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Uno de los rasgos más característicos de la ciencia moderna es que se ha ido prestando cada vez más atención a la historia de la ciencia. El problema que esto trae consigo es que los hechos más relevantes para dicha historia como podrían ser los avances de Galileo o Newton no se corresponden con lo que las típicas concepciones filosóficas dicen que deberían ser.
Los tres componentes que se pueden distinguir en la postura que sostiene que los hechos son la base de la ciencia, son los siguientes: en primer lugar, que los hechos se dan directamente a observadores objetivos, desprejuiciados y cuidadosos por medio de los sentidos; en segundo lugar, que los hechos son anteriores a la teoria e independientes de ella; y por ultimo, que los hechos constituyen fundamentos firmes y confiables para el conocimiento científico
Cierto número de filósofos consideran que la observación es pasiva y privada, Privada ya que abrimos los ojos y la información entra y registramos lo que hay que ver y de este modo también es un asunto privado ya que nadie puede meterse en nuestro acto de ver ni percibir exactamente lo que nosotros estamos viendo.
Esto no es asi ya que, en primer lugar, no es pasiva dado que en el acto de ver nosotros dirigimos la vista y no captamos absolutamente todo lo que está a nuestro alcance además de que podemos mover la cabeza, por ejemplo, en busca de un cambio inesperado. La observación tampoco es privada y menos en el ámbito de la ciencia dado que lo observado puede ser confirmado o criticado por algún otro observador.
En conclusión la observación es activa y pública.
Las observaciones capaces de constituir la base del conocimiento científico a la vez de activas y públicas, son objetivas pero falibles. Son objetivas en cuanto pueden ser probadas públicamente por procedimientos directos y falibles porque pueden ser desechadas por tipos nuevos de pruebas debido a los adelantos en la ciencia y en la tecnología
La ciencia no es simplemente hechos sino hechos pertinentes. Esto será algo relativo al estado de desarrollo de esa ciencia en ese momento.
En general es necesario intervenir prácticamente para tratar de aislar los procesos que se investigan y eliminar los efectos de otros. Es necesario hacer experimentos. Por lo tanto, si hay hechos que constituyen la base de la ciencia estos hechos se darán en forma de resultados experimentales más que en hechos observables.
La base experimental de la ciencia es falible y revisable, por lo que el conocimiento fundado en ella será igualmente falible y revisable. Esto conlleva a un inminente peligro de circularidad; si se apela a las teorías para juzgar la adecuación de los resultados experimentales, y esos mismos resultados son la prueba de la teoría, parecería que hemos caído en un círculo
Los postulados sobre los que se asiente el principio de inducción son los siguientes:
En primer lugar es que el número de enunciados observacionales que constituyen la base de una generalización debe ser grande. En segundo lugar, que las observaciones se deben repetir en una amplia variedad de condiciones; y, por último, ningún enunciado observacional aceptado debe entrar en contradicción con la ley universal derivada.
La critica que realiza Chalmers a cada uno de estos, son las siguientes: a la primera, que si nos referimos a grande, la pregunta es, qué número es lo suficientemente grande. Luego, qué se entiende por una amplia variedad de condiciones; si no pueden ser eliminadas las condiciones superfluas, nunca podrán ser satisfechas las condiciones bajo las cuales la inferencia inductiva pueda ser aceptada. En tercer lugar, pocos conocimientos científicos sobrevivirán a la exigencia de que no se conozca ninguna excepción
Según el inductivista la objetividad en la ciencia se deriva de la medida en que la observación, la inducción y la deducción son consideradas ellas mismas objetivas. Según el inductivista ingenuo los enunciados observacionales que forman la base de la ciencia pueden establecerse directamente y con seguridad haciendo uso cuidadoso de los sentidos, esta seguridad se transmite a las leyes y teorías derivadas de ellos inductivamente; siempre que se respeten las condiciones pautadas.
Chalmers sostiene que la posición inductivista necesita en el mejor de los casos una matización severa y en el peor es totalmente inadecuado, dado que los hechos apropiados para la ciencia no son dados directamente sino que tienen que ser prácticamente construidos y dependen del conocimiento que presuponen con una gran complejidad y están sujetos a ser mejorados y remplazados.
Chalmers sostiene que hay una cuestión lógica favorable al falsacionismo en su enfrentamiento con el inductivismo a partir de que el inductivismo dada una cierta cantidad de hechos finitos induce un razonamiento universal, la cuestión lógica favorable al falsacionismo es que esto no es considerado como ciencia dado que para los falsacionistas lo importante no es buscar la verdad o la probable verdad sino el avance de la ciencia que se da a partir de hechos contundentes y falsables. Mayormente en la confirmación de conjeturas audaces o en la falsación de conjeturas prudentes. Busca deductivamente a partir de un hecho falsar una teoría.
Según los falsacionistas para que la ciencia avance tiene que haber teorías cada vez más falsables, con más contenido e informativas; esto excluye las modificaciones ad hoc ya que no conducen a nuevas comprobaciones. Los avances más importantes se darán a partir de la confirmación de conjeturas audaces o de la falsación de conjeturas prudentes. El propósito de la ciencia es falsar teorías y remplazarlas por teorías mejores con mayor capacidad para resistir pruebas; el falsacionismo busca el constante progreso de la ciencia.
Según el inductivismo la confirmación esta determinada por la relación lógica entre los enunciados observacionales que son confirmados y la teoría que estos apoyan. El contexto histórico no tiene importancia. Los casos confirmadores proporcionan apoyo inductivo a una teoría; mientras más casos haya, se le dará más apoyo a la teoría y más probabilidad de que sea verdadera.
En cambio, los falsacionistas, consideran que las confirmaciones dependen del contexto histórico. La confirmación le va a dar valor a una teoría si fue el resultado de la comprobación de una nueva predicción
Para comprobar experimentalmente una teoría habrá que aumentar la teoría mediante supuestos auxiliares, habrá que añadir condiciones iniciales tales como la descripción del marco experimental. Con todos estos factores como premisas se puede deducir una predicción, si está resulta ser falsa la lógica nos permite saber que al menos una de las premisas es falsa pero no nos indica cuál.
De esto se deduce que no se puede falsar de manera concluyente una teoría porque no se puede excluir la posibilidad de que lo responsable de una predicción errónea sea alguna parte de la comprobación y no la teoría sometida a prueba. Esto fue llamado tesis de Duhem Quinn.
Se acusa a la teoría de Kuhn de descriptivista ya que el interés de este era únicamente describir las teorías científicas ya que asigno para cada momento del progreso científico un sustantivo que lo estructuralice. Si esto fuera únicamente así, su teoría perdería valor como teoría de la ciencia; a menos que la concepción descriptivista este configurada por alguna teoría. El autor en su libro se defiende diciendo que seria un error considerar que su idea de ciencia proviene únicamente de la descripción de los trabajos científicos ya que incluye la explicación de la función de los diversos componentes a los cuales les había asignado un sustantivo.
Kuhn fue acusado de relativista por proponer una concepción de progreso según la cual la pregunta de si un paradigma es o no mejor que otro no tiene respuesta definitiva, no pudiendo explicar por qué el paso de un paradigma a otro es progresivo.
El autor en su libro se defiende diciendo que las teorías científicas posteriores son mejores que las anteriores para resolver enigmas en los entornos en los que se aplican. Esto es problemático ya que el mismo Kuhn dijo los enigmas y sus soluciones dependen del paradigma y además en su libro hay defensas de la posición relativista y negación de que exista el criterio racional del progreso científico.
Según Chalmers, al proponer Kuhn dos corrientes incompatibles, hay dos posibilidades o se adhiere la corriente relativista o se deja de lado el relativismo y se reescribe Kuhn haciéndolo compatible con el progreso de la ciencia. Chalmers elige la segunda.
Chalmers cita la frase de Lakatos que dice que “no existe la racionalidad instantánea en ciencia” en primer lugar para explicar la idea de Lakatos que plantea que la valoración de un programa de investigación solo puede hacerse con perspectiva histórica y que por lo tanto no pueden aconsejarle a los científicos de cuando deben abandonar una teoría, en segundo lugar que a partir de esta frase Lakatos captó el sentido en el que él consideraba que las teorías falsacionistas y positivistas aspiraban a demasiado en el sentido en el que a partir de falsar y descartar teorías pretendían llegar al mismo nivel que aquellos que consideraban el progreso científico como un progreso acumulativo.
La metodología de Lakatos según Chalmers presentó los siguientes problemas:
En primer lugar, se hace la pregunta si su metodología realmente se correspondía con la historia de la ciencia. A veces no se puede identificar el núcleo central de una teoría.
En segundo lugar, ¿existen realmente las decisiones metodológicas racionales que, según Lakatos, hace que los científicos trabajen de manera coordinada dentro de un entramado? No da ninguna prueba de que esto sea asi, ni deja en claro que clase de estudio proporcionara dicha prueba. Siendo esto lo central de su diferencia con Kuhn, cuál será la diferencia ahora.
En tercer lugar, no contesta qué es, si es que hay algo, lo característico del conocimiento científico. Si no hay racionalidad instantánea no puede haber tampoco un rechazo inmediato al marxismo, o cualquier otra de las doctrinas descartadas por Lakatos.
En cuarto lugar, creyó necesario apoyar a su metodología en la historia de la ciencia, suponiendo, sin argumentación, que todas las áreas de estudio deben compartir las características de la física, si es que han de ser consideradas científicas.
Por último, en relación a Newton, este produjo en la practica un cambio en las normas científicas, según Lakatos considerándolo progresivo, pero progresivo según qué normas, problema similar al que enfrento Kuhn.
Tanto Feyerabend como Kuhn acuñaron el término inconmensurable para describir la relación entre dos teorías o paradigmas que no pueden ser comparados lógicamente entre por falta de hechos teóricamente neutros, que puedan ser utilizados para la comparación. La diferencia es que Kuhn evitó las conclusiones anarquistas de Feyerabend, apelando al consenso social, para establecer la ley y el orden. Feyerabend rechaza esta apelación porque no creía que Kuhn distinguiera entre modos legítimos e ilegítimos de conseguir el consenso y porque no creía que la llamada al consenso fuera capaz de distinguir entre la ciencia y otras doctrinas.
Feyerabend tomo ejemplos de cambio científico que en cuanto a hechos históricos no se ajustan a las teorías de la ciencia propuestas por la mayoría de los filósofos, a excepción de la de Lakatos, pero solo porque esta según Feyerabend es tan laxa que se puede adaptar a casi todo. Feyerabend se refirió a Lakatos burlonamente como compañero anarquista. De todas formas, Lakatos no estuvo de acuerdo con esto.
– Puesto que concebimos la ciencia como una búsqueda abierta con el fin de mejorar el conocimiento, ¿por qué no habría de haber lugar para mejorar nuestros métodos y adaptar y refinar nuestras normas a la luz de lo que aprendemos?
– “No tengo ningún problema en adherirme a la campaña que lanzó Feyerabend en contra del método, siempre que se entienda por éste un método universal, inmutable” A. Ch.
La idea de universal y ahistórico deprecia las complejas condiciones físicas e históricas que influyen en l cambio científico y hace a la ciencia menos adaptable y mas dogmática
– No obstante, método universal y ningún método (feyerabend) no agotan todas las posibilidades. Un camino intermedio sostendría que hay métodos y normas en la ciencia, pero que pueden variar de una ciencia a otra y pueden cambiar dentro de una ciencia, y cambiar a mejor. Exiten metodos y normas historicamente contingentesimplicitos en las normas que han tenido exito
– John Worrall sostiene que si ha de defenderse un cambio en el método científico de modo que evite el relativismo radical, es necesario mostrar de qué manera tal cambio es para mejor. Pero, ¿mejor según qué normas? Parecería que a menos que existan supernormas para juzgar cambios en las normas, esos cambios no pueden ser interpretados de manera no relativista. Pero las supernormas nos retrotraen al método universal que se supone que proporcionaría tales normas. Por lo tanto, ó bien tenemos un método universal, ó bien el relativismo.
– En la época en que Galileo luchaba contra los aristotélicos, se entendía que la función de los sentidos era la de suministrarnos información acerca del mundo, y que, por tanto, es absurdo suponer que los sentidos son sistemáticamente engañosos cuando están cumpliendo con la tarea que se les confía, excepto en circunstancias anormales (niebla, enfermedad, borrachera, etc.).
– Para poder introducir el telescopio, Galileo necesitaba desafiar dicho criterio, y cuando lo hizo, efectuó un cambio en las normas de la ciencia.
– Galileo pudo modificar las normas porque había mucho en común entre él y sus rivales, sobretodo en cuanto a sus objetivos; compartían el objetivo de dar una descripción de los movimientos de los cuerpos celestes que se apoyara en la evidencia empírica.
– En un estadio cualquiera de su desarrollo, una ciencia consiste en algunos objetivos específicos de llegar a un conocimiento de determinado tipo, en los métodos necesarios para cumplir sus objetivos y en normas que permitan juzgar en qué medida se han conseguido, además de hechos y teorías particulares que representan el estado actual de la representación en cuanto concierne a la realización de dichos objetivos. Cada detalle particular de la red de entidades estará sujeto a revisión a la vista de los resultados de la investigación.
A partir de los desarrollos de Boyle, se abandona a finales del S. XVII, el objetivo de explicaciones últimas en física, objetivo que empezó a parecer utópico, particularmente cuando se lo comparaba con los logros de la ciencia experimental
-La idea general en un tiempo determinado es que pueden modificarse progresivamente partes cualesquiera de la red de objetivos, métodos, normas, teorías y hechos observacionales que constituyen una ciencia, y que las partes restantes de la red servirán de trasfondo contra el cual se darán las razones del cambio. (Ej.: “Robert Boyle: explicaciones últimas y sus experimentos sobre la física del aire”- pág. 160).No obstante, no será ciertamente posible dar razones para cambiar todo lo de la red de una vez, pues entonces no habría suelo en el que asentarse para argumentar.
No necesitamos una concepción universal ahistórica del método científico para da runa justificación objetiva del progreso en la ciencia, además es posible dar una explicación objetiva de cómo se puede se puede mejorar el método.
– Chalmers imagina la crítica de los oponentes al relativismo; dice que dirán que su exposición de Galileo, aunque ilustra un cambio de normas, implica una llamada a normas más altas, más generales. Dirán entonces que son estos supuestos generales los que constituyen el método universal y los que forman precisamente el telón de fondo contra el cual han de juzgarse progresivos los cambios propuestos por Galileo. “Sin tal telón, les oigo decir, no pueden sostener que el cambio es progresivo”.
– “Concedo que existe un método universal para el sentido común. Pero señalaré en primer lugar que, si este sentido común universal es correcto y adecuado, tanto ellos como yo podemos cerrar nuestro negocio, pues no se necesita de ningún filósofo profesional para decir, valorar o defender una cosa de este tenor. Pero si perseguimos el tema más a fondo y exigimos que se den más detalles en cuanto a lo que pueda servir de prueba y confirmación y qué tipos de afirmación pueden ser defendidos y cómo, veremos entonces que estos detalles varían de una ciencia a otra y de un contenido histórico a otro.”
– intenta dar una justificación del método universal adaptando una versión de las teorías de la probabilidades
– atendiendo al experimento y a lo que encierra tratando de contrarrestar lo que entiende como excesos de las explicaciones de la ciencia con predominio de la teoría
Bayesianismo Objetivo:
– Según éstos, las probabilidades son las que los agentes racionales deberían de suscribir en vista de la situación objetiva. En carreras de caballos, por ejemplo, la única manera racional de asignar probabilidades a la verosimilitud de ganar que tendría cada caballo es la de distribuir igualmente las probabilidades entre los participantes. Un problema importante de esto, en el campo de la ciencia al menos, es el relativo a cómo asignar probabilidades previas objetivas a las hipótesis. Podría pensarse que el número de hipótesis posibles en un dominio es infinito, lo que daría probabilidad cero a todas y el juego bayesiano no puede comenzar. Todas las teorías tienen probabilidad cero y Popper gana.
Bayesianismo Subjetivo:
– Los bayesianos subjetivos toman sencillamente los grados de creencia en las leyes que los científicos de hecho tienen como la base de las probabilidades previas en sus cálculos bayesianos. Escapan de este modo a las constricciones de Popper de que la probabilidad de todas las hipótesis universales debe ser cero.
– Los esquemas bayesianos trazan una estrecha analogía entre los sistemas de la ciencia y del juego. El grado de creencia que tiene un científico en una hipótesis es análogo a la probabilidad que se le concede a un caballo de que gane una carrera.
– Parecería que comprender la ciencia y el razonamiento científico en términos de las creencias subjetivas de los científicos es un punto de partida decepcionante para quienes buscan una concepción objetiva de la ciencia. Pero Howson y Urbach se defienden: dados un conjunto de probabilidades previas y alguna prueba nueva, el teorema de Bayes dicta de modo objetivo cuáles deben ser las probabilidades nuevas, las posteriores, vista dicha prueba. Al igual que la lógica deductiva, no tiene nada que decir acerca del origen de las proposiciones que constituyen las premisas de una deducción; dice simplemente qué se sigue de dichas proposiciones una vez que han sido dadas. Además, opiniones subjetivas que difieren grandemente pueden acercarse de una manera objetiva en respuesta a la evidencia.
– Si la teoría T predice el resultado experimental E, la probabilidad P(E/T)
Es igual a 1. Cada vez que se lleve a cabo con éxito el experimento, más probable es que el científico espere que resulte de nuevo exitoso la vez siguiente. Esto es P(E) aumentará una pequeña cantidad en cada repetición.
– Una razón clave para el prestigio ascendente de los bayesianos ha sido su actividad en casos históricos de la ciencia, tendencia que inició Jon Dorling.
– Se puede usar el teorema de Bayes para calcular cómo cambian las probabilidades de una teoría en vista del descubrimiento de una prueba problemática. Cuando se hace así, el resultado es que la probabilidad de la teoría cae sólo un poco, mientras que la probabilidad de que las mediciones fueran precisas cae dramáticamente.
– Parecería que se ha proporcionado una racionalidad clara a lo que en la metodología de Lakatos aparecía como “decisiones metodológicas” que no estaban fundamentadas.
– También han resuelto el “problema de Duhem-Quine”, de qué parte de la red de supuestos tiene la culpa de una falsación aparente. Los bayesianos introducen las probabilidades previas apropiadas y calculan las probabilidades posteriores. Éstas mostrarán qué supuestos se hunden hasta una probabilidad baja y, por consiguiente, qué supuestos deberían ser abandonados para maximizar la posibilidad de un éxito futuro.
– Siguiendo a Popper, las hipótesis Ad-hoc no son deseables debido a que no son comprobables independientemente de las pruebas que condujeron a su formulación. De esto se sigue que las pruebas que se usan para construir una teoría no pueden ser usadas de nuevo como prueba de dicha teoría; los bayesianos concuerdan con la ampliamente extendida opinión de que una teoría es confirmada mejor por diversas clases de pruebas que por una de una clase en particular. Esto se deduce así: puede ser muy baja la probabilidad previa de que una teoría sea confirmada por una nueva clase de pruebas. En tales casos, al introducir los resultados de la confirmación, una vez que ésta sucede, en la fórmula bayesiana se consigue un aumento importante en la probabilidad asignada a la teoría. Así, no se discute la importancia de pruebas independientes. Howson y Urbach incluso niegan el desecho de teorías por ausencia de pruebas independientes, y, más aún, niegan que los datos utilizados en la construcción de una teoría no puedan ser usados para confirmarla.
– Una dificultad que encuentra el intento de excluir las hipótesis Ad-hoc por la exigencia de pruebas independientes es que es demasiado débil y admite hipótesis de una manera que choca al menos con nuestras intuiciones. (Ej.: “Galileo contra la sustancia transparente refutable”). Greg Bamford destacó otras dificultades, tales como el hecho de que se está tratando de definir una noción técnica para lo que en realidad no es más que una idea del sentido común. Desde un punto de vista bayesiano, la teoría modificada tendrá una probabilidad baja simplemente sobre la base de que P(ad-hoc)
Es poco probable.
– Al basarse en el grado de creencia del científico, quienes susciten preguntas acerca de los méritos relativos de las teorías en competencia y acerca del sentido en que se puede decir que la ciencia progresa, no recibirán respuesta de los bayesianos subjetivos.
– Si el bayesianismo subjetivo es la clave para comprender la ciencia y su historia, una de las fuentes más importantes de información a la que necesitamos tener acceso para dicha comprensión es el grado de creencia que los científicos tienen o tuvieron. Hay dos problemas con esto; uno es el de poder tener acceso al conocimiento de grados privados de creencia. El otro es la implausibilidad de la idea de que necesitemos tener acceso a las creencias privadas para captar el sentido en que una teoría representa un adelanto respecto de su predecesora. El problema se intensifica cuando observamos el grado de complejidad de la ciencia moderna y la medida en que implica trabajo en colaboración; ¿de quién será el grado de creencia que elijamos, y por qué?
– Parecería que, con tal que un científico creo con bastante fuerza en su teoría, y teniendo en cuenta que según los bayesianos no se puede enjuiciar las probabilidades previas, ninguna prueba en contrario, por muy sólida o amplia que sea, le debilitará su creencia. (Ej.: “Prout y sus pesos atómicos enteros”).
– A los bayesianos les es necesario asignar probabilidades contrastadas con los hechos, que no pueden ser identificadas simplemente con los grados de creencia que en realidad se tengan. (Ej.: “La órbita de Mercurio y el relativista”). En otras palabras, la condición de estos grados de creencia, y la dificultad de cómo valorarlos, plantean serios problemas.
– ¿No es cierto que buscamos una descripción de lo que cuenta como prueba apropiada en ciencia? Ciertamente, un científico no responderá ante una afirmación de alguna prueba preguntándole al científico que la hace con qué fuerza la cree. Se le exigirá a una buena teoría del método científico que dé una descripción de las circunstancias bajo las cuales se puede considerar que las pruebas son adecuadas, y que indique con precisión las normas que debería respetar el trabajo empírico en ciencia.
– Todo lo que queda es un teorema del cálculo de probabilidades, que dice de la ciencia que se adhiere a los dictados de la lógica deductiva, no mucho más.
Según Popper la astrología no es una ciencia porque es infalsable. Kuhn señala que no es así debido a que la astrología es falsable y de hecho las teorías científicas también hacen predicciones que resultan ser falsas. La diferencia según Kuhn es que la ciencia es capas de aprender constructivamente de las falsaciones mientras que la astrología no. Mayo está de acuerdo con Kuhn, al identificar ciencia normal con experimentación.
Sin embargo, May, hace algo más; señala el camino por el cual la capacidad del experimento de detectar o corregir un error puede ser suficiente para provocar una revolución científica o contribuir a ella. Una tesis decididamente no Kuhniana
David Hume negó la legitimidad de ley. Se dice que es un error suponer que el acontecer según leyes está causado por algo. Afirma que nada hace que la materia se conduzca de acuerdo a leyes, puesto que las leyes no son otra cosa que reularidades de facto entre sucesos.
La objeción más típica a esto que realiza Popper es que no distingue entre regularidades accidentales y las que son del tipo de leyes(moa vieja). Otra dificultad es que no logra identificar la dirección de la dependencia causal(fumador y cancer). Que los sucesos den una cierta regularidad no es suficiente para que se constituya una ley, hay más en el comportamiento de una ley que la mera regularidad. En conclusión, Popper no acepta el hecho de que se entienda regularidad como sinonimo de ley.
Un elemento importante de lo que es una cosa es aquello que es capaz de hacer o de llegar a ser. Se necesita caracterizar las cosas en terminos de su potencial. Si se interpretan asi las leyes no habra necesidad de esperar que describan secuencias de sucesos en el mundo, dado que sería el resultado de varias disposiciones, tendencias, potencias o capacidades actuando en conjunto de forma compleja; así visto es facil entender la necesidad de experimentos para identificar una ley.
Chalmers dice que las causas y las leyes están intimamente ligadas. Los sucesos están causados por la acción de entidades particulares que tienen el poder de actuar como causas. Las potencias y capacidades de entidades particulares, obligan a esas entidades a comportarse de acuerdo a leyes.
Antirrealismo:
– El realismo en la ciencia es demasiado temerario, puesto que afirma más de lo que puede defenderse razonablemente. El antirrealista hace notar que la parte duradera de la ciencia es la que se basa en la observación y la experimentación. Las teorías son un mero andamiaje del que se puede prescindir cuando deja de ser útil. Señala que al igual que las teorías del pasado tuvieron éxito a pesar de que no eran descripciones correctas de la realidad, es razonable suponer lo mismo acerca de las contemporáneas.
Antirrealismo global:
– Suscita la cuestión de cómo un lenguaje de cualquier tipo, incluido le lenguaje científico, puede entrar en contacto con el mundo, o acoplarse con él. Podemos ver el mundo sólo desde nuestras perspectivas humanamente generadas y describirlo en le lenguaje de nuestras teorías.
– El antirrealismo global niega que tengamos algún acceso a la realidad, y no sólo dentro de la ciencia.
– Hasta aquí es una tesis muy débil; se hace más fuerte cuando se pretende que esa falta de acceso a la realidad tenga consecuencias y justifique una actitud escéptica frente a la ciencia y frente al conocimiento en general. Esto es arbitrario, ya que, si bien es cierto que no podemos describir el mundo sin utilizar algún tipo de armazón conceptual, podemos sin embargo comprobar la adecuación de estas descripciones mediante la interacción con él.
– De acuerdo con la teoría de la verdad como correspondencia (adecuada al antirrealismo), una proposición es verdadera si, y sólo si, se corresponde con los hechos. Un problema con esto es la facilidad con que puede llevar a paradojas (Ej.: “nunca digo la verdad”, “lo que dice del otro lado de la tarjeta es verdad…”).
– El lógico Alfred Tarski demostró cómo se pueden evitar las paradojas mencionadas; cuando se habla de verdad o falsedad de las proposiciones en un lenguaje, hay que distinguir cuidadosamente las proposiciones en el sistema de lenguaje del que se habla, el “lenguaje objeto”, de las proposiciones en el sistema de lenguaje en el que se habla del lenguaje objeto, el “metalenguaje”. No surge ninguna paradoja si se sigue la regla de que cada una de las proposiciones debe pertenecer al lenguaje objeto o al metalenguaje, pero no a los dos, de manera que ninguna de las dos proposiciones puede referirse a la otra y a la vez ser objeto de referencia por parte de la otra.
La verdad como correspondencia es libre de problemas.
– Quienes defienden el antirrealismo global sostienen que la teoría de la verdad como correspondencia no escapa del lenguaje para describir una relación entre proposiciones y el mundo, como pretende; decir que “el gato está sobre el felpudo” se corresponde con que el gato está sobre el felpudo. Esta respuesta no establece una relación entre una proposición y el mundo, sino entre una proposición y otra. Esta es una objeción equivocada porque, en el caso del gato, no es razonable decir que la respuesta verbal me involucra en la afirmación de que “el gato está encima del felpudo” se refiere a algo verbal.
– El debate tradicional entre realistas y antirrealistas se refiere al tema de si las teorías científicas deberían pretender alcanzar la verdad en sentido irrestricto, o si sólo tratan de afirmar algo acerca del mundo observable. Ambos afirman que la ciencia busca la verdad en algún sentido, y niegan el antirrealismo global.
– El antirrealista sostiene que el contenido de una teoría científica comprende solamente el conjunto de afirmaciones que pueden ser verificadas mediante la observación o la experimentación. Para ellos, las teorías no son sino instrumentos útiles que ayudan a correlacionar y predecir los resultados de la observación y de los experimentos. Por esto se les suele llamar instrumentalistas. Exigirán que las teorías sean generales, simples, y se correspondan con la observación y la experimentación.
– El antirrealismo desea restringir la ciencia a las afirmaciones justificables por medios científicos.
– Las propias teorías pueden ser desechadas tan pronto como han dejado de ser útiles mientras que pueden mantenerse los descubrimientos experimentales que han propiciado.
Objeciones y defensa:
– Si los enunciados observacionales y los resultados experimentales son aceptables en la medida de que puedan resistir pruebas, pero están sujetos a ser reemplazados en el futuro a la luz de nueva pruebas más sutiles, entonces se abre el camino para que el realista trate las teorías de exactamente la misma manera, y niegue que haya una distinción fundamental o nítida entre el conocimiento observacional y le teórico, distinción sobre la que el antirrealista basa su posición.
– El antirrealista no necesita negar que la teoría desempeña un papel en el descubrimiento de nuevos efectos experimentales, pero estos efectos pueden ser valorados y manipulados de una forma independiente de la teoría, y que no se pierden cuando se da un cambio radical en la teoría.
Realismo científico:
– Según el realismo científico, la ciencia persigue alcanzar enunciados verdaderos acerca de lo que hay en el mundo y cómo se comportaría éste, a todos sus niveles t no sólo al nivel de la observación. Más aún, se asevera que la ciencia ha hecho progresos hacia ese fin por cuanto ha llegado a teorías que son, al menos aproximadamente, ciertas, y descubierto al menos algo de lo que hay.
– No podemos saber si las teorías actuales son ciertas, pero son más ciertas que las anteriores, y mantendrán al menos una verdad aproximada cuando sean reemplazadas en el futuro por otras más precisas.
– La pretensión de que se puede comprobar el realismo en la historia de la ciencia es la razón que le hace merecer el calificativo de “científico a este realismo.
– Problema: no toda la historia de la ciencia se adecua a este esquema, ya que la ciencia es falible y revisable. (Ej.: “historia de la óptica: primero luz en términos de partículas, luego como ondas en un medio elástico, luego campos fluctuantes en sí mismos y luego fotones”).
– Otros ejemplos, sin embargo, encajan mejor en la imagen realista. (Ej.: “la historia del electrón”).
– Ian Hacking fortalece la posición realista; alega que los realistas prestan demasiada atención a lo que puede, o no, ser observado, y prestan muy poca atención a lo que puede manejarse prácticamente en la ciencia. Argumenta que se puede mostrar que son reales las entidades de la ciencia una vez que han sido manipuladas de modo controlado y empleadas para producir efectos en alguna otra cosa. Así planteado, el ejemplo referente a las partículas de luz y el éter no es quizá significativo en contra del realismo, puesto que nunca se estableció que esas entidades fueran reales manejándolas prácticamente. En cambio, el hecho de que la manipulación experimental de electrones sea hoy muy común, hace implausible la actitud antirrealista.
– El realismo conjetural, defendido por Popper y sus seguidores, subraya la falibilidad del conocimiento y es muy consciente de que teorías del pasado, junto con sus afirmaciones acerca del tipo de entidades que existen en el mundo, han sido falsadas y reemplazadas por teorías superiores que interpretan el mundo bastante diferente.
– Sin embargo, aún sostiene que el objetivo de la ciencia es descubrir la verdad acerca de lo que existe realmente y las teorías se valoran en la medida en que sepueden decir que cumplen este objetivo. El hecho de que podamos declarar falsas teorías pasadas indica que tenemos una idea clara del ideal que no han alcanzado.
– Se exige que haya alguna prueba independiente para la teoría del realismo científico, pero John Worrall sostiene que no se trata de pruebas independientes; la cuestión general es que es difícil ver cómo el realismo científico pueda ser confirmado por la evidencia histórica si se toman en serio las severas exigencias que hace la propia ciencia en cuanto a lo que cuenta como confirmación significativa.
– Un problema importante del realismo conjetural es que no afirma que se pueda conocer que las teorías actuales sean verdaderas o aproximadamente verdaderas, ni que la ciencia haya descubierto de forma concluyente algunas de las cosas que existen en el mundo. Dice simplemente que la ciencia se esfuerza por conseguir tales objetivos y que hay maneras de saber cuándo fracasa. Deben admitir que, aun cuando la ciencia lograra teorías verdaderas, no habría modo de saberlo. ¿Qué los diferencia, entonces, del antirrealismo más sofisticado a la hora de comprender y valorar la ciencia actual o del pasado?
– Una objeción típica al realismo, aducida, por ejemplo, por Duhem es que la teoría no puede ser tomada por una descripción literal de la realidad porque las descripciones teóricas están idealizadas, mientras que el mundo no. Sin embargo, de la inexactitud de toda medición experimental no se puede seguir que no tengan valores precisos.
– Si se acepta que el concepto causal de las leyes (cap. anterior) puede tener sentido en ciencia cuando falla la idea de regularidad, entonces tendremos que pensar que las leyes describen poderes causales que actúan detrás de las apariencias y se combinan con otras potencias para producir los acontecimientos o secuencias de acontecimientos resultantes y que se pueden observar. Es decir, el concepto causal de ley es realista. El antirrealista parece estar obligado a captar el funcionamiento de las leyes en ciencia con alguna versión de la ideal de regularidad (con sus debidas dificultades ya analizadas).
– ¿Existe una postura que se las arregle para captar lo mejor de las teorías realista y antirrealista de la ciencia? Si: Realismo no representativo ó realismo estructural.
– Los realistas popperianos señalan la falsación de teorías anteriormente confirmadas con el fin de reforzar su opinión de que el conocimiento científico sigue siendo falible, a pesar de las muchas pruebas positivas que pudiera haber en su favor. Insistirán en que, por ejemplo, la teoría ondulatoria de la luz de Fresnel ha demostrado ser falsa. Sin embargo, las ecuaciones de Fresnel proporcionan descripciones verdaderas, no falsas, de una amplia serie de fenómenos ópticos, no obstante el hecho de que han sido desechadas algunas de las interpretaciones que hace Fresnel de la realidad subyacente a sus ecuaciones.
– Así pues, la ciencia es realista en el sentido de que intenta representar la estructura de la realidad, y ha hecho un progreso constante en cuanto que ha tenido éxito al hacerlo con un grado de precisión cada vez más alto.
– Las teorías científicas del pasado captaban, al menos aproximadamente, la estructura de la realidad, por eso “realismo estructural”, y con ellas fueron reemplazadas las representaciones que las acompañaban, por eso “realismo no representativo”.