Portada » Geografía » Materias Primas y Fuentes de Energía en España: Producción, Consumo y Desafíos
Las materias primas de origen orgánico proceden de la actividad agrícola (algodón, lino), ganadera (carne, piel, lana) y forestal (madera, caucho). Las materias primas minerales se extraen de yacimientos y se clasifican en tres tipos:
En la actualidad la explotación minera española ha decaído a causa del agotamiento de los yacimientos, los problemas medioambientales que genera como la contaminación y la fuerte competencia exterior que ofrece precios más económicos porque la mano de obra es más barata.
El carbón es una roca estratificada combustible de color negro, formada por la descomposición de restos vegetales a lo largo de millones de años. La calidad del carbón y su poder calorífico dependen de la antigüedad de este proceso: antracita y hulla (era primaria, Carbonífero) y lignito (era secundaria).
Durante la primera revolución industrial el carbón tuvo un papel hegemónico y el consumo y la producción crecieron. En la actualidad, mientras que el consumo se mantiene, la producción nacional desciende y seguirá descendiendo a causa de los numerosos problemas que presenta:
La producción interior de carbón se localiza en trece grandes cuencas, entre las que destacan la asturiana-leonesa-palentina y la de Teruel, pero no permite el autoabastecimiento y resulta necesario importar. Su destino son las industrias siderúrgica y cementera, las calefacciones domésticas y, sobre todo, la producción de electricidad en centrales térmicas (80%).
El petróleo es una mezcla de hidrocarburos. Se forma por la descomposición y almacenamiento en las capas geológicas de animales y plantas que vivieron hace millones de años. Se encuentra en el interior de la corteza terrestre y se obtienen mediante la perforación.
La producción interior de petróleo es insignificante y se localiza en Tarragona y en Burgos. Por tanto, no permite el autoabastecimiento y requiere costosas importaciones. Estas proceden de Oriente Medio (Arabia Saudí, Irán, Irak); países africanos; América Latina y de Europa (Rusia).
El destino: En la actualidad el destino principal del petróleo es la obtención de derivados para el transporte y la industria en refinerías (gasóleo, gasolina, keroseno, aceites, asfalto) y de productos químicos en industrias petroquímicas.
La energía nuclear se obtiene actualmente de la fisión o separación de núcleos de elementos pesados como el uranio. Estos, tras enriquecerse para aumentar su concentración, se separan cuando son bombardeados con neutrones liberando gran cantidad de energía.
En España, se desarrolló rápidamente a partir de la crisis del petróleo. Sin embargo, desde 1984, su expansión se paralizó (“moratoria nuclear”), debido a la oposición de la opinión pública ante los riesgos y problemas que comporta: la dependencia externa en el abastecimiento del uranio y en la tecnología; el riesgo de accidentes, a pesar de los sistemas de seguridad existentes, y el almacenamiento de un número creciente de residuos radiactivos de larga actividad, que por el momento se realiza en la mina de El Cabril (Córdoba). Su futuro es incierto: algunas centrales anticuadas deberán desmantelarse y existe un amplio debate entre los que se oponen a ella y los que la defienden alegando las mejoras de la tecnología y de la seguridad, la no emisión a la atmósfera CO2 ni de otros contaminantes causantes de la lluvia ácida; y la creciente subida del precio del petróleo.
Las nuevas fuentes de energía renovables proceden de recursos inagotables, son limpias, y poseen una elevada dispersión, que permite utilizarlas en lugares diversos.
La producción de energía a partir de fuentes renovables ofrece en España condiciones favorables, por la diversidad de su medio natural, que permite una localización muy heterogénea.
Su aplicación principal es proporcionar energía eléctrica, térmica, o mecánica.
Las fuentes de energía primaria se transforman en formas de energía utilizables, como la electricidad.
El uso de la electricidad en España comenzó en 1875 y se localizó en pequeñas centrales térmicas para la iluminación urbana. En el siglo XX se crearon numerosos embalses que incrementaron la producción, excepto durante la guerra civil y la posguerra. A finales de siglo, el crecimiento fue espectacular, para atender a la creciente demanda industrial, urbana y doméstica.
La producción de electricidad se lleva a cabo en distintos tipos de centrales: térmicas, nucleares, centrales hidroeléctricas y eólicas.
Los problemas energéticos de España son tres:
La política energética actual la realiza el Estado con la participación de las Comunidades Autónomas y está marcada por las directrices de la Unión Europea.
Sus objetivos son conseguir una energía segura, competitiva y sostenible.