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La alelopatía es el efecto antagonista que realizan ciertas plantas sobre otras de diferente especie mediante secreciones, excreciones o residuos que producen las primeras, como consecuencia de su actividad normal.
La fitopatología es una ciencia que trata de la naturaleza, las causas, el control y aspectos socioeconómicos de las enfermedades de las plantas.
Su misión es promover la salud de las plantas y asegurar la calidad y rendimiento en la producción de alimentos, fibras y plantas ornamentales, mediante procedimientos respetuosos con el ecosistema.
Es una ciencia integradora que se debe nutrir de conocimientos básicos propios de otras disciplinas como ciencias agrarias, biológicas, físicas, químicas…
La entomología es la ciencia que estudia los insectos.
Una enfermedad es una interacción entre un agente patógeno, una planta susceptible y un ambiente adecuado. Cuando uno de estos patógenos parasita una planta se habla de infecciones.
Una plaga es cualquier animal que puede causar daños en las plantas.
Una fisiopatía es cualquier alteración en la morfología o fisiología en los vegetales, provocados por agentes de origen no parasitario: heridas mecánicas, agentes atmosféricos (granizo, heladas…), accidentes edáficos (pH inadecuado, desequilibrios nutricionales…) La mayoría de las plantas cultivadas suelen padecer estas enfermedades.
-Los accidentes mecánicos son aquellas heridas provocadas por podas mal realizadas, golpes debido al paso de maquinaria o roturas de ramas por diversas causas.
Los efectos de las heridas son la alteración de la circulación de la savia, la disminución de la absorción de las raíces, la reducción de la actividad fotosintética, la movilización de las reservas, la disminución de las cosechas, la debilidad general y la entrada de patógenos. Las formas de defensa de las plantas ante una herida son diferentes según las especies, en especies herbáceas cualquier herida provoca la muerte de los tejidos y la formación de nuevos tallos y más follaje, mientras que en las especies leñosas cierran las heridas gracias al tejido que segrega súber o savia bruta, creando cámaras de compartimentación que aíslan al posible patógeno.
+ Las altas temperaturas aceleran la transpiración y las plantas se deshidratan. Es peligroso cuando las altas temperaturas se acompañan con humedades relativas bajas o si se une el viento, ya que, al estar renovándose continuamente las masas de aire, estas no llegan a saturarse de agua, acelerándose la transpiración de las plantas, y si las plantas no encuentran suficiente agua entran en un estado de marchitez temporal pudiendo llegar a morir si la situación se prolonga.
A las hojas de la planta le llega gran cantidad de agua absorbida por las raíces: de ésta, sólo una pequeña parte se utiliza en la fotosíntesis, el resto pasa al exterior en forma de vapor.
Otros daños pueden ser las alteraciones funcionales que trastornan los equilibrios biológicos de las plantas, la desnaturalización de las proteínas, la dificultad para la eliminación de productos finales procedentes del metabolismo celular y las tª+50ºC provocan la coagulación de algunos componentes de las células y su posterior muerte.
Una reducción de todas las reacciones enzimáticas, de la intensidad respiratoria, de la actividad fotosintética, de la actividad transpiratoria, de la absorción de agua y sales minerales por las raíces y la circulación ascendente de savia es frenada a temperaturas bajo cero e incluso detenerse.
Lo hace reduciendo su actividad metabólica, aumentando la concentración de glúcidos y sales solubles y reduciendo el contenido de agua libre.
Si se produce un descenso brusco de temperaturas puede sufrir daños importantes, pero si la temperatura desciende progresivamente la planta se va adaptando, llegando a soportar
Los cloruros, los sulfatos de sodio y magnesio y el carbonato sódico, debido a su gran solubilidad.
Una parte de la meteorización de los minerales que constituye la corteza terrestre, otra parte procede de actividades relacionadas con el regadío.
La toxicidad, ya que algunos iones absorbidos en excesiva cantidad por las plantas producen efectos tóxicos y el efecto osmótico, que al aumentar la concentración de sales en la solución del suelo se incrementa el potencial osmótico, y como consecuencia de ello las plantas necesitan hacer mayor esfuerzo de succión para absorber el agua. Toxicidad, algunos iones absorbidos en excesiva cantidad por las plantas producen efectos tóxicos.