Portada » Educación Artística » Mies van der Rohe: Evolución Arquitectónica desde 1907 hasta 1931
Mies van der Rohe (1886), coetáneo de Le Corbusier, alemán, hijo de cantero, diseñó molduras para ebanistas. Su arquitectura recibe influencias de la época, así como de Schinkel, Wright y De Stijl. Fue presidente del Werkbund en 1927 y el último director de la Bauhaus. Con el auge del nazismo y el fascismo, se exilió a Estados Unidos, donde desarrolló su arquitectura a partir de 1937.
Esta obra presenta una arquitectura más tradicional. La planta está subdividida y la fachada muestra simetría. En el interior, el espacio gira en torno a un hall central. El sótano, que comparte el muro de contención, se abre al paisaje a través de la fachada y alberga la cocina y el estudio. En la primera planta se encuentran los dormitorios. Hay dos jardines: uno superior subdividido y otro en el terreno.
Ambos proyectos son muy parecidos, sin forma tradicional ni figurativa, sino más bien abstracta. Mies utiliza un nuevo material: el vidrio. Tienen forma libre y son un ejemplo de arquitectura expresionista. La forma y la técnica son ligeras gracias al vidrio.
Este observatorio se construyó para probar la teoría de la relatividad de Einstein. Consiste en la incorporación de un material no tradicional: el hormigón armado. Se aprovecha la posibilidad de darle la forma deseada. Sin embargo, casi todo lo construido está hecho en ladrillo y no en hormigón. Se utilizan materiales a los que se les puede dar la forma que se quiera.
Este edificio es más racional, con fachada libre y planta libre. Es justo lo contrario a lo orgánico. La arquitectura es la traslación de la construcción, liberada de todo tipo de ornamentación. Debía descansar sobre soportes de hormigón y vigas en voladizo que, a su vez, debían soportar las plataformas de cada uno de los pisos. En las plantas superiores, las vigas sobresalen para conseguir mayor superficie y evitar que se vea un paralelepípedo exacto.
No se construyó, pero sirvió de referencia para otros proyectos. Es un ensayo técnico sobre la forma arquitectónica, pensando en cómo puede ser. No es libre en el alzado, parece unitaria, y en planta, por partes. Tiene fluidez y continuidad con dos direcciones. El proyecto se concibe cogiendo planos, delimitándolos, desplazándolos, rompiendo la caja y jugando con los muros. Se busca la continuidad espacial, sin que prevalezca ninguna dirección (isotropía), y la relación entre exterior e interior, creando continuidad.
Este proyecto es un trabajo sobre la forma, con una composición por partes. Tiene forma de U y se van girando. La masa y el peso son muy importantes, pero hay una franja de aire en el suelo que lo aligera y nos indica que no son muros de carga, pudiendo ser un muro retranqueado o una planta libre sobre pilotes.
Organizada por el Werkbund, esta exposición sobre viviendas propone una vivienda colectiva fundamentada en las posibilidades de la planta libre, permitiendo diferentes organizaciones de los espacios interiores.
Construido para una feria, este pabellón representaba a Berlín. La función no es tan importante. Parte de una superficie horizontal a modo de podio, con ocho cruces en forma de retícula y muros de pilotes de distintos tamaños. La parte delantera es un espacio abierto para ver el estanque. El suelo es de travertino y la cubierta es plana. La relación entre el exterior y el interior es confusa al no delimitarse. Se trabaja con los desplazamientos de muros, creando espacios fluidos y continuos. El foco de luz del estanque pequeño nos invita a seguir dando la vuelta. Tiene planta libre.
Mies vuelve a manejar conceptos similares al pabellón. Los límites están definidos y hay un juego de pilares en una retícula regular. Está situada en pendiente y la estructura es de acero.
Aquí, Mies trabaja con la planta libre, los desplazamientos de muros y, ahora, con el patio. Es un conjunto de tres casas dentro de un mismo perímetro rectangular. La planta está delimitada y fragmentada en distintos espacios. Hay una retícula de pilares regular, desplazamientos de tabiques y la chimenea. Un muro delimita el espacio, creando ambigüedad entre el exterior y el interior. Los espacios se intuyen, no se ven. Hay una confusión entre el exterior y el interior por la delimitación de los muros, a diferencia de antes, que eran infinitos. La cubierta está desplazada para generar confusión y diluir los límites precisos.
En esta obra, Mies juega con los espacios abiertos y cerrados de forma fluida. La cubierta pesada está sujetada por algo tan ligero como el cristal.