Portada » Lengua y literatura » Literatura y Sociedad: Desde la Edad Media hasta la Posmodernidad
El soneto es una forma poética con una estructura muy rigurosa. Consta de 14 versos endecasílabos (de once sílabas) distribuidos en dos cuartetos y dos tercetos, con rima consonante.
En el soneto de Petrarca, el protagonista suele ser el enamorado, una figura que no necesariamente representa a una persona real, sino que se expresa a través de la voz poética. Se caracteriza por la presencia de un individuo atormentado por tensiones permanentes.
El Siglo de Oro español no corresponde completamente al Renacimiento, extendiéndose mucho más allá de este. Su comienzo coincide con el inicio de la actividad de Garcilaso de la Vega (1520), y su culminación con la muerte de Calderón de la Barca en 1681, coincidiendo con el apogeo del Barroco. Durante este periodo, los poetas fundaron una literatura nacional. Hasta entonces, el castellano no había sido ordenado y clasificado. Nebrija consolidó una nación en su lengua, acompañando el espíritu nacionalista. Si bien los españoles admiraban el Renacimiento italiano, lograron separarse de este rescatando su pasado cultural.
El relato picaresco surge en España en 1554, siendo «La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades» el relato más significativo. Surge como oposición a otros géneros literarios. Sus rasgos principales son:
El Barroco se caracteriza por la lucha de contrarios, la oposición de elementos que genera una tensión alejada de la armonía y el equilibrio renacentista. Refleja las inquietudes existenciales del hombre del siglo XVII. Los contrastes más usados son: vida-muerte, humano-divino, sueño-realidad, ilusión-desengaño, luz-sombra, verdad-mentira, eternidad-temporalidad. Es también el arte de lo artificial, colocando las ideas del arte por encima de la naturaleza, contrariamente al Renacimiento. Esto se logra mediante la estilización, el uso de la metáfora, el hipérbaton, el color y la abundancia de figuras mitológicas. El arte representa lo feo y lo grotesco, aspectos relacionados con la visión realista de la vida en la que conviven lo bello y lo monstruoso.
El Renacimiento fue un periodo de renovación artística e intelectual que se desarrolló en Europa entre los siglos XIV y XVI. Abarcó la política, la ciencia y la religión, en síntesis, todas las manifestaciones de la vida del hombre. El nombre «Renacimiento» se debe al deseo de recuperar la cultura grecolatina de la Antigüedad. Los habitantes de los núcleos urbanos lucharon por independizarse de los señores feudales, logrando capacidad de acción política independiente. La quiebra del régimen feudal generó el despegue del capitalismo, con el consiguiente enriquecimiento del artesanado y de la actividad mercantil, permitiendo la aparición de una nueva clase social: la burguesía. Se consolidó la idea del individuo como centro del universo, surgiendo un nuevo modelo de Estado con el poder concentrado en las grandes monarquías y la figura del soberano renacentista. El pensamiento religioso también se renovó. Las ideas del Renacimiento permitieron un desarrollo de la individualidad. El interés por la Antigüedad Clásica definió la temática de las artes plásticas renacentistas, destacando la presencia de imágenes masculinas y femeninas en variedad de expresiones, gestos y posturas. En la vida cultural de este periodo cobró gran importancia la figura del mecenas, un individuo de la alta burguesía bajo cuya protección económica trabajaban los artistas.
El concepto de Edad Media fue establecido por los historiadores del siglo XVII. Comienza con la caída del Imperio Romano (476) y termina con la caída de Constantinopla en manos de los turcos (1453). A lo largo de este milenio hubo momentos de retroceso cultural y momentos de esplendor.
Tras la desaparición del Imperio Romano de Occidente, se inició la Temprana Edad Media (siglos V a VIII), donde se asimiló la cultura latina a los pueblos germánicos. La Iglesia cristiana actuó como salvaguarda de los restos de la cultura latina. A partir del siglo VIII, los árabes invadieron España y Sicilia, cruzando los Pirineos, pero fueron derrotados en Poitiers por Carlos Martel. Uno de sus descendientes, Carlomagno, inició la Alta Edad Media (siglos IX a XI), con un importante florecimiento cultural conocido como Renacimiento Carolingio. La educación y la cultura literaria estuvieron a cargo de las escuelas monásticas, situadas en monasterios aislados.
La Plena Edad Media (siglos XII y XIII) correspondió a una cultura urbana, sostenida por las Escuelas Catedralicias, ubicadas junto a las catedrales y dirigidas por el obispo. Surgió el movimiento literario de los «Modernos», que seguían a sus modelos admirados (Virgilio, Ovidio) y escribían en latín y lenguas romances. Nació la universidad. La introducción de la filosofía griega provocó una revolución en el pensamiento occidental. Durante esta etapa se produjo el auge del feudalismo, un modo de producción basado en la explotación de la tierra mediante contratos entre un señor y un vasallo. Los reyes ocupaban el estrato superior de esta pirámide.
La Baja Edad Media (siglos XIV y XV) se caracterizó por el agotamiento del sistema de explotación de la tierra y un largo ciclo de depresión económica agravado por sequías y epidemias, generando una crisis política general. Apareció una nueva fuente de riqueza, el dinero, desplazando la propiedad de la tierra y surgiendo la burguesía. Este clima de inestabilidad, conocido como «el orden feudo-burgués», dio lugar a un auge cultural y literario. La literatura en lenguas romances alcanzó su máximo desarrollo, compitiendo con la literatura en latín.
En la Edad Media no existía la imprenta. Toda obra literaria se originaba en la oralidad o en la manuscritura. La gran mayoría de la población era analfabeta, por lo que casi toda la literatura medieval fue compuesta para ser escuchada.
Durante la Alta Edad Media y hasta fines del siglo XII, en una sociedad casi analfabeta donde dominaba la oralidad, la figura más importante era la del juglar, y su actividad, la actuación juglaresca, fue la principal práctica literaria. Adiestrado en la memoria y el dominio de la gestualidad, el juglar recitaba poemas líricos y épicos. El poema épico o cantar de gesta era lo más importante. Se los consideraba una institución cultural, porque cumplían la función de intermediarios entre la memoria colectiva y la comunidad.
Las características de la poesía épica medieval son:
La Posmodernidad comienza a principios de la década de 1950. Ya no cree en la existencia de leyes universales que rijan el mundo ni en la superioridad humana:
La Posmodernidad expresa a la sociedad postindustrial, también llamada capitalismo tardío. Se caracteriza por la masificación de la cultura a través de los medios de comunicación (estandarización y despersonalización de la cultura), la mediatización de la realidad (realidad reproducida artificialmente), la multiplicidad espacial y temporal (los avances tecnológicos han conmocionado la concepción de tiempo y espacio, por ejemplo, Internet), el abandono de la idea de progreso lineal (desaparece el optimismo, el azar reemplaza al destino), la ausencia de un sentido unívoco (la realidad confusa y fragmentada solo se puede explorar a través de nuevas fragmentaciones), el consumismo (todo es mercancía, el dinero todo lo puede) y una nueva escala de valores (los ideales del pasado -éticos, políticos- son reemplazados por los ideales económicos).
Autor: Miguel de Cervantes (1598-1621).
Época: Siglo XVII. 1605 Primera Parte. 1615 Segunda Parte. El contexto histórico de la obra es el del reinado de Felipe III, aunque su circunstancia pertenece al gobierno de Felipe II.
«El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha» transita entre el ideal caballeresco que defiende su protagonista y la realidad que se le impone, es decir, entre el idealismo manierista y el realismo barroco. La novela ofrece un cuadro vivo de la sociedad del siglo XVII. Es una obra literaria que intenta desprestigiar los libros de caballerías por su falta de verosimilitud. En la época de Cervantes, los libros de caballería eran una literatura de evasión, para huir de los conflictos del siglo XVII. Este género alcanzó una mayor difusión con la aparición de la imprenta, pero este éxito llevó a numerosos autores a producir obras de pésima calidad, llenas de aventuras disparatadas. Por eso, nació una crítica literaria, y ningún juicio resultó tan original, certero y efectivo como el de Cervantes, por medio de su Quijote. Cervantes elaboró un texto del mismo estilo que el de los libros de caballería, pero transformándolo por el recurso de la parodia. Sin embargo, sería erróneo simplificar esta novela como una gran parodia, ya que la comicidad del Quijote, en un principio, se va desdibujando a medida que el personaje se ennoblece y sus ideales adquieren solidez.
En El Quijote se presentan variedades de situaciones que se nos pueden aparecer en la vida cotidiana, en cualquier época. El Quijote logra resolverlas y esto le da actualidad, ya que podemos tomar esas situaciones y aplicarlas en nuestras vidas.
La poesía épica medieval es un género que se destacó en la Edad Media. Floreció en Francia y de allí se expandió por Europa Occidental. Sus características son: está centrada en la figura del héroe, es de acción, narración objetiva y de carácter realista, su unidad de composición es el verso, trata de poesía de génesis oral y remite a una edad heroica.
La poesía lírica alcanzó un alto grado de maduración en el Renacimiento. El vehículo privilegiado de esta expresión es el soneto, forma estrófica tomada de los trovadores provenzales de la Edad Media. Es, principalmente, de tema amoroso. Trata sobre el lamento de un poeta-amante. Sus exponentes destacados son Petrarca (Italia) y Garcilaso (España).
La poesía barroca tiene como interés maravillar al lector, causarle asombro y sorpresa. Para lograrlo, utiliza la distorsión de los postulados. La complejidad en la forma y en la expresión caracteriza a esta poesía. La base del artificio barroco es la búsqueda de relaciones ingeniosas entre realidades distantes. Sus exponentes principales son:
El Cantar del Cid se produce en la Edad Media. Se encuentra dividido en tres cantares:
El Cantar de Rolando es un poema épico medieval que cuenta la historia de una tragedia del ejército de Carlomagno, cuando regresaban de pelear en España para eliminar a los moros. Según el poema, los franceses son atacados por sorpresa por los sarracenos cuando estaban cruzando el paso de Roncesvalles. En el combate muere Rolando (sobrino de Carlomagno).
El Lazarillo de Tormes es un relato que comienza con el nacimiento del protagonista en Salamanca, a orillas del río Tormes, y refiere cómo, siendo un niño, su madre lo entrega a un ciego para que le sirva de guía. Así comienza su camino de adversidades, ya que el ciego, astuto y avaro, enseña a sobrevivir a Lázaro. Este se cansa de los maltratos del ciego, lo abandona y pasa a servir a un clérigo que era aún más mezquino que el ciego. Lázaro, cansado de tener hambre, sale a robar para comer. Su tercer amo es un escudero, que le da un buen trato, pero es tan pobre que Lázaro tiene que robar para comer él y su amo. El escudero, acosado por las deudas y la falta de dinero, lo abandona. A partir de aquí, Lázaro pasó por varios amos y deja de ser un niño. Al final del relato, ha obtenido un lugar dentro de la sociedad, pero no tiene honor, ya que su mujer lo engaña.