Portada » Griego » Los Santos Inocentes: Análisis de la obra de Miguel Delibes
En septiembre de 1981, Miguel Delibes publica Los Santos Inocentes. La novela retrata las precarias condiciones de vida de una familia de campesinos extremeños, aplastada por la miseria y el yugo que imponían los señores. En medio de ese entorno de humillación e injusticia, se destaca la figura de Azarías, un hombre con discapacidad intelectual de 61 años, un «santo inocente» que vive por y para su Milana, en la que vierte todo su mundo sentimental. La vida rutinaria del cortijo, basada en estrictas normas de vasallaje soportadas por los siervos con desazonante mansedumbre, se verá perturbada por una cadena de pequeños sucesos que conducirá a la tragedia.
En la novela, Delibes enfrenta dos modos de entender el mundo y dos concepciones de la relación entre el hombre y la naturaleza. Los criados, como las jaras o las palomas torcaces, forman parte indisociable de la naturaleza. Por el contrario, el vínculo de los señores con la naturaleza estriba en su dominio y posesión. La discordia irrespetuosa con la naturaleza y con sus criaturas se personifica en Iván, el señorito cazador. En definitiva, Delibes enfrenta dos mundos antagónicos: el del orden natural, asociado con la vida rural, y el del caos y la estupidez incomprensiva, asociado con la cultura urbana, de la que son portadores los personajes elevados. Este enfrentamiento, no obstante, no se manifiesta en la forma de un maniqueísmo rígido, en el que los hombres del campo representan siempre la bondad y la inocencia, y la civilización urbana, las fuerzas del deterioro y la destrucción.
La estructura de la novela se caracteriza por las dos fases en las que se elaboró. En primer lugar, los primeros libros fueron escritos en torno al año 1963, y en segundo lugar, tras un largo periodo, Delibes redactó los tres últimos. El distanciamiento entre el comienzo y la finalización de la novela influye en la organización de los elementos narrativos, así como en el tratamiento del tiempo, del espacio y de los personajes.
Desde el punto de vista argumental, Los Santos Inocentes es una novela tradicional con una composición episódico-dramática, en la que destaca el desenlace final. Este suceso asegura la unidad estructural del relato, cuya composición se organiza como un itinerario hacia un desenlace trágico. Ningún episodio es superfluo, porque todos contribuyen a explicar el suceso final.
La historia presenta tres partes que abarcan las seis secuencias o capítulos, a los que Delibes llama “libros”. La razón de esta denominación responde a que cada uno de esos capítulos presenta independencia argumental.
Para Delibes es importante presentar una historia atractiva y saber contarla, pero no lo es menos dar un sentido pleno a la presentación de los elementos principales del relato. Delibes pretende poner de relieve: