Portada » Ciencias sociales » Modelo político pluralismo competitivo
Los regíMenes políticos no son una estructura estática e inamovible que se perpetúe por sí misma en el poder. Los regíMenes, como las personas que los integran, evolucionan y cambian. Y es precisamente ese cambio el centro de estudio de numerosos investigadores, interesados en las causas que explican el paso de un régimen autoritario a una democracia o, por el contrario, a un nuevo –pero diferente- régimen autoritario.
Las teorías explicativas de la transición son muchas y diversas debido, en gran medida, al alto grado de complejidad de los fenómenos de cambio, la gran cantidad de variables que inciden sobre él y las diferencias específicas que adquiere cada régimen autoritario que avanza hacia la democratización de su sistema político.
Son muchos los investigadores que se interesan por los procesos de transición, entre los cuales se encuentra Dankwart Alexander Rustow. Centrándose en el estudio de los diferentes factores explicativos que puedan conducir hacia un modelo de transición democrática, Rustow critica la visión economicista que manténían investigadores como Lipset, negando que las democracias estables sean aquéllas que han conocido un mayor crecimiento económico y posean una mayor tasa de alfabetización. Esto no quiere decir que niegue la relación entre economía y cambio político, sino su concepción como causa directa de la transición, ya que –en su opinión- se trata tan sólo de una correlación.
El modelo de Rustow es el punto de partida del resto de los análisis de transiciones a la democracia.
Se basó en transiciones ya añejas por lo que tiene el valor de fundarse en procesos concluidos en democracias ya consolidadas o frustradas que finalizaron en nuevos autoritarismos.
Propone un modelo «genético» que investiga las causas de la democratización. Distingue metodológicamente el origen de la democracia de su establecimiento y estabilidad. Según dicho método, se buscan las precondiciones para la democracia; cada una de ellas debe ser conformada individualmente, en secuencia y por los protagonistas adecuados.
El modelo se conforma con una variable dependiente y cuatro independientes.
Es la democracia. Su base no es lograr el máximo consensosino alcanzar el término medio entre la imposición de la uniformidad(que conduce a la tiranía) y la implacable hostilidad entre losextremismos que se agudiza a medida que surgen nuevas divisiones yconflictos (que conduce a la Guerra Civil). La esencia de la democraciaes el hábito de reconocer la diversidad, tolerarla y aceptar laconciliación como modo de resolución de los conflictos.
Son cuatro las precondiciones que pueden ser consideradas variables independientes de la variable dependiente que es la democracia.
La mayoría de los ciudadanos no deben tener duda o reserva alguna respecto a la comunidad a que pertenecen; el ámbito espacial y personal debe quedar bien determinado; como lo señalara el eminente politólogo-jurista inglés Sir Ivor Jennings: » el pueblo no puede decidir antes que alguien decida quién es el pueblo.
No es preciso que se haya alcanzado un nivel mínimo de desarrollo económico o de diferenciación social; estos fenómenos entran en el modelo sólo indirectamente, a través del conflicto entre fuerzas sociales, que se resuelve en consensos reconocidos en las bases acordadas de unificación nacional.
Los protagonistas (actores políticos) deben representar fuerzas sociales auténticas y bien atrincheradas. Las demandas o soluciones de fondo deben de tener sentido profundo para ellos. Debe existir real conflicto.
Por lo general, los protagonistas son la elite en el poder y los grupos de oposición que desean compartirlo varían de un sistema político a otro.
Son indispensables la negociación y el compromiso. Puesto que se tienen que negociar puntos precisos y tomar serios riesgos hacia el futuro, es frecuente que un grupo muy reducido de líderes adquiera un rol desmesurado.
Por lo general, están presentes en esta etapa las fuerzas sociales actuantes en la fase preparatoria; pero los acompañan ahora los grupos disidentes desprendidos de esas mismas fuerzas así como individuos y grupos recién llegados a la arena política. El consenso resultante es deliberado y explícito.
Práctica de los procedimientos democráticos; los actores políticos y los electores se acostumbran a ellos. Se requiere la acción de individuos y grupos. Los cambios generacionales pueden favorecer esta formación al aceptar los nuevos actores como naturales las «reglas del juego”. Es probable que una decisión desagradable, una vez tomada, se vaya haciendo más tolerable en la medida en que uno se ve forzado a vivir con ella. Tanto los políticos como el electorado deben habituarse a las reglas.
– Los factores que dieron origen a una democracia no son necesariamente los que la mantienen estable.
– Hay una interacción causal circular entre las condiciones sociales, económicas, psicológicas y las políticas. La «retroalimentación» es permanente.
– No todas las creencias y actitudes generan acciones; a veces son éstas las que dan origen a aquéllas. La génesis de la democracia no es necesariamente uniforme temporalmente ni socialmente; el tránsito varía de sistema político a sistema político según tiempos y circunstancias particulares.
– Rustow hace una clasificación del proceso de democratización en cuatro fases, entre las cuales destaca la unidad nacional, primera y más importante, dado que sin ella, una vez comience la transición y la consiguiente extrema polarización de la sociedad, el país puede ser testigo de la secesión de parte de su territorio no consolidado.