Portada » Historia » Manifiesto de la CNT y la Crisis Política en la España de Principios del Siglo XX
El texto es una fuente primaria de carácter circunstancial. Se trata de una moción-proclama salida de una asamblea de obreros como reacción a unos hechos determinados. Su contenido es político y social, ya que refleja la tensa situación en las clases obreras de la época al tiempo que critica las acciones del gobierno. El autor es la agrupación de sindicatos catalanes agrupados en **Solidaridad Obrera**. Los destinatarios son los aludidos: gobierno, diputados republicanos, aristócratas y principalmente la clase obrera. El propósito es movilizar a la clase obrera en contra de la gestión del gobierno en la **guerra de Marruecos**, en concreto, la movilización de los reservistas.
El contexto histórico se enmarca en el conflicto colonial de Marruecos y la gestión por el gobierno del conservador **Maura** (1907-1909) que provocó la **Semana Trágica de Barcelona**, donde se vivía un clima de tensión por el sistema de quintas y las reivindicaciones anarquistas y anticlericales. Los ataques rifeños a Melilla llevaron a la movilización de los reservistas en Madrid y Barcelona, y el desastre en el **Barranco del Lobo** puso la guinda al estallido social.
El tema del texto es la moción anarquista en favor de una convocatoria de huelga general contra la movilización de reservistas para la guerra de Marruecos. Se destacan dos ideas principales:
La proclama termina con el llamamiento a la huelga general, que derivó en la revuelta popular con sucesos muy violentos, duramente reprimida por el ejército (fusilamiento del pedagogo anarquista **Ferrer y Guardia**). Las protestas internacionales provocaron la caída de Maura y el nuevo sistema liberal de **Canalejas** con un programa regeneracionista. En las elecciones de 1910, **Pablo Iglesias** consiguió un escaño por primera vez.
Este texto es un extracto del manifiesto «Al país y al ejército español» de **Miguel Primo de Rivera**, publicado el 13 de septiembre de 1923, fecha del golpe de Estado que llevó a cabo este militar. Miguel Primo de Rivera es el autor de este documento de carácter político, destinado a todos los españoles y, en especial, al ejército. Es un texto jurídico según su naturaleza. Este manifiesto es una fuente histórica de primer orden, nos muestra las causas que llevaron al General Primo de Rivera a realizar un golpe de Estado e implantar una dictadura que duró seis años.
Su golpe de Estado se llevó a cabo sin derramamiento de sangre y sin apenas oposición política. Instauró una política que contó con el apoyo de **Alfonso XIII**, la burguesía, la oligarquía, la Iglesia e incluso un sector del PSOE. Esta dictadura duró desde 1923 a 1930, año en que presentó su dimisión y se exilió en Francia.
Primo de Rivera empieza su manifiesto justificándose para llevar a cabo su golpe militar, ya que, en su opinión, la situación lo requería. Es consciente de que con su comportamiento está actuando ilegalmente, pero señala que existe un clamor popular que demanda una solución de urgencia ante los graves problemas y la inmoralidad que sufre España. En su opinión, todos los males comenzaron en 1898, aludiendo al **desastre del 98** que implicó la pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas.
A continuación, enumera de manera detallada todos los problemas que sufre España, consecuencia evidente, según el autor, de los ineptos y corruptos políticos españoles. Considera que es el momento de asumir el poder, dando a entender que cuenta con el respaldo del ejército y del pueblo español. Esta etapa se caracteriza por ser un régimen político autoritario, es decir, por la represión hacia los movimientos obreros, entre ellos anarquistas y comunistas, y los nacionalistas; la censura de la prensa; la derogación de la **Constitución de 1876**; la disolución de las Cortes y el fin del turnismo. Crea un partido político a su medida en 1924, la **Unión Patriótica**, al que definía como «un partido político, pero apolítico».
Su dictadura se divide en dos etapas: primero, el **Directorio Militar** (1923-1925), dada la composición de su gobierno; y segundo, desde 1925 en adelante, la creación del **Directorio Civil** y el **desembarco de Alhucemas**. En cuanto a la política exterior, se centra en entablar relaciones con Portugal e Hispanoamérica. En el plano económico fue donde más éxito tuvo, ya que coincidió con la época de los «felices años 20», pero también con el impacto negativo del **crack del 29** en Nueva York.
En definitiva, la dictadura de Primo de Rivera surgió con la finalidad de solventar todos los problemas, pero lo que acabó por arruinar a la dictadura como fórmula política fue su propia incapacidad para encontrar una fórmula institucional diferente a la del pasado. Él se presentaba como el salvador de la patria y aseguró que solo estaría en el poder 90 días, pero al final fueron seis años.
El desastre de 1898 mostró las deficiencias del régimen de la Restauración, lo que dio lugar a un reformismo político basado en las ideas regeneracionistas. Poco después, la mayoría de edad del monarca **Alfonso XIII** (1902) marcó el inicio de la segunda etapa de la Restauración. En 1902, Alfonso XIII subió al trono al cumplir 16 años. El momento coincidió con la renovación de liderazgo dentro de los partidos dinásticos.
Las principales características que había en ese momento eran, por un lado, la **inestabilidad política**; y por otro, el **relevo generacional** en los partidos dinásticos:
Esta nueva generación de políticos, influida por el regeneracionismo, impulsó los más importantes proyectos de reforma desde el interior del sistema.
Su proyecto político se recogió en la consigna de «revolución desde arriba», que defendía la necesidad de que el régimen debía reformarse desde el gobierno para impedir que la transformación la hiciera la revolución popular. Intentó la regeneración del sistema a partir de la formación de una nueva base social, las llamadas «masas neutras», con cuya ayuda pretendía configurar un Estado fuerte, capaz de gobernar de forma eficaz y de conseguir tanto desembarcar a la vieja casta caciquil como impedir que las clases populares adquiriesen excesivo protagonismo. En esta dirección se llevó a cabo una reforma electoral, la **Ley Electoral de 1907**.
Reformas:
En 1910, **José Canalejas** formó un gobierno liberal. Su programa proponía, una vez más, la modernización de la política e intentaba atraer a ciertos sectores populares, entre ellos republicanos y socialistas. Abordó la reforma en la separación de la Iglesia con el Estado. Promulgó la **Ley del Candado** en 1910, que limitaba el establecimiento de nuevas órdenes religiosas.
Reformas:
En un contexto de crisis política y social, el 13 de septiembre de 1923, el general **Primo de Rivera** se pronunció contra la legalidad constitucional, declaró el estado de guerra y se dirigió al monarca para exigir que el poder pasase a manos de los militares. Alfonso XIII aceptó un **Directorio Militar** presidido por Primo de Rivera, quien suspendió el régimen parlamentario constitucional.
Primo de Rivera y los sectores que le dieron apoyo, entre ellos militares y políticos cercanos a la monarquía, defendieron su acción como una solución para poner fin a la crisis política y a la conflictividad que atravesaba el país. Entre las razones que justificaban la necesidad de cambiar la situación hay que destacar: la inestabilidad y el bloqueo del sistema político parlamentario, el desprestigio que había como consecuencia del fraude electoral, el miedo de las clases acomodadas a una revolución social ante los obreros y campesinos, etc.
Primo de Rivera, en su manifiesto inaugural, anunció su firme voluntad de limpiar el país de caciques y acabar con el bandidaje político, la indisciplina social y las amenazas a la unidad nacional. La dictadura fue una solución inconstitucional para frenar la posible reforma del sistema, que podría resultar amenazadora para ciertos sectores e intereses sociales.
La dictadura de Primo de Rivera atravesó dos fases sucesivas. Hasta 1925 gobernó el **Directorio Militar**, cuyos miembros eran militares, hasta que entró **José Calvo Sotelo** en Hacienda y **Eduardo Aunós** en el Ministerio de Trabajo. Fue entonces cuando se pasó a un **Directorio Civil**. Las primeras medidas del Directorio Militar fueron: supresión del régimen constitucional, disolución de las cámaras legislativas, etc. También se disolvieron los ayuntamientos, que fueron sustituidos por juntas. Una de las intenciones de Primo de Rivera era eliminar el caciquismo, y para ello se elaboró un estatuto municipal y otro provincial.
Durante la primera etapa de la dictadura, el conflicto de Marruecos centró el interés de Primo de Rivera, que asumió personalmente el Alto Comisionado de Marruecos en 1924. Al año siguiente, en colaboración con Francia, se organizó el **desembarco de Alhucenas** tras la rendición de **Abd el-Krim** a las tropas francesas, que estaban aliadas con los españoles.
En 1926, Primo de Rivera intentó institucionalizar su régimen para darle continuidad y permanencia. El modelo lo sacó del fascismo italiano. El camino comenzó con la convocatoria de una **Asamblea Nacional Consultiva** en 1927. Sus miembros no eran elegidos por sufragio, sino por designación entre los ciudadanos pertenecientes a las grandes instituciones públicas, como universidades, patronales, etc. Para promover la adhesión al nuevo sistema, se creó un partido único, que se llamó **Unión Patriótica**. Se trataba de un partido gubernamental, sin un programa ideológico definido y cuya misión primordial era proporcionar apoyo social a la dictadura y seguir las directrices del poder.
La dictadura se benefició de la buena coyuntura económica internacional, iniciada en los «felices años 20». Se fomentó la economía española en el terreno industrial y las infraestructuras. La idea fue la nacionalización de importantes sectores económicos y el aumento de la intervención estatal. El Estado tuvo un protagonismo notable gracias al fomento de las obras públicas: ferrocarriles, carreteras, etc.
La oposición a la dictadura estuvo formada por algunos líderes de los partidos dinásticos, los republicanos, los nacionalistas, los comunistas, los anarquistas, determinados sectores del ejército y casi toda la parte intelectual. En cuanto a los líderes de los partidos, criticaban la excesiva duración del régimen y formaron conspiraciones militares. Con respecto a los intelectuales y el mundo universitario, la dictadura pretendió controlarlos mediante la censura y limitando su libertad, incluso al grado de cerrar universidades.
Por último, la **CNT** se mostró contraria al régimen y fue intensamente perseguida, lo que agravó el enfrentamiento en su interior entre los partidarios de posturas radicales. También el **PSOE** cambió su posición hacia 1929, cuando rechazó los intentos continuistas del régimen y se pronunció a favor de la República.
La fuerte oposición hacia Primo de Rivera se intensificó cuando el rey y su camarilla se convencieron de que la dictadura era un peligro para la permanencia de la monarquía. El rey optó por retirarle su confianza al dictador, que acabó dimitiendo en enero de 1930. El general **Berenguer** fue el encargado de sustituirle, con la misión de celebrar unas elecciones que permitieran retornar a la normalidad constitucional (la llamada «**dictablanda**»). Berenguer fue incapaz de preparar las elecciones y en febrero de 1931 fue sustituido por un gobierno presidido por **Aznar**, que puso en marcha unos comicios municipales, provinciales y legislativos. Intentaba volver a la normalidad, pero Alfonso XIII se había comprometido demasiado con la dictadura de Primo de Rivera.