casa Bernarda Alba. Contexto:A comienzos del Siglo XX el régimen político de alternancia de partidos de la restauración se había ido debilitando progresivamente y haciéndose cada vez más inestable, al mismo tiempo que otras ideologías, como el socialismo y el anarquismo, iban ganando terreno entre la clase obrera y las masas de campesinos, que soportaban durísimas condiciones de vida.Contexto cultural y literario:Durante la época republicana, además, se abrieron las primeras librerías modernas, se inauguró la primera Feria del Libro y aumentó la importancia de las universidades. Es también significativo el ingente esfuerzo llevado a cabo por la República para acercar la cultura a los núcleos rurales, para lo cual se crearon las llamadas “misiones pedagógicas”, formadas por estudiantes y profesores universitarios que acudían a las zonas rurales para difundir la cultura por medio de conferencias, organización de bibliotecas, representaciones teatrales, etc. Una de esas compañías teatrales universitarias fue La Barraca, impulsada por Lorca, que realizó giras por todo el territorio español representando adaptaciones de obras de teatro clásico.Contexto literario generación del27.Temas: destino trágico y la frustración.Poesía metafísica. Se trata poemas cargados de angustia en los que se interroga sobre el sentido de la vida, del mundo, del hombre, de su destino. El poeta parte de su conciencia de pertenecer a una “generación desarraigada” y de su conciencia de que “el hombre está solo” y se sabe “vivo y mortal”, circunstancia que choca con la “sed de lo eterno”. A menudo lo existencial confluye con lo religioso, por cuanto el poeta se dirige a Dios. Pero no a un Dios benevolente y generoso sino a un Dios terrible, parecido al del Antiguo Testamento; a un Dios que no responde a los gritos desgarrados del poeta. Muestra de lo anterior es el impresionante soneto titulado “Hombre”, de Ángel fieramente humano que le llevará a exclamar, más adelante: “Esto es ser hombre: horror a manos llenas”, sin duda, expresión esta última que recoge la angustia vital de este primer Blas de Otero. B) Poemas amorosos, como el titulado “Un relámpago apenas”, de Ángel fieramente humano. En estas composiciones el amor se presenta como un camino para salvarse del dolor y de la angustia que atenaza al poeta, es decir, como una manifestación de su ansia de lo Absoluto (Dios). De ahí que lo amoroso y lo religioso aparezcan en ocasiones claramente entrelazados. c) Primer acercamiento al “nosotros”. Este es el caso, por ejemplo, de “Crecida”, poema perteneciente a Ángel fieramente humano. En estos poemas el poeta no se limita a hablar solamente de su propio sufrimiento sino que recoge también los problemas y las angustias de los demás hombres. En cualquier caso, lo social aún no se manifiesta de manera explícita, ya que estas composiciones conservan todavía un marcado enfoque existencial. En cuanto al lenguaje, los poemas de esta etapa se caracterizan por su violencia expresiva, su dramatismo, su ritmo desgarrado y angustioso. Los constantes encabalgamientos abruptos contribuyen, en buena medida, a producir esa sensación de desgarro y violencia.Respecto a las formas métricas empleadas, Otero recurre fundamentalmente a formas clásicas. De hecho, la mayor parte de Ángel fieramente humano está formada por sonetos.Métrica:La poesía de Blas de Otero se caracteriza por su variedad métrica. Así, en sus primeros libros se sirve de formas métricas tradicionales, como el soneto, la lira, los cuartetos o los serventesios.En su segunda etapa no abandona el soneto, pero nos encontramos también con formas métricas propias de la lírica tradicional y con poemas en versos libres.Segunda ETAPA:Esta nueva etapa poética, en la que la preocupación social desplaza definitivamente a la angustia metafísica, se inicia en 1955 con la publicación de Pido la paz y la palabra. A este libro le siguen dos obras publicadas en París: En castellano (1959) y Que trata de España (1964). En este ciclo el poeta aparca sus problemas existenciales, el dolor y la angustia que lo embarga, y se sumerge en “los otros”, convirtiéndose así en portavoz de los que 5 sufren. Se produce, tal y como sintetizó Alarcos Llorach, el paso “del yo al nosotros”. La realización vital que no encontró en la religión la busca ahora en la solidaridad con los que sufren. En palabras del poeta, el objetivo inmediato es “demostrar hermandad con la tragedia viva, y luego, lo antes posible, superarla”. La empatía con las injusticias sociales se debe a la convivencia directa con el pueblo llano y a una ideología marxista acrecentada por ser esta una época de constantes viajes (Francia, Cuba, Rusia…), al tiempo que coincide con la militancia de Blas de Otero en el Partido Comunista. De acuerdo a lo antedicho, la concepción poética de este segundo Otero subraya la idea de la poesía como lucha y construcción por lo que el poeta pide paz, justicia y libertad toda vez que no pierde la fe en la creencia de una España mejor (“No esperéis que me dé por vencido”). La primera estrofa del poema “A la inmensa mayoría”, de Pido la paz y la palabra, revela este profundo giro hacia lo social que sufre la poesía de Blas de Otero.