Portada » Filosofía » Los Ingredientes de Nuestra Vida Moral
Nuestra vida moral se compone de dos tipos de elementos: materiales o capacidades que nos construyen como personas y referentes o caminos que nos orientan.
Cualidades que nos atraen y guían nuestras elecciones. Tienen un componente emotivo, intelectual y experiencial. Para ser considerados morales, deben ser:
Enunciados que regulan la convivencia. Se diferencian por:
Justificar la existencia de la dimensión moral en los grupos humanos.
Logos (palabra y razón) nos permite argumentar y expresar la diferencia entre lo justo y lo injusto, lo bueno y lo malo.
Valoramos los hechos según los sentimientos de agrado o desagrado que nos generan.
Sin libertad, la moralidad no tiene sentido. La libertad nos da dignidad y valor absoluto.
Al argumentar, reconocemos a los demás como interlocutores válidos con razones potencialmente tan válidas como las nuestras.
Explicaciones de cuándo una elección es moralmente razonable, ofreciendo un criterio de racionalidad. Cuatro teorías principales:
Ambas orientan la vida. Las religiones ofrecen un sentido trascendente y concepciones éticas, como la felicidad budista (liberación del deseo) o la felicidad cristiana (amor a Dios y al prójimo).
La razón guía nuestros deseos hacia la felicidad. La prudencia nos permite elegir lo que nos conviene en cada situación.
Considerar nuestras capacidades, ideales, aficiones, valores y creencias al elegir profesión, pareja, amigos, ocio, ideas políticas y religión.
Epicuro: La felicidad consiste en maximizar el placer y minimizar el dolor. La razón calcula cómo obtener más placer.
Hedonismo social que busca la mayor felicidad para el mayor número de seres vivos.
El placer es satisfacción sensible, la felicidad es autorrealización.
Kant propone un criterio moral basado en la razón que nos da leyes para ser personas auténticas, expresadas como imperativos categóricos.
Tres pasos para evaluar una norma moral:
Los seres humanos tienen dignidad y merecen respeto.
Elegir el mal menor cuando hay conflicto entre deberes negativos.
Superar el miedo al aburrimiento, la competitividad excesiva, el estrés, la envidia, la culpabilidad, la manía persecutoria y el miedo al qué dirán para alcanzar la felicidad.