Portada » Biología » Microbiología, enfermedades y sistema inmunitario
A mediados del siglo XX, investigadores de prestigio establecieron por primera vez la relación entre el desarrollo de ciertas enfermedades y la presencia de microorganismos en el enfermo. Robert Koch fue el responsable de poner a prueba experimentalmente la denominada teoría microbiana de la enfermedad. Koch observó la sangre de los enfermos y comprobó que siempre estaba presente una bacteria. Koch repitió sus experimentos con otras enfermedades, como la tuberculosis o el cólera, obteniendo los mismos resultados. Confirmó que cada enfermedad está producida por un microorganismo determinado, y cada microorganismo genera una enfermedad diferente.
La primera vez que una persona se expone a un agente infeccioso existe un lapso de varios días, antes de que se aprecie un aumento de anticuerpos y linfocitos. A veces el sistema inmunitario recuerda a ese germen particular y, en un segundo encuentro, reacciona de forma mucho más rápida e intensa. Gracias a la capacidad de memoria del sistema inmunitario:
Las células que forman el cuerpo de un animal, planta u hongo, y también la única célula de un protozoo, son células eucarióticas. La única célula que forma una bacteria es una célula procariota.
Las células eucariotas tienen en su interior diferentes compartimentos rodeados de membrana y llamados orgánulos; el núcleo contiene la información hereditaria o genética en forma de cromosomas.
Las células procariotas no tienen sistema de membranas interno pero poseen las estructuras necesarias para poder realizar las funciones que caracterizan a un ser vivo.
Los antígenos son organismos o moléculas que son reconocidos por el sistema inmunitario y estimulan su respuesta.
Los anticuerpos son proteínas que se unen al antígeno particular para el que han sido producidos e inician su destrucción.
La respuesta inmunitaria se caracteriza por:
Las bacterias adquieren la resistencia a un antibiótico de dos formas diferentes:
Son fenómenos naturales y no se pueden evitar, lo que es evitable es la selección y propagación de las variedades bacterianas más resistentes a través de:
Los infartos se deben, fundamentalmente, a la obstrucción de una de las ramificaciones de la arteria coronaria. La causa más frecuente de la obstrucción es el depósito de lípidos en la pared interna de las arterias. La luz de la arteria se hace mayor y su pared, rugosa y rígida. Al pasar la sangre se forman coágulos o trombos que taponan los vasos. Por eso un infarto se conoce también como una trombosis coronaria.
En el desarrollo de enfermedades cardiovasculares intervienen diversos factores y no existe un modo específico para prevenir o curar la enfermedad. Todas las personas tienen riesgo de sufrir un infarto, pero no todas tienen el mismo riesgo. El riesgo se mide por la probabilidad de que un acontecimiento ocurra. Un factor de riesgo es toda circunstancia o situación que aumenta la probabilidad de que ocurra un acontecimiento. Los factores de riesgo se presentan asociados a la enfermedad.
La epidemiología es la rama de la medicina que estudia la distribución y las causas de las enfermedades, y es la base de la medicina preventiva. Los principales factores son: la tensión alta, los altos niveles de colesterol, el tabaquismo, la obesidad y la inactividad física.
La seguridad sanitaria de los países depende de la capacidad de cada uno de ellos para actuar con eficacia y contribuir a la seguridad de todos. Ello exige que los países colaboren entre sí ante las emergencias de salud pública.
El bioterrorismo es un ataque con agentes biológicos que provocan enfermedades. Para prevenir un eventual ataque, muchos países han puesto en marcha planes de prevención que van desde la vigilancia de ciertos laboratorios al almacenamiento de vacunas para hacer frente a gérmenes ante los que la población no está inmunizada.