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Gráfica: Los
partidos turnistas durante la Regencia (1886-1901) Descripción. Se trata de
una gráfica de barras verticales –cilindros- que
representa los siete procesos electorales que se celebran entre 1886 y
1901. En el eje de ordenadas presenta el número de escaños que hay en
las Cortes españolas en intervalos de 50; en el
eje de abscisas,
mediante barras negras representa el número de
diputados conservadores, y mediante barras blancas los diputados
liberales. En esta gráfica sólo están representados los partidos dinásticos pero en las Cortes había presencia de diputados
de otros partidos aunque fuese
minoritaria. La evolución de las
barras (cilindros) muestra una alternancia clara e inequívoca
de la aplicación del sistema turnista, ya que de una mayoría de diputados
liberales en 1886,
cercana a los 250, y una minoría de diputados conservadores, próxima a los 60, se pasa a una situación,
si no idéntica, muy similar pero con los datos intercambiados en
1891. Cabe destacar que en los siguientes procesos electorales, con alguna
variación en los datos, la situación vuelve a repetirse, siendo mayoría los
liberales en las elecciones de 1886, 1893,1898 1901; mientras los conservadores
dominan en las de 1891, 1896, y 1899.
En definitiva, la gráfica representa claramente la aplicación del
sistema del turno en el gobierno, ideado por Cánovas del Castillo,
durante la minoría de edad de Alfonso XIII, en el periodo de Regencia de su
madre, la reina Mª Cristina de Habsburgo-Lorena. Interpretación.
Esta gráfica la situamos la etapa histórica conocida como la “Restauración” que hace referencia
no sólo a la vuelta al trono de la dinastía borbónica en la persona de Alfonso
XII en1875, sino también a toda una época que se inicia en ese momento y que se
caracteriza por unas condiciones socio económicas y un sistema político bien
característico. El sistema político puso fin a un ciclo
revolucionario y democrático –1868-1874-, con una vuelta a
la monarquía liberal, pero con la pretensión de que ésta se sustentase en
un respeto a la forma constitucional y en una alternancia pacífica en el poder de las dos
ramas,conservadora
y progresista, del liberalismo.
Los deseos generalizados de mayor estabilidad política tras el sexenio revolucionario encontraron
su cauce en las ideas y acción política del principal estadista y, en gran
medida, creador del régimen, Antonio Cánovas del Castillo. La
monarquía hereditaria y representativa, es decir, liberal (en forma censitaria)
y garantizadora de los «derechos e intereses» de todos los ciudadanos,
había sido presentada por Cánovas como la única solución a la inestabilidad del
país en el “Manifiesto de Sandhurst”, firmado por el futuro Alfonso
XII. Cánovas, admirador de la vida política inglesa, proponía un régimen que
permitiese el gobierno por los partidos políticos legales, mediante un
turno pacífico de conservadores y liberales.
Las ideas de Cánovas se fueron plasmando en la
Constitución de 1876 que llegará a alcanzar el
medio siglo de vigencia. Fue aprobada en unas Cortes Constituyentes elegidas
por sufragio universal con el fin de que los partidos aceptasen el nuevo
régimen, aunque esas elecciones mostraron con su alto grado de abstención y sus
manipulaciones cuál iba a ser su mayor defecto. La ley electoral de
1878 será de tipo censitario hasta que los liberales consiguieron
en 1890 el sufragio universal. A pesar de esta
ampliación del sufragio, en las elecciones de 1891 vencerán los
conservadores porque les corresponde gobernar por el turno y
debido a que siempre gana las elecciones el partido que ha accedido
al poder y las convoca. La explicación viene dada por el sistema
fraudulento de elecciones que tergiversa el sistema parlamentario
mediante trampas variadas (falseamiento de actas, inclusión en el
censo de personas fallecidas…)
y la puesta de toda la administración del Estado al servicio del partido que
debe ganar las elecciones, desde el Ministerio de la Gobernación hasta los
ayuntamientos, pasando por los Gobiernos civiles.
Además los caciques locales controlaban el
voto a través de las clientelas políticas y económicas
presentes predominantemente en el ámbito rural.
El funcionamiento del sistema se basó en el sistema bipartidista en el
que el partido conservador, dirigido por Cánovas, se alternaba
en el poder con el partido liberal, dirigido por Práxedes Mateo Sagasta.
El partido conservador fue el heredero de los antiguos
«moderados»y «unionistas» y representante de los sectores sociales
aristocráticos, de los grandes terratenientes y parte superior de la burguesía,
mientras que el partido liberal englobó a elementos
procedentes del progresista y del demócrata, fallando los intentos de
incorporar a una izquierda más radical. El periodo representado se ciñe a la
Regencia y por lo tanto incluye el momento de la
crisis política y social posterior a 1898, tras la pérdida de los restos del
imperio colonial; no obstante, se trata de algo simbólico ya que la crisis
política no fue de la envergadura anunciada,
ni supuso la quiebra del Estado, y el sistema de la Restauración sobrevivió con
la continuación del turno dinástico, como así lo representan los datos
correspondientes a 1901.El principal cambio fue la adaptación de los
viejos políticos conservadores y liberales a
losnuevos tiempos y a la retórica de la “regeneración”,
demostrando el régimen una grancapacidad
de recuperación.