Portada » Español » Literatura Española del Siglo XX: Desde la Dictadura hasta la Renovación
La dictadura. La conclusión de la Guerra Civil trajo consigo, en un primer momento, una literatura que intentaba expresar el honor y la angustia.
La difícil situación económica de la posguerra desembocó en el nacimiento de la literatura social, que abordaba problemas colectivos como la pobreza, el hambre o la desigualdad.
El cansancio de la literatura social desembocó en la búsqueda de nuevos modelos y se compusieron novelas experimentales.
Tras la Guerra Civil surgieron dos tipos de poesía, conocidos como poesía arraigada y poesía desarraigada.
Cultivada por autores como Leopoldo Panero o Luis Rosales, era afín al régimen franquista y se caracterizaba por su tono optimista.
Por el contrario, expresaba un sentimiento de angustia ante la vida. Entre las obras pertenecientes a esta corriente destacan Hijos de ira, de Dámaso Alonso, y dos poemarios de Blas de Otero: Ángel fieramente humano y Redoble de conciencia.
La poesía desarraigada evolucionó hacia la poesía social de los años 50, que concebía la palabra poética como una herramienta para denunciar la injusticia.
A finales de los años 50 se fue abandonando la poesía social tras la aparición de un nuevo grupo de poetas que recibieron el nombre de Generación del 50. Estos autores pretendían profundizar en el conocimiento de la realidad o evocar recuerdos y experiencias personales.
El año 1970 marcó la aparición de los Novísimos, un grupo de poetas que renovaron el lenguaje poético mediante la creación de una poesía esteticista y minoritaria cargada de referencias culturales.
La publicación de La familia de Pascual Duarte (1942), de Camilo José Cela, marcó el inicio de una nueva tendencia, el tremendismo, que abordaba con crudeza los aspectos más sórdidos de la realidad.
La realidad irrumpió en la narrativa y los autores emprendieron el cultivo de la novela social. Entre los rasgos de la novela social destacan los siguientes:
En 1962 Tiempo de silencio, de Luis Martín-Santos, supuso el comienzo de la novela experimental. Los autores renovaron la técnica narrativa y dieron más importancia al lenguaje y a la estructura que al argumento, adoptaron el punto de vista múltiple e indagaron en sus personajes a través del monólogo interior.
La revolución de las formas narrativas en España coincidió con la aparición en Hispanoamérica de un grupo de escritores que constituyeron el llamado «boom» de los 60. También se apartaron de los modelos realistas y buscaron nuevos procedimientos narrativos. En algunas obras cultivaron el realismo mágico, técnica que mezcla elementos reales y míticos.
En los primeros años de la posguerra predominó un teatro cómico destinado a la burguesía. Ya en los años 40, comenzó a escribirse un teatro de humor más intelectual. Los años 50 supusieron, al igual que en la novela y la poesía, la aparición de un teatro social, que perseguía reflejar los problemas del país. Durante los años 60 y 70 se impulsó la experimentación escénica. Se dio mayor importancia al espectáculo y a la interacción con el público, surgieron así autores innovadores.
Durante su dictadura, Primo de Rivera intentó incentivar la economía nacional aplicando medidas proteccionistas, pero no logró impedir que a finales de los años veinte estallara una crisis económica. La crisis se extenderá a los demás sectores sociales. Finalmente, ante el rechazo de la sociedad, el dictador se vio obligado a dimitir (1930). Un año después, el rey parte al exilio y se proclama la Segunda República (abril de 1931). El primer bienio republicano se abrió con un ambicioso programa reformista. En 1936 se produjo el golpe de Estado encabezado por los generales Sanjurjo, Mola y Franco. Se inició así la Guerra Civil (1936-1939).
El periodo de entreguerras estuvo marcado en toda Europa por el deseo de renovación de los distintos géneros literarios.
Conocidos como ‘ismos’, son un conjunto de movimientos que rechazan las formas artísticas tradicionales y propugnan la experimentación, adoptando nuevos temas y nuevas formas de expresión. Destacan el creacionismo y el surrealismo:
Tuvo lugar en Europa otro fenómeno innovador: el modelo de novela experimentó una revolución en sus formas y contenidos, protagonizada por autores como el francés Marcel Proust, el checo Franz Kafka y el irlandés James Joyce.
En la segunda década del siglo XX surgió un grupo de escritores caracterizados por su intelectualismo, su afán europeísta y su búsqueda de un arte puro. Este grupo se conoce como Generación del 14, y la corriente que promovieron sus componentes recibe el nombre de Novecentismo.
Se caracterizó por dos rasgos: el lirismo descriptivo y la presencia de pasajes ensayísticos. Se trata de obras en las que lo fundamental no es la acción sino la reflexión y la descripción de los personajes y de sus ambientes.
En los años 20 surgió un nuevo grupo de escritores, conocidos como la Generación del 27. Reciben este nombre porque se reunieron en 1927 para conmemorar el tricentenario de la muerte de Luis de Góngora.
Estos autores, de sólida formación intelectual, admiraban la poesía de Juan Ramón Jiménez y las ideas de Ortega y Gasset. Sin embargo, los poetas del 27 no se conformaron con imitar el modelo de la poesía desnuda y el arte deshumanizado, sino que incorporaron nuevos elementos formales y temáticos, fundiendo vanguardia y tradición en sus obras.
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