Portada » Biología » Modalidades Terapéuticas Físicas: Fundamentos del Ultrasonido, Hidroterapia y Mecanoterapia
El ultrasonido es un sonido con una frecuencia superior a los 20,000 ciclos por segundo (Hz), que sobrepasa los límites normales del oído humano (capaz de percibir frecuencias entre 16 y 20,000 Hz). A los sonidos con una frecuencia por encima de estos límites se les denomina ultrasonido.
El ultrasonido terapéutico utiliza frecuencias que oscilan entre 0.7 y 3.3 MHz, con el objetivo de maximizar la absorción de energía a una profundidad de entre 2 y 5 cm en los tejidos blandos.
Se selecciona en función de la profundidad del tejido a tratar:
Nota: La profundidad de penetración es menor en tejidos con alto contenido de colágeno.
Se ajusta según el objetivo del tratamiento:
Se selecciona en función del tamaño del área a tratar y el Área Efectiva de Radiación (AER) del cabezal. Generalmente, se aplica de 5 a 10 minutos por área. Se debe considerar aumentar la duración del tratamiento cuando se utilizan intensidades y/o frecuencias bajas.
El aumento de temperatura facilita la extensibilidad de los tejidos blandos y puede mejorar la circulación local, favoreciendo la recuperación tisular.
Los efectos de micromasaje celular son responsables del aumento de la extensibilidad del colágeno (presente en tendones y cicatrices), la movilización de adherencias y la mejora de la calidad del tejido cicatricial.
Se produce la liberación de sustancias vasodilatadoras y proinflamatorias (en fases agudas controladas), favoreciendo las reacciones y procesos químicos locales necesarios para la reparación.
Se logra la disminución de la transmisión del impulso nervioso y de la excitabilidad de las células nerviosas, contribuyendo al alivio del dolor.
Etimología: Del griego hydro (agua) y therapeia (curación). Es la aplicación terapéutica del agua, de forma interna o externa, para el tratamiento de disfunciones físicas o psicológicas.
El agua posee un alto calor específico y una buena conductividad térmica. Puede transferir calor por convección y conducción, utilizándose como agente calentador o enfriador superficial eficaz.
Es la fuerza experimentada como un empuje hacia arriba sobre el cuerpo sumergido, en sentido opuesto a la fuerza de gravedad. Reduce la carga sobre articulaciones y músculos.
La viscosidad del agua proporciona resistencia al movimiento. Esta resistencia se opone al sentido del movimiento y aumenta en proporción a la velocidad del mismo y al área de superficie que se mueve.
Es la presión que ejerce un líquido sobre un cuerpo sumergido. Aumenta con la profundidad de inmersión y puede ayudar en el retorno venoso y la reducción de edemas.
La presión del agua puede ayudar a retirar detritos o tejido no viable (desbridamiento) de heridas y disminuir la carga bacteriana superficial.
Precaución en: Obesidad mórbida, embarazo (evitar temperaturas extremas y chorros fuertes sobre abdomen), hipotensión.
Es la utilización terapéutica de aparatos mecánicos destinados a provocar y dirigir movimientos corporales regulados en su fuerza, trayectoria y amplitud.