Portada » Griego » Los 12 Trabajos de Heracles: Un Resumen Detallado
Heracles se dirigió a Tirinto para cumplir las órdenes de Euristeo. Su primer trabajo consistió en traer la piel del león de Nemea, una bestia invulnerable engendrada por Tifón. En su camino, Heracles se hospedó en casa del jornalero Molorco. Antes de partir, le indicó a Molorco que si regresaba victorioso, ofreciera un sacrificio a Zeus Salvador; si no, que lo ofreciera a él como héroe.
Al llegar a Nemea, Heracles rastreó al león y le disparó flechas, pero estas no lo dañaron. Entonces, lo persiguió hasta una cueva de doble entrada. Heracles bloqueó una entrada y entró por la otra, donde luchó contra el león y finalmente lo estranguló. Cargó al león sobre sus hombros y regresó a Cleonás. Molorco, creyéndolo muerto, se preparaba para ofrecerle un sacrificio. Heracles, en cambio, lo ofreció a Zeus Salvador y llevó la piel del león a Micenas. Euristeo, temeroso del poder de Heracles, le prohibió la entrada a la ciudad y le ordenó que mostrara sus futuras hazañas desde fuera.
El segundo trabajo de Heracles fue matar a la Hidra de Lerna, una criatura de nueve cabezas (ocho mortales y una inmortal) que habitaba en un pantano y devastaba la región. Heracles llegó a Lerna con Yolao, su sobrino, y la obligó a salir de su madriguera. La Hidra se enroscó en su pie, y cada vez que Heracles cortaba una cabeza, dos nuevas crecían en su lugar. Yolao ayudó a Heracles quemando las heridas con antorchas, evitando así la regeneración. Finalmente, Heracles cortó la cabeza inmortal y la enterró bajo una roca. Untó sus flechas con la bilis venenosa de la Hidra. Euristeo no reconoció este trabajo como válido, argumentando que Heracles había recibido ayuda de Yolao.
El tercer trabajo consistió en capturar viva a la cierva Cerinitia, un animal sagrado de Artemisa con cuernos de oro. Heracles la persiguió durante un año hasta que la capturó cerca del río Ladón. Artemisa y Apolo lo confrontaron, pero Heracles explicó que actuaba por orden de Euristeo y logró apaciguar su ira. Llevó la cierva viva a Micenas.
El cuarto trabajo fue capturar vivo al jabalí de Erimanto, una bestia que asolaba la región de Psófide. En su camino, Heracles se encontró con el centauro Folo. Un incidente con el vino de los centauros llevó a una batalla, y Heracles mató a varios centauros con sus flechas. Accidentalmente, hirió al centauro Quirón con una flecha envenenada. Finalmente, Heracles capturó al jabalí en la nieve y lo llevó a Micenas.
El quinto trabajo fue limpiar los establos del rey Augías en un solo día. Heracles desvió los ríos Alfeo y Peneo para limpiar los establos. Augías se negó a pagar la recompensa prometida, y Euristeo no reconoció este trabajo porque Heracles había pedido un pago por él.
El sexto trabajo fue ahuyentar a las aves del Estínfalo, aves monstruosas con plumas de bronce que atacaban a la gente y los cultivos. Con la ayuda de Atenea, Heracles usó crótalos de bronce para asustar a las aves y luego las mató con sus flechas.
El séptimo trabajo fue capturar al toro de Creta, una bestia salvaje que asolaba la isla. Heracles capturó al toro y lo llevó a Euristeo, quien lo liberó. El toro luego causó estragos en Maratón, Ática.