Portada » Biología » Microorganismos y células vegetales: estructura, función y patogenicidad
Todos los protozoos se consideran microorganismos, ya que son unicelulares. Son heterótrofos y aerobios, y pueden ser depredadores, detritívoros, simbióticos y parásitos. Pueden formar esqueletos minerales y quistes de resistencia frente a condiciones adversas. Constituyen una fuente de alimento para numerosas especies, y algunos pueden causarnos enfermedades.
Muchas especies son algas unicelulares fotosintéticas y abundan en el plancton. Producen una gran parte del oxígeno atmosférico y absorben mucho CO2 que algunas especies necesitan para fabricar sus cubiertas y caparazones. La proliferación de algunas especies produce mareas tóxicas muy dañinas para otros organismos. Otros chromistas unicelulares viven en endosimbiosis con microalgas, que les proveen de materia orgánica y oxígeno, y esto les permite vivir en ambientes pobres en oxígeno. Algunas especies son parásitas del ser humano y causan graves enfermedades.
Se consideran microorganismos los hongos unicelulares, como las levaduras, y algunos hongos filamentosos (mohos).
Los mohos forman filamentos pluricelulares que crecen en condiciones cálidas y húmedas. Son productores de antibióticos, y algunos se utilizan en el proceso de maduración de ciertos quesos. Algunos hongos pueden causar enfermedades o reacciones alérgicas
Han perdido sus estructuras y han quedado reducidas a paredes celulares. Se unen entre ellas porque los tabiques que inicialmente las separaban desaparecen, y forman los vasos leñosos, tubos huecos por los que asciende el agua.
Son similares a las tráqueas, pero conservan los tabiques entre ellas, aunque perforados por punteaduras.
Un microbio es causante de una enfermedad si:
Son numerosos los microorganismos que conviven en nuestros tejidos produciendo efectos beneficiosos; constituyen la microbiota normal. Existen otros microorganismos patógenos que viven a expensas de nuestro organismo, causando lesiones y enfermedades. Presentan dos características que condicionan los daños potenciales que pueden causar a sus huéspedes:
Los organismos se defienden frente a los microorganismos de forma natural impidiendo su entrada o destruyéndolos en el interior.
Pueden ser:
Constituyen el sistema inmunitario. Pueden ser:
Son moléculas inorgánicas que pueden aparecer en los seres vivos:
Consiste en la eliminación de cualquier germen. El paso previo a la manipulación de los microorganismos es la esterilización del instrumental y los medios de cultivo, para asegurarnos de que no existe contaminación por otros microorganismos. La técnica más utilizada es la esterilización por calor, ya que las temperaturas elevadas destruyen los microorganismos.
Otras técnicas son la esterilización por radiaciones, como la luz ultravioleta y las radiaciones ionizantes o por compuestos químicos, como la lejía, los alcoholes o (agua oxigenada).
Durante la manipulación de los microorganismos hay que utilizarlas ya que crean una atmósfera sin microorganismos en la zona de trabajo para impedir la contaminación.
Son células parenquimáticas, que almacenan sustancias y fibras de esclerénquima, que proporcionan sostén.
Es el conjunto de conductos a través de los cuales circulan los productos obtenidos en la fotosíntesis desde las partes aéreas fotosintéticas al resto de la planta. Está formado por varios tipos de células:
No están formadas por carbono. Aparecen en los seres vivos y en la materia inerte y resultan indispensables para el desarrollo de las funciones vitales.
Está formada por un átomo de oxígeno unido a dos de hidrógeno mediante enlaces covalentes. Es una molécula de carácter dipolar ya que, al formar los átomos de hidrógeno respecto al de oxígeno un ángulo de 104,5°, se crea una asimetría eléctrica con una zona de la molécula cargada positivamente (zona de los hidrógenos) y otra negativamente (zona del oxígeno). Esta distribución de las cargas parciales favorece que se formen enlaces de puente de hidrógeno entre las moléculas de agua, lo que condiciona algunas de sus propiedades.
Presentan una molécula con una parte polar soluble en agua y una parte no polar, insoluble en agua. Son los lípidos componentes de las membranas plasmáticas celulares, en las que forman la característica doble capa lipídica. La fosfatidilcolina es un fosfolípido precursor de neurotransmisores, es decir, a partir de ella el organismo sintetiza otras moléculas que participan en la transmisión de las señales nerviosas.
Son sólidas a temperatura ambiente, de composición química sencilla y, debido a su gran insolubilidad, desempeñan funciones de recubrimiento (frutos y hojas), de impermeabilización (plumas) o estructural (panales de abejas).
Son los lípidos que no poseen ácidos grasos en sus moléculas. Podemos destacar los siguientes grupos:
Están constituidos por membranas formadas por una doble capa lipídica con proteínas.
Es un sistema de sáculos y túbulos formados por una doble membrana que se comunica con el aparato de Golgi y con la membrana nuclear. Hay dos tipos:
Es un conjunto de sacos aplanados y relacionados entre sí, rodeados de vesículas. Modifica las proteínas sintetizadas en el retículo endoplásmico rugoso, participa en el transporte y la secreción de proteínas y lípidos, la distribución de lisosomas y en otros importantes procesos celulares.
Son pequeñas vesículas que contienen enzimas hidrolíticas que actúan en los procesos de digestión intracelular. En algunas ocasiones, los lisosomas vierten su contenido al exterior y contribuyen a la digestión extracelular.
Están formadas por una membrana que rodea un contenido con gran cantidad de agua. Almacenan sustancias y participan en procesos osmóticos. Las vacuolas digestivas también intervienen en la digestión intracelular.
Las plantas conquistaron el medio terrestre, donde no contaban con la protección del agua, gracias al desarrollo de estructuras específicas que impiden su desecación, posibilitan el reparto de las sustancias nutritivas por todo su organismo y mejoran el proceso reproductivo. Se trata de unos órganos específicos: la raíz, el tallo, las hojas y las flores, constituidos por conjuntos de células especializadas o tejidos.
Son tejidos embrionarios, formadores, responsables del crecimiento de la planta.
Están completamente diferenciados y especializados en diversas funciones.
La presencia de meristemos es una de las diferencias entre los reinos Plantas y Animales. Gracias a estos tejidos, las plantas crecen a lo largo de toda su vida y producen nuevos órganos continuamente. Las células meristemáticas son de tamaño pequeño, forma poliédrica, pared celular delgada y núcleo grande, y contienen numerosas vacuolas. Son totipotentes, conservan intacta su capacidad de diferenciación, se mantienen sin especializar y se dividen continuamente para dar lugar a otras células, que se van diferenciando hasta constituir los distintos tejidos adultos.
Están formados por células de paredes muy engrosadas, ya que su función es reforzar y servir de soporte a la planta. Pueden ser de dos tipos:
Algunas plantas parásitas introducen ciertas estructuras en su huésped para absorber los nutrientes. Constituyen el sistema vascular, encargado del transporte de sustancias. Las sustancias inorgánicas son conducidas desde la raíz hasta los órganos fotosintéticos, y las sustancias orgánicas, desde estos a toda la planta. Las células de estos tejidos son alargadas y suelen fusionarse por los extremos y formar tubos.
Una enfermedad infecciosa es el resultado de una infección en el organismo por un patógeno. El agente patógeno puede proceder del exterior (infección exógena) o ser un componente de la microbiota del organismo que ha proliferado (infección endógena). La mayoría de las enfermedades infecciosas son contagiosas, ya que pasan de un individuo a otro. Puede producirse:
Constituyen las cubiertas exteriores, con función de protección, de las plantas: epidermis y peridermis.
Están especializados en segregar sustancias. Su estructura es muy variada, desde células aisladas hasta tejidos, glándulas, pelos glandulares e incluso conductos. Están constituidos por estos tejidos los nectarios, que producen el néctar en las flores, los tubos laticíferos, que forman el látex, los osmóforos, causantes del olor en las flores, las glándulas unidas a los tricomas de algunas plantas con sustancias urticantes, como las ortigas, y otras glándulas con secreciones variadas, como las que excretan sal para regular el contenido en sales minerales de plantas de suelos salinos.