Portada » Historia » Manifiesto UGT-CNT 1917: Huelga General y Crisis de la Restauración
Este texto es un fragmento del manifiesto conjunto de la UGT y la CNT, escrito por los dirigentes de ambos sindicatos el 27 de marzo de 1917 en Madrid y publicado en La Correspondencia de España un día después de su creación. Miembros de UGT y CNT se unen para convocar una huelga a favor de los derechos de los trabajadores y pedir al gobierno que mejore su situación.
En cuanto a la naturaleza del texto, por la forma podemos decir que se trata de un Manifiesto. Por su contenido, es de carácter sociopolítico y por su origen es una fuente histórica primaria-directa.
Su autor es colectivo, pues lo firman las dos Centrales Sindicales mayoritarias en España, UGT y CNT, a través de un denominado “Comité de Huelga”. Este comité estaba formado por dirigentes como Julián Besteiro (1870-1940), autor material del Manifiesto, catedrático, político e ideólogo socialista que llegaría a presidir las Cortes Constituyentes de la Segunda República (1931). Tras la Huelga General, junto con los demás componentes del comité de huelga, fue juzgado por un tribunal militar y condenado a cadena perpetua. Sin embargo, en las elecciones de febrero de 1918, todos los miembros de dicho comité fueron elegidos diputados y liberados tras una impresionante campaña, lo que puso más claramente de manifiesto la decadencia del sistema de la Restauración.
El destinatario del Manifiesto es el conjunto de la nación española, pero de modo particular está dirigido a sus trabajadores, al gobierno y al parlamento.
La finalidad es la de conseguir la adhesión de los trabajadores a su convocatoria de Huelga General y la justificación de las causas que los llevan a tomar esa medida.
El Manifiesto está fechado el 27 de marzo de 1917, en plena Primera Guerra Mundial, en la que España se había mantenido neutral. En el plano interno, corresponde a la etapa de la Restauración española, que se extiende desde el año 1874, cuando se restablece la monarquía borbónica en el poder, tras la 1ª República, hasta el año 1923, en el que el General Miguel Primo de Rivera protagonizó un golpe de estado, instaurando una dictadura militar.
Este manifiesto comienza con las quejas que hace tiempo vienen realizando los movimientos obreros ante la situación de miseria, explotación y desempleo que sufre el proletariado. Es por ello que han decidido pasar a la acción, luchando contra los explotadores de los proletarios. Han llegado a esta conclusión tras un análisis frío y detallado de la situación por la que atraviesan y por eso han acordado convocar una huelga general indefinida, donde todavía no han establecido la fecha de inicio, pero esperan que sea un éxito.
Efectivamente, en agosto de 1917 se produjo en toda España la convocatoria de una huelga general ante la pésima y mísera situación económica del país, debido, en parte, al impacto negativo de la I Guerra Mundial (en la que España no participó). Por primera vez en su historia, participaron conjuntamente los sindicatos UGT y CNT. En esta huelga, en la que se produjeron numerosos incidentes, hubo más de 70 muertos y 2000 detenidos. La represión por parte del gobierno fue muy dura. La huelga fue un fracaso debido a las desavenencias internas entre la UGT y la CNT, que a pesar de compartir algunos puntos en común, presentaban objetivos y tácticas muy diferentes.
Esta huelga tuvo muchas y graves consecuencias: supuso la crisis del turnismo, y por ende de todo el sistema político de la Restauración, así como la radicalización del movimiento obrero y la división entre los dos sindicatos de mayor presencia en el país.
Para poder entender mejor el contexto histórico en el que se encuadra el Manifiesto, habría que conocer algunos hechos muy significativos tanto dentro como fuera de España.
Desde el punto de vista nacional, 1917 fue un año muy convulso, con tres conflictos que desestabilizan y desprestigian al sistema de la Restauración y que son el punto de inicio del fin del mismo. Es la etapa de mayor inestabilidad política, con varios gobiernos y más de treinta y tres cambios de ministros. Todo esto también contribuye al desprestigio del rey y a la formación de camarillas en los partidos dinásticos.
Desde el punto de vista internacional hay dos hechos relevantes:
Finalmente, la desacreditación del parlamentarismo y el resurgir del militarismo se concretarán en el golpe militar de Primo de Rivera. El fracaso de la huelga fue debido a varios factores: no lograron movilizar a los campesinos, no existió unidad de acción conjunta en muchos lugares de los dos sindicatos, y a la oposición frontal de la burguesía y del ejército que apoyó la represión contra los obreros.
La huelga general puede considerarse un fracaso, aunque sólo aparentemente. Al comienzo de la huelga se consiguió paralizar las actividades en casi todas las grandes zonas industriales (Vizcaya y Barcelona) urbanas (Madrid, Valencia, Zaragoza, La Coruña), mineras (Río Tinto, Asturias, León); pero sólo durante unos días, mientras que en las ciudades pequeñas y zonas rurales no tuvo apenas repercusión. El Gobierno de Dato recurrió al ejército para sofocar la huelga. Todos los miembros del Comité de Huelga, como ya dijimos, fueron juzgados y condenados a durísimas penas, pero el rey hizo dimitir a Eduardo Dato y en las elecciones de 1918, como ya indicamos, todos los dirigentes sindicales encarcelados fueron elegidos diputados y debieron ser excarcelados. El derrumbe del sistema de la Restauración se hace ya imparable.