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Los métodos anticonceptivos tienen como objetivo evitar el embarazo, permitiendo a las parejas tener relaciones sexuales sin el riesgo de concebir. Es importante recordar que ningún método anticonceptivo es 100% seguro, por lo que siempre existe un pequeño riesgo.
Métodos Naturales
Se basan en el cálculo del periodo fértil del ciclo menstrual para evitar el coito en los días fértiles.
Ventaja: No requieren control médico ni dispositivos.
Desventaja: Son menos efectivos, ya que dependen de la regularidad del ciclo menstrual y factores externos que pueden alterar la ovulación.
Los principales métodos naturales son:
Temperatura Basal: La temperatura corporal de la mujer aumenta levemente (0.2 °C a 0.5 °C) tras la ovulación. Si se detecta esta elevación, se predicen los días fértiles. Sin embargo, factores como estrés o infecciones pueden alterar la temperatura, haciendo que este método no sea completamente fiable.
Método Ogino: Consiste en observar el ciclo menstrual durante varios meses para calcular los días fértiles y evitar el coito en esos días. Aunque los ciclos sean regulares, diversos factores (como enfermedades o emociones fuertes) pueden alterarlos, haciendo que este método no sea muy eficaz.
Método Billings: Se basa en observar los cambios en el flujo vaginal que se producen durante el ciclo menstrual. Estos cambios se utilizan para predecir la ovulación. Es también poco fiable, ya que el flujo puede variar por diversos factores, como infecciones o estrés.
Método Sintotérmico: Es una combinación de los anteriores, ya que mide la temperatura basal, observa el moco cervical y calcula los días fértiles.
Coitus Interruptus (Retiro): Consiste en retirar el pene de la vagina antes de la eyaculación para evitar que el semen entre en la vagina. Este método es poco seguro, ya que los líquidos preseminales pueden contener espermatozoides, lo que incrementa el riesgo de embarazo.
Estos métodos son más efectivos que los naturales y requieren algún tipo de intervención médica o el uso de dispositivos. Se incluyen tanto métodos para hombres como para mujeres.
Los métodos anticonceptivos artificiales son generalmente más efectivos que los naturales, ya que actúan de manera mecánica, química o quirúrgica para prevenir el embarazo. Se pueden clasificar en tres tipos: de barrera, químicos y quirúrgicos.
Estos métodos impiden de manera mecánica la llegada de los espermatozoides al útero. Algunos ejemplos incluyen:
Preservativo Masculino (Condón): Es una funda de látex que se coloca sobre el pene erecto y recoge el semen eyaculado. Además, es el único método anticonceptivo que protege contra las enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Preservativo Femenino: Es una funda que se coloca en el interior de la vagina, impidiendo que los espermatozoides lleguen al útero.
Diafragma: Es un capuchón de goma que se coloca en la entrada del útero para cerrar el paso a los espermatozoides.
Estos métodos se basan en la utilización de productos químicos para impedir la fecundación.
Espermicidas: Son productos químicos que se aplican en la vagina y destruyen los espermatozoides. Por lo general, se usan en combinación con otros métodos anticonceptivos para aumentar su eficacia.
Contraceptivos Hormonales: Estos métodos incorporan hormonas sexuales femeninas que impiden la ovulación. Algunos ejemplos incluyen:
La Píldora: Se toma diariamente para prevenir la ovulación y, por lo tanto, el embarazo.
Píldora del Día Siguiente: Contiene una gran concentración de hormonas que impide la implantación del cigoto en el útero. Es un método de emergencia.
Píldora de los Cinco Días Siguientes: Similar a la píldora del día siguiente, pero su eficacia se extiende hasta cinco días después del coito.
DIU (Dispositivo Intrauterino): Es un dispositivo de plástico y cobre que se coloca en el útero e impide la implantación del cigoto. Además, el cobre es tóxico para los espermatozoides.
Estos métodos requieren una intervención quirúrgica sencilla y tienen como objetivo impedir la fecundación de manera permanente y definitiva.
Vasectomía: Se seccionan y se ligan los conductos deferentes para evitar que los espermatozoides formen el semen.
Ligadura de Trompas: Las trompas de Falopio se cortan y se ligan para impedir que el óvulo pueda llegar al útero.
Cada uno de estos métodos tiene diferentes niveles de eficacia y puede adaptarse a distintas necesidades o situaciones personales. Es recomendable consultar con un profesional de la salud para elegir el método más adecuado según las circunstancias individuales y los objetivos de planificación familiar.
Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) son infecciones que se transmiten principalmente a través del contacto sexual, aunque algunas también pueden ser transmitidas de madre a hijo durante el embarazo, parto o lactancia, o por contacto con fluidos corporales como sangre. Algunas de las principales enfermedades de transmisión sexual son:
Causa: Bacteria Treponema pallidum.
Síntomas: En sus primeras fases, provoca úlceras indoloras en los genitales, pero si no se trata, puede avanzar a fases más graves, afectando el sistema nervioso y el aparato circulatorio.
Complicaciones: Si no se trata, puede causar daños irreversibles en órganos vitales.
Causa: Bacteria Neisseria gonorrhoeae.
Síntomas: Produce secreciones anormales, dolor al orinar y, en mujeres, puede provocar dolor pélvico.
Complicaciones: Puede causar esterilidad si no se trata a tiempo, y, en el caso de recién nacidos, ceguera debido a la transmisión durante el parto.
Causa: Virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
Síntomas: El VIH ataca el sistema inmunológico, debilitando las defensas del cuerpo. Las personas afectadas pueden desarrollar infecciones oportunistas y ciertos tipos de cáncer.
Contagio: Se transmite a través de fluidos corporales como sangre, semen, fluidos vaginales y leche materna. También se puede transmitir de madre a hijo durante el embarazo, parto o lactancia.
Complicaciones: No se muere directamente de VIH/SIDA, sino de enfermedades secundarias, como infecciones graves o ciertos tipos de cáncer, debido a la debilitación del sistema inmunológico.
Causa: Virus VHB.
Síntomas: Fiebre, fatiga, dolor abdominal, ictericia (color amarillento de la piel y ojos).
Complicaciones: Puede causar daños hepáticos graves y aumentar el riesgo de cáncer de hígado.
Causa: Virus del herpes simple (VHS).
Síntomas: Aparición de vesículas dolorosas en los genitales y, en algunos casos, puede reactivarse periódicamente.
Complicaciones: Puede causar infecciones crónicas, aunque los brotes pueden disminuir con el tiempo.
Causa: Virus del papiloma humano (VPH).
Síntomas: Aparición de pequeñas protuberancias en los genitales. Algunos tipos de VPH están relacionados con cáncer genital, especialmente en el cuello uterino.
Complicaciones: Algunos tipos de VPH pueden provocar cáncer cervical en mujeres, y cáncer de pene o ano en hombres.
Causa: Hongo Candida albicans.
Síntomas: Picazón intensa, flujo vaginal espeso y blanco.
Complicaciones: Puede provocar infecciones recurrentes y, en algunos casos, puede facilitar la aparición de otras infecciones.
Es fundamental mantener una vida sexual saludable y prevenir el contagio de ETS mediante prácticas de prevención, tales como:
Uso de preservativos: Los condones son el único método anticonceptivo que protege también contra las ETS.
Revisión médica regular: Exámenes periódicos pueden ayudar a detectar enfermedades a tiempo y evitar complicaciones.
Vacunación: La vacuna contra la hepatitis B y ciertos tipos de VPH puede prevenir algunas de estas infecciones.
Educación sexual: Conocer los riesgos, los métodos de protección y las señales de alerta es clave para mantener una salud reproductiva adecuada.
Algunas ETS pueden transmitirse de la madre al bebé durante el embarazo o el parto. Por ejemplo:
En el caso del SIDA, el virus puede atravesar la placenta o transmitirse durante el parto, afectando al feto a través del contacto con la sangre de la madre.
La gonorrea y el herpes genital pueden ser transmitidos durante el parto, especialmente si la madre tiene lesiones visibles.
Es importante recibir seguimiento médico durante el embarazo para minimizar el riesgo de transmisión al bebé.
El conocimiento y la prevención de las enfermedades de transmisión sexual son esenciales para una vida sexual saludable y para evitar complicaciones futuras, tanto para las personas como para sus parejas y, en su caso, para sus hijos.