasmite su deuda a un tercero. Este tercero que la acepta y se convierte en el nuevo deudor. Para que el antiguo deudor quede liberado de su obligación, es imprescindible el consentimiento del acreedor.

1. A esto es lo que llamamos asunción liberatoria. Es decir, mediante la cesión de mi deuda, consintiendo el acreedor, el antiguo deudor queda liberado.
2. También existe lo que denomina la asunción cumulativa. Esto supone la aparición de un nuevo deudor en la relación obligatoria, pero el deudor originario no se ve liberado. De tal manera que ahora ambos deudores, el antiguo y el nuevo, responderán solidariamente frente al acreedor.

En ambos casos (liberatoria o cumulativa), es imprescindible el consentimiento del acreedor.

Por último, vemos como el programa habla también de Expromisión y Delegación.

• Expromisión: Consiste en un pacto entre el acreedor y un tercero en virtud del cual el tercero va a ocupar el lugar del primitivo deudor. Aquí queda fielmente reflejado el consentimiento del acreedor, pues es el propio patrocinador de este cambio.
• Delegación: Es un pacto realizado entre el deudor primitivo y un tercero que va a ocupar, (este tercero), su lugar en la relación obligatoria. En este caso, obviamente, es necesario el consentimiento expreso del acreedor.

Transmisión del Contrato y Subcontrato

• La transmisión o cesión del contrato: Es el traspaso a un tercero de la íntegra posición contractual que ocupa una de las partes contratantes. Esto es válido por el artículo 1255 del c.c., que establece el principio de autonomía de voluntad de las partes. Para que esta cesión sea válida, es necesario el consentimiento (este consentimiento es elemento esencial) del contratante cedido. El titular de ese Pub, el titular de la apertura concedida, por ejemplo, un traspaso de negocio, el local y la actividad en él desarrollada. En definitiva, el dueño de la explotación tendrá que consentir esa transmisión.
• Subcontrato: En general, es un contrato derivado y dependiente de un contrato anterior de su misma naturaleza que surge o que nace porque uno de los contratantes, en lugar de ejecutar él personalmente las obligaciones derivadas del primer contrato, contrata a un tercero para que las realice (ejemplo: subarriendo, una subcontrata de una obra).