Nietzsche dice que la dialéctica supone el argumento de los débiles porque no pueden imponerse, y por ello recurren al argumento. El método genialógico es el que afirma que no hay que preguntarse qué afirma, sino quién afirma. El concepto «voluntad de poder» no puede ser precisado mediante una definición rápida sino que sólo puede entenderse mediante sucesivas aproximaciones al mismo. Está relacionado con otras ideas clave como el «superhombre» y el «eterno retorno». La voluntad es una relación de fuerzas. La vida es voluntad, y la voluntad es la que nos lleva a actuar. La voluntad de poder es la que determina el resultado de la relación de fuerzas. Detrás de la voluntad hay una lucha interna de fuerzas en conocimiento que pueden cambiar. Hay dos tipos: Fuerzas activas(afirmadoras de la vida) que resulta una voluntad de poder negadora que dará lugar a una moral de esclavos. Para Nietzsche a partir de Sócrates, toda la historia de la cultua occidental representa el triunfo de las fuerzas reactivas, de una voluntad de poder contraria a la vida, del nihilismo. La teoría del eterno retorno es uno de sus grandes descubrimientos. El eterno retorno es una concepción cíclica del tiempo. Todo instante retorna. El tiempo es cíclico e infinito y cualquier instante vuelve a repetirse. Quien acepta una concepción lineal acepta una moral de esclavos, niega la vida, y quien acepta una concepción cíclica acepta una moral de señores. En la conceptión lineal, Dios da sentido a la vida, crea el mundo y dice que sentido tiene la vida. Para Nietzsche solo existe un tiempo que vuelve, no existe Dios en la visión cíclica. Para Nietzsche tiene más valor aquello que va a vivir eternamente que aquello que es pasajero. Las consecuencias que se extraen del eterno retorno constituyen graves obstáculos: eliminación de la concepción judeocristiana del tiempo, desaparición de toda finalidad, total independencia de voluntad de poder y eternidad del instante. El Nihilismo es una de las teorías más significativas de Nietzsche. Surge con la desvalorización de los valores más altos de la cultura occidental (Dios, el bien, la verdad..). El hombre occidental ya no cree en Dios, ha perdido los valores más altos. Nietzsche dice que Dios a muerto, ya no nos guía y la vida pierde sentido. Esto es consecuencia del triunfo de la moral de esclavos. El Nihilismo acaba en la época de Nietzsche. Éste distingue el nihilismo pasivo que es expresión de la decadencia, y el nihilismo activo que es un «signo del creciente poder del espíritu». El nihilismo pasivo empieza con Sócrates, inicio de la decadencia moral y vital. – Como «negación de la vida»: se inicia con Sócrates y Platón hasta la Ilustración. El hombre elabora unos ideales ficticios (contrarios a la vida). El Nihilismo aparece cuando se imponen los instintos negadores de la vida. Niegan el mundo y creen en Dios, pero Dios es el vacío. – Como » la muerte de Dios» : Se representa a finales de la Ilustración en el siglo XVIII, el hombre ya no cree en Dios (Dios ha muerto), pero se busca una alternativa en lo que creer que es la razón ( un ídolo tan falso e ilusorio como Dios). El hombre se da cuenta de que la razón tampoco sirve como fundamento para la vida, la razón es contraria a la vida. – Como «el último hombre» : El hombre ya no cree en nada, no encuentra sentido a la vida, está vacía y el hombre es consciente de ello. El último hombre es la apatía, el sin sentido, esto es precedente del existencialismo, en el siglo XX es muy importante. El Nihilismo activo es la última etapa. El nihilismo en esta etapa es un signo de fuerza. Su fuerza reside en su potencia destructora. Este no puede crear todavía valores nuevos, pero resulta imprescindible para que sea posible la transvaloración, es decir, la creación de nuevos valores asentados sobre la afirmación de la vida. Para superar el nihilismo hay que preparar el camino al superhombre, para ello el hombre tiene que desaparecer y autodestruirse, para que así sea posible el advenimiento del superhombre. La transvaloración moral y el ideal del superhombre. La moral es el objetivo de la crítica de Nietzsche. La moral no tiene fundamento objetivo nada es por sí mismo bueno o malo. Esto lo decide el hombre reflejando el dominio de unos instintos sobre otros. Nietzsche llama transvaloración de la moral al cambio de este dominio: Los instintos dominantes pasan a ser dominados y viceversa. La moral judeocristiana constituye la primera transvaloración que conocemos en el seno de la cultura occidental. Representa el triunfo de los instintos más débiles. Nietzsche llama «esclavo» a aquél en el que triunfan las fuerzas reactivas (niega la vida) y denomina «señor» a aquel en quien dominan las fuerzas activas, que afirman la vida. La inversión moral que la moral de los esclavos lleva a cabo supone un trastocamiento de la jerarquía: todo lo que elevaba la vida( la pasión, la lucha, la aventura..) es ahora considerado despreciable y todo lo que la niega y la hace descender( el control de las pasiones, renunciar a la lucha..) representan los valores supremos. En la génesis de la moral judeocristiana, en la que bueno-malo correspondía a fuerte-débil, trastocando lo malo(débil) en bueno, y lo bueno(fuerte) en malvado, están en resentimiento, la mala conciencia y el ideal ascético. 1ºEl resentimiento procede de la incapacidad que tienen los hombre débiles para olvidar y acumulan en el interior de su conciencia el deseo de venganza. Es la moral de esclavos y de los débiles. El hombre no carga con sus culpas ni sus errores en sí mismo, sino en alguien de fuera. 2º La mala conciencia. Si el resentimiento suponía cargar la culpa contra alguien del exterior, la mala conciencia consiste en dirigir el veneno de la conciencia contra sí mismo. Frente a la alegría de vivir, se impone ahora la verguenza y los sentimientos enfermizos: la culpa contra los instintos. 3º La conciencia ascética. Si antes el odio se dirigía contra los demás o contra sí mismo, ahora lo que se hace es inventar ideales que ayuden a aliviar los males del vivir, el dolor, la angustia y el sufrimiento. El ideal ascético nos ofrece la piosibilidad de soportar la existencia, los efectos de la mala conciencia y el resentimiento, y nos ayuda a reforzar esos mecanismo que nos ayudan a inventar otro mundo. Nietzsche anuncia que la 2ª transvaloración moral es la que llevará a cabo el superhombre y supone la superación del Nihilismo y el triunfo de una moral de señores. La transvaloración que abre el camino al superhombre significa lo siguiente: – Cambio en el elemento que designa la cualidad de la voluntad de poder, tránsito de una voluntad de poder negativa a una afirmativa.-Conversión de las fuerzas reactivas en activas. Es decir la negación, que está bajo el dominio de las fuerzas reactivas se independiza de tales fuerzas y se convierte así en la posibilidad de afirmar. A ese cambio alude Nietzsche bajo la figura del «hombre que quiere perecer». Éste quiere ser su ocaso para que sea posible la afirmación que el superhombre representa.- Desde el momento de la transvaloración, sólo existe la afirmación. El poder absoluto de la afirmación se origina en la aceptación del eterno retorno que supone la afirmación de todo lo que antes se juzgaba como negativo. El superhombre implica una nueva actitud ante la vida, una nueva manera de valorar, un cambio en la voluntad creadora de valores, que pasa a ser afirmativa. La voluntad del superhombre quiere el eterno retorno y lo experimenta como lo que posibilita su máxima afirmación de la vida. La afirmación del superhombre es absoluta, pues es la afirmación del devenir. Su voluntad al querer que todo vuelva está en función de sí misma, es decir, quiere su propio querer. La triple transformación del espíritu hacia el superhombre. Para llegar al superhombre, el espíritu pasa por tres fases o tres metamorfosis: 1º El espíritu convertido en camello, animal de carga (destaca por su joroba). El espíritu lleva sobre su espalda una gran carga(Dios). Simboliza el Nihilismo pasivo. Dios es una carga que le impide avanzar negando la vida. 2º El espíritu convertido en león, es un espíritu libre y fuerte(simboliza el nihilismo activo). Es la fuerza destructora de los antiguos valores, predomina el yo-quiero. 3º El león se convierte en niño. El león no puede crear valores nuevos y para ello hace falta la inocencia del niño. Aparece un nuevo amanecer, un nuevo comienzo sin cargas. Este niño que juega a crear, es el superhombre.