Portada » Lengua y literatura » Literatura Española Contemporánea: Tendencias y Transformaciones desde 1970
El fin del franquismo y la llegada de la democracia marcaron un cambio profundo en la vida, las costumbres y el lenguaje poético en España. Sin embargo, la esperada revolución literaria no se materializó por completo, generando desorientación y desencanto entre los poetas.
En la década de 1970, tras el impacto cultural del Mayo del 68, surge el grupo de los novísimos (Félix de Azúa, Ana María Moix, etc.), quienes aportan nuevos aires a la poesía, incorporando elementos de la cultura popular como el cine, la música y el arte pop, considerados marginales hasta entonces. Dentro de este grupo, destacan los poetas culturalistas, influenciados por la obra de Kavafis y la estética decadente de Venecia.
A partir de los setenta, la poesía española se diversifica en múltiples tendencias temáticas y estilísticas, marcadas por la influencia de los novísimos y una búsqueda de nuevas formas de expresión:
En los ochenta, el desencanto de los grandes ideales propio de la posmodernidad lleva a un interés por lo íntimo y lo individual. Se busca un equilibrio entre tradición y novedad, destacando la poesía de la experiencia, que se centra en la cotidianidad del ser humano actual. Autores representativos de esta corriente son Felipe Benítez Reyes, Luis García Montero, Jon Juaristi y Andrés Trapiello.
En la década de 1990 y principios del 2000, se acentúa el contraste entre la poesía de la experiencia y la poesía del silencio. A finales de los noventa, surge la poesía de la diferencia, que reivindica la independencia y la libertad literaria, con autores como Antonio Rodríguez Jiménez y Fernando de Villena.
Tras la muerte de Franco, la vida cultural y literaria española experimenta una profunda transformación. La desaparición de la censura, la recuperación de autores exiliados y la apertura a la literatura extranjera (europea, norteamericana y latinoamericana) marcan un nuevo período. La literatura española de las últimas décadas se caracteriza por la variedad temática y estética, y la diversidad de tendencias y corrientes literarias.
Hacia 1975, surge una nueva generación de novelistas que reacciona contra la complejidad experimental, dando paso a una concepción realista de la novela. Se habla de realismo renovado, con obras como La verdad sobre el caso Savolta de Eduardo Mendoza. Se reivindica el placer de narrar, la intriga, la aventura, el enredo y los amoríos. Se recupera la concepción clásica de la novela, con una acción única y lineal, donde la trama y el argumento son centrales. Otros títulos relevantes son Los delitos insignificantes de Álvaro Pombo, La ciudad de los prodigios de Eduardo Mendoza y Las edades de Lulú de Almudena Grandes.
En la actualidad, la narrativa española se caracteriza por una gran libertad y diversidad de tendencias: