Portada » Español » Literatura Medieval Española: De Juan Manuel a la Celestina
Juan Manuel es uno de los máximos representantes de la literatura medieval española por sus historias y originalidad. Su obra más conocida, El Conde Lucanor, fue terminada en 1335 y está formada por cinco partes. La primera parte se compone de 50 apólogos, mientras que las otras cuatro partes presentan una serie de proverbios.
Los apólogos de Juan Manuel siempre presentan dos personajes básicos: el Conde Lucanor y Patronio. El esquema narrativo es constante: el Conde tiene un problema y consulta con su consejero, Patronio. Tras narrar un cuento ejemplificador, Patronio retoma la cuestión planteada por el Conde para darle un consejo práctico. Juan Manuel, a través del personaje del Conde, considera que el consejo es bueno y manda a dejar constancia del mismo por medio de dos versos.
En este juego de distanciamiento, uno de los más característicos de la obra, el cuento, con raíces en la tradición oriental, termina con una fórmula que enlaza con el siguiente. Juan Manuel actúa como recopilador, lector y crítico de las historias que presenta. El origen de los cuentos es diverso: algunos derivan de la tradición árabe, otros de la Biblia o la tradición hebrea.
Cabe destacar que la primera colección de cuentos conocida en Castilla, escrita en latín, fue Disciplina Clericalis, obra de un judío converso, Pedro Alfonso, antes conocido como Moisés Sefardí.
Gonzalo de Berceo, religioso nacido en Berceo, La Rioja, en 1196, vivió en el monasterio de San Millán hasta 1264. Su obra, con una marcada vocación narrativa, nos relata historias con un profundo sentido lírico. Desempeñó un importante cargo como notario del abad del monasterio, lo que da muestra de su prestigio cultural y literario.
Las obras de Gonzalo de Berceo tienen un marcado carácter docente y religioso. Entre sus obras más destacadas se encuentran:
Estas hagiografías, obras que relatan las vidas de los santos, son narraciones sencillas que destacan la inocencia y la bondad de sus protagonistas. La forma utilizada por Berceo es la cuaderna vía, estrofas de cuatro versos alejandrinos rimados en consonante. Emplea recursos literarios como el hiato y la diéresis. La lengua empleada es el castellano de La Rioja y del norte de Castilla.
De entre las obras de Berceo, destaca Milagros de Nuestra Señora, compuesta por 25 milagros. La obra se caracteriza por el uso de la alegoría, una metáfora continuada, y la exaltación de la Virgen, representada como un prado verde al que llega el romero. A continuación, se narran los 25 milagros.
Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, autor del Libro de Buen Amor, muestra una amplísima cultura, no solo cristiana, sino también de otras religiones como la musulmana y la judía.
El Libro de Buen Amor, cuyo título original era Libro de buen amor, fue escrito en dos fechas distintas: 1330 y 1343. Pertenece al mester de clerecía y es una obra única en su género.
En el siglo XII, la comunicación y la fusión entre las tres culturas (cristiana, musulmana y judía) se muestran con fuerza. Muchos libros son traducidos del árabe al castellano. En el Libro de Buen Amor encontramos diversos temas:
La riqueza estilística de Juan Ruiz se manifiesta en el uso de una lengua culta y popular, alegorías, metáforas, un vocabulario rico y culto, frases elaboradas y simples, hipérbaton, diminutivos, etc.
El Libro de Alexandre, escrito por un clérigo desconocido, narra la vida de Alejandro Magno, destacando su valentía y sabiduría. Pedro López de Ayala escribió diversos libros basándose en la Biblia y autores clásicos.
A finales del siglo XV se escribía un tipo de teatro que se desarrollaba en los círculos universitarios y para un público culto que conocía el latín: la comedia humanística. Estas obras no se representaban, sino que se escribían para ser leídas en público.
En los últimos años del siglo XV, en 1499, se publicó por primera vez La Celestina en Burgos. Su autor, Fernando de Rojas, afirmó haber encontrado el primer acto de la obra escrito por un desconocido y decidió continuarla. Muchos dudan de la veracidad de esta afirmación, pero otros la creen. Lo que sí es cierto es la novedad que representaba su obra, ya que las comedias humanísticas se escribían en latín, pero La Celestina fue la primera escrita en castellano.
Fernando de Rojas decidió titular la obra como Tragicomedia de Calisto y Melibea para contentar a los que opinaban que era comedia y a los que la consideraban tragedia. En la primera edición constaba de 16 actos y en la segunda de 21.
La obra se cierra con una reflexión de Pleberio sobre»el loco amo». La Celestina tendría una intención moralizante: prevenir contra el amor irreflexivo y pasional, castigando con la muerte a los protagonistas de su obra.
La crítica de Rojas no solo abarca la religión, sino que también se extiende a los prejuicios sociales. En La Celestina, todos los personajes están igualados desde el punto de vista de su bajeza moral. Todos los criados, nobles, etc., mienten, son egoístas… Rojas intenta con ello demostrar que nadie es mejor ni peor. Por una vez, en una obra dramática del romance, los desheredados tienen tanta importancia como los nobles.
La Celestina aparece como vértice de tres mundos: el culto y próspero de Calisto, el de los criados dominado por la avaricia, y el de las prostitutas y hampones. Cuando Celestina muere, todo este entramado se desmorona.
.Es un personaje independiente en todo la obra, porque solo ella, esta libre de la pasion amorosa, se nos muestra orgullosa de su vida y de su oficio y gracias a esto vive sin depender de nadie.Todos los personajes son manejados por ella, es falsa avarienta, cruel, pero la unica que no esta cegada por las pasiones