Los fundamentos ideológicos del régimen oligárquico: el liberalismo conservador de la generación del ochenta
El régimen oligárquico fue a la vez liberal y conservador.
La elite gobernante propuso leyes e impulsó obras que significaron la concreción de los ideales del liberalismo y su difusión en la sociedad argentina.
El sistema de gobierno impuesto por la oligarquía fue conservador, porque mantuvo cerrados los canales de participación política a sectores muy amplios de la población.
El impacto del positivismo
La sociedad argentina estaba experimentando profundas transformaciones originadas por la aplicación de las nuevas técnicas y tecnologías, resultado de investigaciones y descubrimientos.
Los sociólogos positivistas desde su punto de vista, el conocimiento científico y desarrollo de las nuevas tecnologías que permitían el control de la naturaleza y el sostenido incremento de la producción industrial, indicaban que el orden capitalista había abierto a la humanidad las puertas del “progreso continuo”.
El proyecto educativo: La ley de educación común
El gobierno nacional organizó la reunión de un Congreso Pedagógico para discutir las bases del tipo de educación y de escuela que más convenían al país.
El congreso llegó a la conclusión de que la enseñanza en las “escuelas comunes” debía ser gratuita y obligatoria.
También hizo propuestas sobre educación rural, escuelas de adultos y escuelas de sordomudos.
Después de dos años de lucha parlamentaria, el congreso nacional sancionó la Ley de Educación Común, que establecía que la educación en las escuelas públicas debía ser laica.
La construcción de la “nacionalidad” argentina
Los miembros de la elite dirigente comenzaron a preocuparse por la falta de integración de la enorme cantidad de extranjeros que residían en los principales centros urbanos del país.
El estado nacional debía prestar atención a las celebraciones de las llamadas “fiestas patrias”, a la colocación de banderas, escudos y estatuas en los espacios públicos y la enseñanza del pasado en la escuela
En 1889 se firmó el “Acuerdo del Consejo Nacional sobre las Fiestas Patrias” con la intención de que los “principios nacionales” no fueran “letra muerta”.
La crisis económica de 1890
Desde 1885 comenzó un proceso de pérdida de valor del peso argentino frente al oro, que el medio de pago internacional.
Uno de los resultados de este proceso fue la inflación, otro fue la pérdida del valor adquisitivo de los ingresos de los asalariados.
Entre 1887 y 1889, en bs as y rosario, tuvo lugar el primer movimiento huelguístico de importancia en el país, protagonizado por obreros ferroviarios que exigían cobrar su salario en oro.
La “revolución del parque”
La oposición política contra el presidente Juárez Celman fue encabezada por la Unión Cívica.
La situación del gobierno se agravó cuando algunos grupos del Patrimonio Autonomista Nacional le retiraron su apoyo.
Roca y Pellegrini buscaban recuperar el poder político para depositarlo en manos conservadoras y confiables para así asegurar la continuidad del sistema oligárquico.
La unión cívica que contaba con el apoyo de un sector del ejército, decidió enfrentar al gobierno.
El 26 de julio de 1890 la revolución fue derrotada.
Carlos Pellegrini asumió la presidencia con el objetivo de restablecer el control oligárquico.
La continuidad oligárquica
El PAN era sólo una agrupación que apoyaba al “hombre fuerte” de turno y cuyos adherentes compartían los principios ideológicos del caudillo.
Entre 1890 y la primera guerra mundial, el grupo gobernante no encontró una solución política adecuada a las transformaciones económicas y sociales que se estaban produciendo en el país.
Cuando entro en vigencia un nuevo sistema electoral basado en el sufragio universal y sin fraude, la oligarquía conservadora comprobó que la adhesión que tenía entre los ciudadanos era minoría.
Unión Cívica Radical: Abstención e Intransigencia
La Unión Cívica se consolidó como una organización política de un nuevo tipo que produjo un cambio en el modo de comprender y hacer política.
La revolución de 1890 desplazó a un sector de la oligarquía que fue reemplazado por otro.
En 1892, la Unión Cívica se fragmentó en dos líneas opuestas: La Unión Cívica Radical (UCR) liderada por Leandro N. Alem; y la Unión Cívica Nacional (UCN) conducida por Bartolomé Mitre. Esta propuso “el acuerdo” con el gobierno, y sus dirigentes y partidarios integraron los gabinetes y ocuparon cargos legislativos.
La UCR se orientó hacia “la intransigencia”. Sus dirigentes negaron legitimidad al acuerdo y a los comicios que lo legalizaban. También se debatió dos tendencias: la “abstencionista” y la “concurrencista”.
Entre 1891 y 1894, la Unión Cívica Radical participó en las elecciones y obtuvo algunas victorias.
Los enfrentamientos entre los radicales de las dos tendencias continuaron hasta que Hipólito Yrigoyen asumió como jefe de la UCR e impuso la línea de la abstención y la impugnación revolucionaria.
En 1905, la revolución impulsada por Yrigoyen con el apoyo de sectores del ejército coincidió con una creciente agitación social protagonizada por organizaciones obreras.
La Unión Cívica Radical: El primer partido político moderno
En 1891, la UCR adoptó como base de su organización institucional el sistema de convenciones, que era la estructura institucional de los partidos políticos estadounidenses. Los candidatos a ocupar los cargos electivos eran elegidos por los delegados del partido.
La adopción de este sistema permitió la incorporación a la actividad política de sectores de la población que hasta entonces no podían participar en ella.
Los cargos de dirección de la UCR fueron ocupados por personas que, por su origen, pertenecían a las familias oligárquicas entre las que se reclutaba la minoría gobernante.
Los radicales fueron construyendo una organización partidaria que era más abierta que la de sus adversarios políticos. Además, buscaron nuevas formas de comunicación con la sociedad a través de una red de diarios de alcance nacional.
Alem e Hipólito Yrigoyen
Los enfrentamientos entre Alem e Hipólito Yrigoyen por la jefatura de la UCR se pusieron de manifiesto en 1893, cuando cada uno encabezó una revolución: Yrigoyen en la provincia de Buenos Aires y Alem en Santa Fe.
Los dos movimientos fracasaron y el enfrentamiento entre los dos jefes debilito al partido, que entró en crisis.
En 1896, Alem escribió sobre la situación de la UCR y en ese mismo año se suicidó. Con este suceso Yrigoyen se convirtió en el jefe de la UCR.
Las bases sociales y el programa de la UCR
A partir de la revolución de 1905, el apoyo a los radicales por parte de los sectores medios y las populares urbanos creció notablemente y se fue conformando un conjunto de dirigentes intermedios, en su mayoría hijos de inmigrantes.
Yrigoyen se dirigió a los hijos de inmigrantes, empleados en el comercio y la administración pública. Estos grupos consideraban que la elite era la responsable de sus dificultades
Desde sus orígenes la UCR se mantuvo como una coalición que incluyó no sólo a los sectores medios sino también a miembros del poderoso grupo de terratenientes
El contenido efectivo de la doctrinas y de la ideología radical era muy limitado.
Desde 1905 en adelante los radicales no se proponían introducir cambios en la organización económica del país. Y este dato fue tenido en cuenta por los reformadores que interpretaron que las demandas radicales no representaban un peligro fundamental para los intereses de la elite.
Desde 1905 en adelante los radicales no se proponían introducir cambios en la organización económica del país. Y este dato fue tenido en cuenta por los reformadores que interpretaron que las demandas radicales no representaban un peligro fundamental para los intereses de la elite.
La organización política de los sectores populares
La mayor parte de los habitantes del país no participaba en la vida política
Hacia 1890 eran numerosas las asociaciones y organizaciones integradas por los sectores obreros y populares de la población de los principales centros urbanos.
Las asociaciones de inmigrantes
Durante las últimas décadas del siglo XIX se multiplicaron las asociaciones de inmigrantes que reunían a los extranjeros de una misma nacionalidad. Estas asociaciones se definieron como de socorros mutuos y tenían por objetivo brindar ayuda al inmigrante y a su familia en materia de salud y educación. Cumplían la función de mantener vigentes muchas de las costumbres y tradiciones del país de origen a través de enseñanza del idioma o los dialectos.
Estas asociaciones también funcionaron como espacios de negociación política.
Las comunidades extranjeras tenían la posibilidad de actuar como un grupo cohesionado por la solidaridad por la realización de sus intereses sectoriales. Y en el interior antes que en el Litoral, los inmigrantes se fueron incorporando a los nuevos partidos políticos.
Las celebraciones de las colectividades extranjeras
Años tras año, las celebraciones de las colectividades extranjeras fueron cobrando mayor importancia. No sólo se publicaba el nutrido programa de la fiesta con baste bastante anticipación sino que éste solía ir precedido por las noticias de los preparativos y gestiones que realizaban las distintas asociaciones y por la crónica de sus fluctuantes acuerdos y disputas en torno de los festejos.
En 1884, extensas crónicas en los diarios evidenciaban la importancia creciente de las fiestas patrias de los extranjeros: las diferentes sociedades italianas se reunían en la plaza Lorea, y desde allí marchaban en una manifestación nutrida con banderas y antorchas.
Las fiestas continuaba con celebraciones populares en los distintos barrios y solía extenderse también a los días siguientes.
La función del partido socialista
En 1896, sobre la base de diversas organizaciones obreras de la Capital Federal y del interior, Juan B. Justo fundó el Partido Socialista (PS).
Este partido se proclamó defensor de los intereses de los proletarios, de acuerdo con los principios fundamentales de la doctrina marxista.
El Partido Socialista se enfrentó con la Unión Cívica Radical.
El poder electoral del PS residía en los obreros, pero sus dirigentes provenían de los sectores medios urbanos y en su mayoría eran profesionales.
El PS apoyó la consolidación y expansión del modelo agrario exportador vigente.
La elección de diputados socialistas era un instrumento fundamental de la lucha política.
Los orígenes del movimiento obrero
Las primeras organizaciones obreras se formaron hacia 1890 y su número creció notablemente en la primera década del siglo XX. De esta fecha hubo varios intentos para crear una federación obrera que agrupara a los diferentes gremios por actividad que se habían ido formando.
En 1901 se fundó la Federación Obrera Regional Argentina (FORA).
El anarquismo se difundió a partir de las acciones de propaganda realizadas por inmigrantes obreros que tenían esta ideología. Los anarquistas se enfrentaron con el PS denunciando que las reformas graduales eran una traición a los intereses de la clase obrera.
Alrededor de 1906, en el movimiento obrero comenzó a diferenciarse una tercera tendencia que fue adoptando una posición mucho menos extrema que la de los anarquistas: el Sindicalismo.
El sindicalismo propuso una utilización más efectiva del arma de la huelga y exigieron a los diputados socialistas un mayor compromiso con los intereses inmediatos de la clase obrera.
Respuesta a la oposición política: La reforma electoral de 1902
En 1902, el presidente Roca impulsó la sanción de una nueva ley electoral, redactada por su ministro del Interior. Esta reforma permitía la incorporación a los cuerpos legislativos, lo que significaba ampliar la participación política.
La nueva ley representó ventajas sobre el sistema electoral anterior pero no concedió el voto secreto y mantuvo la restricción del derecho al voto para los extranjeros.
La modificación consistió en dividir cada uno de esos distritos en tantas regiones como diputados por elegir.
Frente a la cuestión social: Reformas legislativas y represión
Durante la última década del siglo XIX, los movimientos de protesta y huelgas obreras, crecieron constantemente y se multiplicaron en los primero años del siglo XX.
Las huelgas obreras se proponían obtener mejoras en las condiciones de trabajo.
En 1910 se produjo el pico más alto de huelgas.
En 1902, la primer respuesta del gobierno a las protestas fue decretar el “estado de sitio” en Buenos Aires y Santa Fe.
En 1903 se sanciona la Ley de Residencia, donde esta permitía expulsar del país a los militantes obreros extranjeros que se encontraban responsables de organizar la protesta social.
Roca propuso al Congreso una ley de reforma laboral que significaba el reconocimiento de algunas reivindicaciones mínimas exigidas por los trabajadores. La ley también incluida normas represivas y penalidades para las actitudes y organizaciones obreras que fueran consideradas “subversivas”.
Las dos caras de la sociedad
El centenario de la Revolución de Mayo coincidió con un período de auge económico y el convencimiento de la elite gobernante de un porvenir cada día más seguro y mejor.
En 1910, Figueroa Alcorta asumió a la presidencia.
Para la celebración del Centenario, llegaron a la capital embajadas de todos los países y se realizaron en Buenos Aires varios congresos internacionales, varias exposiciones y torneos y fiestas de toda clase.
Se registraron 298 huelgas que involucraron a casi 20.000 obreros y se generalizó la represión violenta como respuesta del gobierno a las protestas de los trabajadores.
Los debates sobre la ampliación de la participación política
Frente a las amenazas de la UCR y la creciente movilización y protesta de los sectores populares urbanos y rurales, la elite gobernante se dividió en dos grupos.
El grupo liderado por Roca era partidario de mantener el orden vigente y continuar la represión.
La mayoría del grupo de los reformadores pensaba que el gobierno no podía seguir apoyándose.
Triunfó la posición reformista y el 12 de octubre de 1910 asumió la presidencia Roque Sáenz Peña.
La ley Sáenz Peña: hacia la democracia ampliada
En 1912 fueron sancionadas las leyes que establecieron la reforma electoral.
En los años siguientes, los radicales y los socialistas comenzaron a participar en las elecciones. Sin embargo, los conservadores no lograron consolidar un partido político con apoyo popular.
El radicalismo se convirtió en el movimiento político más poderoso del país.
En 1916, Hipólito Yrigoyen asumió la presidencia de la República Argentina.
Los desafíos políticos planteados ampliación del régimen político:
La construcción de la ciudadanía.
La llamada Ley Sáenz Peña de 1912 fue un primer paso en la construcción de un régimen político democrático en la Argentina.
La ampliación del sufragio y el voto secreto y obligatorio era una condición necesaria.
En las primeras décadas del siglo XX, en el país todavía no se había conformado “la ciudadanía.
El efecto más importante de la reforma electoral de 1912 fue la obligatoriedad del voto.
El establecimiento del voto secreto fue un importante avance para terminar con el fraude, pero la falta de experiencia en el juego político democrático favoreció la persistencia de las prácticas de manipulación de la voluntad de los electores y del fraude.
El primer gobierno de Hipólito Yrigoyen: Las relaciones con los grupos conservadores
Los resultados de las elecciones de 1916, consagraron presidente de la República a Hipólito Yrigoyen.
Los objetivos del gobierno radical no fueron fáciles de compatibilizar. Por un lado, debían asegurar el modelo de organización económica que beneficiaba a los terratenientes exportadores y al mismo tiempo, impulsar reformas destinadas a mejorar la posición económica de los sectores medios urbanos.
El congreso votó leyes autorizando la intervención federal en cinco oportunidades y el poder ejecutivo decretó la misma medida quince veces.
Las intervenciones contaron con el apoyo popular, ya que se vivían como el fin del “viejo régimen fraudulento”.
Las relaciones con los sectores medios urbanos
La asunción de Hipólito Yrigoyen a la presidencia de la República marcó un profundo cambio en la forma de hacer política en la sociedad argentina.
El nuevo estilo político fue acompañado por la participación de los grupos urbanos.
Los radicales consideraban que esta participación popular era la manifestación de un nuevo espíritu democrático.
Las crecientes vinculaciones entre el gobierno radical y los sectores medios urbanos se manifestaron, en políticas orientadas a beneficiar los intereses de esos últimos grupos.
La profundización de los vínculos entre el gobierno y los sectores medios provocó tensiones entre los miembros de la elite que participaban en la UCR.
Las consecuencias económicas de la Primera Guerra Mundial
El gobierno radical se propuso consolidar y expandir la economía primaria exportadora pero también modificar la distribución de la riqueza. La concreción de este propósito se vio dificultada por la situación económica internacional que originó el desarrollo de la Primera Guerra Mundial y afectó a la Argentina.
Entre 1913 y 1917, la economía argentina vivió una depresión originada por la interrupción de las exportaciones y una disminución de las importaciones.
A partir de 1918 y hasta 1921, comenzó un período de auge originado por la creciente demanda de los productos de exportación argentinos, lo que generalizó la inflación.
La inflación benefició a los terratenientes exportadores por el mayor precio que recibían por sus productos y perjudicó a los trabajadores asalariados urbanos.
Las transformaciones en la producción
El sistema de producción agrícola cerealera no sufrió variaciones y el régimen de la gran propiedad latifundista no se modificó.
La transformación más importante fue el crecimiento de cultivos industriales.
La industria textil fue el rubro que registró el crecimiento más importante, también se incrementaron los cultivos de yerba mate, maní, caña de azúcar y arroz.
El desarrollo de estas nuevas producciones significó la rápida incorporación al sistema de producción capitalista de zonas del país hasta entonces marginales.
Durante los años de los gobiernos radicales, la producción ganadera sufrió transformaciones.
La innovación fundamental fue la utilización de la técnica de enfriado para la producción masiva de carnes para exportación
Como consecuencia de los avances en la sustitución del congelado por el enfriado, los precios bajaron y muchos ganaderos debieron liquidar sus planteles y sus tierras.
Las reformas legislativas a favor de los sectores medios urbanos y rurales
Los efectos de la inflación colocaron al gobierno radical en una posición bastante difícil. Si no intentaba al menos mitigar los efectos de la inflación, corría el riesgo de perder el apoyo de los sectores medios urbanos.
El gobierno elaboró una serie de reformas con el propósito de mejorar los ingresos de los sectores medios urbanos. También consideró la posibilidad de aumentar la cantidad de cargos en la administración del Estado y expandir el empleo público.
La depresión económica había originado una marcada disminución de las importaciones.
Los radicales promovieron en el Congreso una serie de reformas tendientes a mejorar la situación de los arrendatarios rurales.
Oposición conservadora y fracaso de las reformas legislativas
Ninguno de los proyectos que proponían las reformas económicas a favor de los sectores medios urbanos y rurales fue aprobado por la mayoría conservadora de los cuerpos legislativos.
Desde 1918, la Cámara de Diputados contó con mayoría radical, pero el Senado, estuvo siempre controlado por los conservadores.
El poder ejecutivo estuvo controlado por una fuerza política democrática (medios urbanos), mientras que el poder legislativo quedó amordazado por la oposición conservadora (burguesía agroexportadora).
Los poderes de gobierno representaron intereses sociales diferentes y los enfrentamientos entre ambos expresaron la lucha política entre fuerzas sociales y políticas.